Esta historia pertenece completamente a
CLANK
Kshhhhhh...
La pesada puerta plateada de metal se abrió con un sordo ruido metálico y una ecualización del aire.
La pequeña figura en la esquina trató de huir lejos de la puerta abierta, sabiendo exactamente lo que pasaría después pero sabiendo que no había ninguna forma de parar lo que ocurriría.
Dos hombres entraron en la habitación, ambos en deslumbrantes trajes blancos con guantes, zapatos, corbatas y gafas de sol negros. No era de extrañar que llevasen gafas del sol en el interior, ya que todo era de un blanco cegador, todo era puro e impecable, haciendo que cualquiera se marease si miraban demasiado al vacío. El pequeño niño en la esquina bajó su cabeza, acurrucado, sin estar preparado para lo que fuera que iban a hacer los hombres de blanco con él. Nunca estaba listo, pero siempre necesitaban algo de él, ya fuera para la ciencia o tan solo para su retorcida diversión.
El agente de la izquierda frunció el ceño hacia el chico sentado en el suelo. "Levántate, escoria". Dijo con asco, escupiendo las palabras como el ácido que les gustaba echar en los brazos del niño.
El chico no se movió, el único acto de rebelión que podía hacer.
Una sonrisa siniestra apareció en los labios de los agentes, les gustaba cuando se rebelaba. El pequeño chico era bien conocido por su obediencia, aunque solo porque no tenía otra opción. Sin embargo, cuando la abominación se rebelaba los agentes estaban más que encantados a devolverle a golpes a su sitio. Ellos no podían esperar para ver la sangre en el suelo y al experimento que lo acompañaba, lloriqueando y temblando del miedo como siempre lo hacía.Ver un halfa en esa condición siempre despertaba un orgullo y confianza a cualquier humano que lo viese, y tener uno tan poderoso tan derrotado a sus pies les hacía sentir invencibles.
El agente se acercó más, su sombra cerniéndose sobre la pequeña figura. "Dije QUE TE LEVANTES". Mandó una imponente patada a el estómago del peliblanco. El pequeño experimento gimió al ser golpeado contra la pared.
Sus pequeñas, temblorosas y sangrientas manos estaban encadenadas, un collar verde brillante ceñido fuertemente a su delgado cuello. Un bozal de metal cubría su nariz y boca, sus lloros siendo las únicas palabras que eran permitidas salir del halfa. En realidad, ellos buscaban sus sonidos, pero si en algún momento intentase hablar habría un castigo. Sus grandes, pero opacos ojos tenían una mirada perseguida y derrotada, una vista verde sin vida en su miserable vida post-morte.
El otro agente, rápido y brusco, empujó al experimento peliblanco hacia la puerta con el otro agente andando cerca y detrás suyo. El niño nunca levantaba la mirada, era una señal de desafío, y si en algún momento demostraba si quiera una pizca de desobediencia, era un billete de ida a villadolor ¿Población? Él.
Ellos andaban enérgicamente, con el chico apenas siendo capaz de seguir con las grandes y rápidas zancadas de los agentes. Él tan solo tenía suficiente músculo para funcionar, su continuamente adolorido estómago pasaba hambre desde hace mucho tiempo, pero no era nada nuevo. El cuerpo escuálido del pequeño niño se mostraba a través de la fina tela que era su ropa, sus costillas, caderas y mejillas hundidas eran tan solo una muestra más de la falta de nutrición.
Los largos y blancos corredores parecían infinitos y vacíos, vacíos de cualquier cosa que representase la felicidad o la comodidad. Incluso sus pisadas sonaban silenciosas. El aire era pesado con algo frío que nunca podía tocar, lo sentía vivo, pero muerto. Frío, pero no el que él conocía y que le reconfortaba de alguna manera.
Eso le descolocaba bastante, pero era algo a lo que ya se había acostumbrado, algo que le habían obligado a conocer muy bien.
El trío llegó a una pesada puerta doble la cual el chico sabía que llevaba al laboratorio.Miedo y bilis se acumularon en su garganta, su respiración agitándose mientras trataba de preparase mentalmente para otro día de dolor y tortura.No había nada que pudiese hacer, ya lo había intentado antes y falló.Las repercusiones fueron lo peor que le había llegado a pasar.El chico respiró hondo y se tragó el miedo(Todo lo que pudo al menos) asustado y mostrárselo a los agentes tan solo les excitó más.El agente que estaba al frente pasó su tarjeta de identificación y la puerta se abrió con un sonoro "CLUNCK"
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Una Oportunidad
FanfictionESTA HISTORIA NO ME PERTENECE, TODO SALVO LA TRADUCCIÓN PERTENECE A @Blizzardwing47 Y TENGO SU PERMISO PARA HACER ESTO El pequeño Danny Fentom consiguió sus poderes a una remarcable corta edad a cambio de su familia, y los GIW(Guys in White, Los hom...