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Estábamos los dos ahí dentro, Naruto había insistido mucho en dejarme en mi cama, así no fue necesario que Shisui se acercara demasiado a mi, al menos no para ayudarme.

Sentía como mi cuerpo temblaba, no sabía que diablos decir o hacer ante esta situación, él solo me miraba serio desde la esquina del cuarto, así permaneció por un instantes, como tratando de acomodar todos los últimos acontecimientos en su cabeza. De pronto comenzó a caminar hacia mí, con un semblante todavía más a inexpresivo que antes, realmente me ponía muy tensa el verle así de frío conmigo. De un segundo al otro estaba frente a mi, con con su mirada clavada en la mía, sus ojos estaba completamente oscuros y apáticos, casi vacíos. Era todo lo contrario a mi, mis manos sudaban, todo mi cuerpo estaba tenso y mi corazón estaba a mil por hora, en este momento agradecía no tener el oxímetro de pulso pegado a mi dedo, sino ya me habría delatado en todos sentidos.

No sé cuánto tiempo estuvo frente a mi, pero me pareció como si fuera una eternidad y más. De un momento a otro, no sé cómo, él estaba rodeándome  con sus brazos de la manera más delicada posible, como si de pronto yo fuera muy frágil, como si en verdad le importara, sentí como su cuerpo tembló ligeramente cuando entramos en contacto, al mismo tiempo que un casi inaudible quejido salió de sus labios.

- ¿Por qué? - susurró afligido entre mí cabello, me quedé paralizada al escucharlo de ese modo - ¿ Por qué me engañaron así? - rompió el abrazo y me miró a los ojos con el ceño fruncido, su vista estaba nublada mientras me sujetaba por los hombros  de manera firme- Dímelo _____, dime la verdad de una buena vez - elevó su tono ahora con enfado- necesito saberlo.

- Yo... - no sabía que diablos decirle, nunca creí verlo de un modo tan vulnerable, menos después de saber que él era quien me utilizaba a mi.

- ¿Tú qué? - dijo con un tono severo alzando la barbilla - palabras, quiero oírte mujer.

- No creí que supieras que estaba desaparecida - hable con un tono casi inaudible, aferrándome a la sabanilla de la cama en un intento por mantener la calma- sobre todo por como te fuiste la última vez que nos vimos -le reproché en la cara, él cerró los ojos un segundo.

- He estando ayudando a tú hermano todo este tiempo ______- comenzó a hablar de repente llevando sus dedos hasta su tabique nasal -he pasado noches enteras sin dormir por tratar de averiguar donde carajo estabas, si estabas bien -se cruzó de brazos sin despegar sus ojos de mi- Ahh pero la señorita estaba muy bien con su hermano y nuevo novio, jugando a la casita y a cambiarse de look en algún lugar del bosque - su voz estaba cargada de sarcasmo - Mientras yo - rio con amargura - buscaba desesperado a la zo...

- No te atrevas a decirlo - dije dejándolo con las palabras atravesadas en la garganta - si estaba lejos de todo no fue por decisión propia -solté alterada - No sabía en quien podía confiar, mi celular y mi computadora estaban intervenidos por ti - me senté al borde de la cama, sin dejar de mirarlo a los ojos de manera desafiante - ¿ Qué esperabas? ¿Qué Kakashi fuera a contarte todo sobre mi paradero después de todo lo que pasó? ¿Realmente esperabas que hablara Shisui? - reí sin ganas y el silencio se apoderó de la habitación por un largo tiempo, haciéndola aún más fría de lo que ya era - Un hombre extraño de cabellos negros entró en mi casa esa noche, un Uchiha, me amenazó para que te dejara en paz y mencionó mi problema con  Kabuto - volví a hablar, esta vez de manera neutra - después en la misma tarde Karin fue a verme al hospital, para decirme que me alejara de ti - con esa última información él me miró sorprendido.

-¿Karin?- soltó incrédulo.

- No, mi hada madrina - rodé los ojos perdiendo la paciencia - Si, por supuesto Karin - farfullé entre dientes - Dijo que te acostaste con ella después de que te fuiste esa noche.

- No hice eso, ni siquiera se donde estaba -se encogió de hombros - esa noche fui a casa para terminar de intervenir tu computadora - admitió tranquilo.

- ¿ Qué fue lo que viste en la nota de Kabuto?

Estuvimos desahogándonos por un largo rato, él me contó todo lo que había pasado desde que desaparecí, incluyendo las conversaciones con mi hermano y su visita a Karin. El ventilar la situación ayudó bastante, pero ambos estábamos heridos, todo lo que había pasado desde que nos conocimos había sido una jodida montaña rusa.

~ Narra Shisui ~

Aclarar todo me quitó un gran peso de encima, ya no habían más dudas sobre el otro, pero ahora teníamos otra clase de problemas, uno bastante grave . Si quería que las cosas resultaran bien tenía que sacar a Kabuto de nuestro futuro y de el de cualquier otra persona.

- ¿Por qué mirabas tanto a Naruto cuando me ayudo a subir a la cama? - preguntó curiosa.

- Él no me gusta, se acerca demasiado a ti - admití de manera posesiva - de seguro quiere algo más contigo.

- ¿Shisui Uchiha celoso? - rio traviesa - A Naruto le interesa más tu primo - esas palabras be desconcertaron -¿No lo sabias? - me pregunto esta vez igual de sorprendía que yo.

- Sasuke ya me había confesado que no le gustaban las chicas - me expliqué en calma - pero jamás creí que saliera con alguien como Naruto.

El silencio volvió llenar la habitación, habíamos hablado de todo excepto de un tema, uno muy importante.

- ¿Cuánto tienes de embarazo? - solté de la nada, ella se tensó con el solo hecho de que yo lo mencionara.

- 5 semanas - dijo tímida, mirando al piso - Puedo tenerlo sola si no quieres - añadió con voz apagada.

- No se te ocurra volver a si quiera pensar que no quiero hacerme cargo - le sujeté el mentón delicadamente - ¿Entendido preciosa? - ella asintió yo le me acerqué para besarla, lo necesitaba al igual que ella, la sensación dulce de sus labios era lo mejor de este mundo, como ella se aferraba a mi cuerpo me hacía querer más, era un beso apasionado lleno de necesidad.

-Ejem - tosió alguien a nuestras espaldas y la cara de ______, se tornó compreramente roja - Uchiha te quiero por lo menos a un metro de distancia de mi hermana - Kakashi sonaba muy serio a si que ni siquiera lo puse en duda, no quería quedarme sin pelotas hoy.

Luz y oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora