¿Qué harías sí eres transferida a un pueblo lejano, donde tienes que compartir casa con 7 adolescentes completamente desconocidos?
Eso es lo que tendrá que atravesar Selene, quién descubrirá el secreto que ocultan estos peculiares chicos.
Este libr...
Entre al estudio antiguo de Jay y vi a Selene durmiendo en un pequeño sofá lleno de telas. Jungwon entró detrás mío completamente fastidiado.
— ¿Qué crees que haces? —Mire a Jay. Esté no se había inmutado ante nuestra presencia, estaba más concentrado cortando unas telas.
— Creo que es muy obvio lo que estoy haciendo. —respondió sin siquiera mirarme.
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La ventana se abrió dejando entrar un viento helado.
La neblina comenzaba a inundar el bosque y era otra señal de que la luna roja se acercaba.
Cerré la ventana con cuidado para volver a mirar a mi hermano.
— ¿Estás seguro de esto Jay? Últimamente cambias mucho de opinión y me preocupa. ¿Qué... — ¿Por qué mierda nos obligas a sacarle el baile de la cabeza a Selene para que después como si nada digas que la dejarás ir?, nos haces quedar como imbéciles, lo hiciste a propósito, ¿no? —Me interrumpió Jungwon alzándole la voz a Jay, completamente fastidiado.
Este paró de cortar las telas y se nos quedó mirando serio.
—No, lo hice porque no la podemos privar de lo que ella quiere. No somos nadie para hacerlo y si, la queremos proteger pero no podemos decidir por ella y pasarla a llevar como lo hemos estado haciendo...no es la forma. —Miro a Jungwon en las últimas frases.
— Claro, ahora te haces el empático —habló Jungwon y le di una mirada para que parara.
— ¿Entonces cuál es el plan? —preguntó Sunoo quien oía la conversación desde la puerta.
— Acompañarla hasta que termine la fiesta y traerla a casa sana y salva, solo eso —respondió Jay, desviando su mirada a Selene quién dormía plácidamente en el sofá.
—No suena difícil... —agregó Ni-ki, asomándose detrás de Sunoo.
—Bueno, pero espero que no te arrepientas de esto, Jay —le advertí detenidamente, yéndome de la habitación con un mal presentimiento.
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