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Al momento de llegar Tsuki parecía muy inquieta, se bajó corriendo del auto para luego arañar la puerta de entrada de manera desesperada, quería entrar a toda costa. Caminé a paso rápido de tras de ella y le abrí la puerta para que pudiera entrar, a penas lo hizo fue corriendo a la habitación de _____, y se echó en la pequeña alfombra que aún había ahí, mientras permanecía ahí un pequeño llanto se hizo presente.

- Ven aquí mi cielo - hablé sentándome junto a ella en el piso - Sé que la extrañas mucho, yo también la extraño - continúe hablando mientas ella se acomoda justo a mi, de cierto modo era reconfortante para ambos - te prometo que pronto volverá a casa - dije más para mi que para ella, mientras acariciaba su suave pelaje.

No había mucho que pudiera hacer hoy, hasta donde pude averiguar la subasta de Kabuto sería dentro de una semana, así que esperaríamos todo ese tiempo, demasiado para mi gusto a decir verdad, pero no es como que tuviéramos mejores oportunidades, sabíamos que _______ estaba siendo vigilada por Orochimaru, él no tendría reparo en matarla si sabía de nuestro plan, esto era una auténtica mierda, solo me quedaba rezar para que ella estuviera bien.

~ Narra ______~

Estaba oscureciendo, sabía que tenía que detenerme y buscar refugio, pero no quería parar, tenía miedo que que me estuvieran siguiendo. Hace horas deje de correr por el dolor de la pierna y caminar se hacía cada vez más difícil y tortuoso, a este ritmo no lograré llegar muy lejos.

Tal vez debí entrar a la casa y buscar algo útil o quizá volver a ponerme la bota ortopédica para cuidar de mi fractura, tenía muy claro de si no la atendía correctamente podría volverse problemática.

 En el momento en que Orochimaru cayó al piso desplomado no me tomé demasiado tiempo para pensar aunque el tardaría al menos media hora en recobrar la conciencian, solo me arriesgué a quitarle algunas cosas. Ahora al pensar en eso solo puedo recordar su expresión al caer desplomado, cómo fui capaz de hacer algo así.

Mientras caminaba trataban de mantener la cabeza fría, de nada me serviría llorar y desesperarme ahora, pero esa era una tarea difícil, me sentía tan perdida incluso dentro de mi misma, era como si fuera un sueño, uno muy malo, lo único que me conectaba a este mundo era el dolor que comenzaba a extenderse por mi cuerpo y el frío del habiente que me hacia estremecer. Llevé una mano a mi vientre, pude notar que ya estaba comenzando a abultarse, aunque la verdad era casi imperceptible, pero eso no significaba que no estuviera ahí. Llevaba poco más de dos meses de embarazo ya, eso me hizo pensar, tres meses ya que llevo viviendo esta pesadilla, cómo pasa el tiempo, siento que llevo toda una vida metida en esta basura.

Todo estaba completamente oscuro, a penas lograba ver uno o dos metros más allá de mi nariz, eso gracias a la luz de la luna. Si alguien me viera ahora podría pensar que soy un espectro del bosque, un vestido sucio, medias rotas, un solo zapato y un rostro pálido por la falta de sol, a demás de los llorosos ojos rojos y mi cojera. Tristemente no era ninguna ilusión del bosque, era completamente real.

De pronto mientras caminaba comencé percibir una voz como un murmullo, al mismo tiempo que un ruido se aproximaba hacia mi a toda velocidad, mi corazón nuevamente se aceleró a todo lo que pudo, pero ahora ya no me quedaban fuerzas para volver a huir. Aún así hice el esfuerzo de andar más rápido en directo contraria al ruido, pero empecé a percibir la luz de la casa, en ese momento quise llorar, había caminado en círculos todo este tiempo y me habían encontrado, ahora sí estaba acabada, todo lo que había logrado era un trabajo echado a perder.

De pronto algo se abalanzó sobre mí, logrando tumbarme de espaldas, quedé helada y paralizada por el miedo, antes de que pudiera darme cuenta ya me había desvanecido sobre las frías hojas secas, ahora yo era una de ellas. 

~ Narra Shisui ~

Estaba dándole una última represada al lugar antes de irnos, cuando Tsuki salió corriendo si dirección aparente, estaba apunto de salir tras ella pero mi celular sonó con un número desconocido en pantalla, distrayéndome.

- No dejes ... - esa era la inconfundible voz alterada de Sasori, pero su recepción era asquerosa por lo que no puede escuchar nada más estática por unos segundos.

- No te entendido - respondí frunciendo el ceño tratando de escuchar algo, de pronto la voz de Kabuto comenzó a sonar lejana de tras de él, se oía furioso, pero no lograba entender nada de lo que decía, la llamada terminó de pronto.

No dejar qué, sé que tiene que ver con _____, pero no sé cómo. Corrí tras Tsuki mientras pensaba en lo sucedido. No pude darle más vueltas al asunto, por que Tsuki no estaba sola, estaba junto al cuerpo de una chica desmayada, al acercarme quedé en Shock, _____ estaba tendida en el piso frente a mí, se veía tan frágil y a mal traer. Un click en mi cerebro, no dejes que la encuentre, esas debieron ser las palabras de Sosori. Rápidamente me arrodillé ante ella para poder verle mejor, tenía los ojos entre abiertos y pedidos, su mejilla estaba amoratada, en su nariz habían rastros de sangre, al igual que en la comisura de su boca, el verla en ese estado me estrujó el corazón ¿Cómo carajo logró escapar? Ya no llevaba la bota ortopédica, su pierna se veía fatal. Se me apretó el estómago de solo pensar todos lo que ha caminado en ese estado. Este momento sentía miedo, temía por su salud física y mental, estaba asustado por nuestro futuro bebé, no estoy seguro de que ella pueda soportar una pérdida así.

No sabía bien que hacer, solo tenía claro que no podía perder el tiempo. La levanté del suelo con cuidado y ella balbuceo algo que no logré entender, al parecer no estaba del todo inconciente.

- Shhh, tranquila - acaricié su cabello cuando me puse en pié - Nada malo te pasará - caminé con cuidado hasta el auto y su cuerpo se relajó.

La acomodé con cuidado en el asiento, para luego reclinarlo y ponerle mi chaqueta sobre las piernas. Le puse el cinturón de seguridad, alejándome de ella para subir por el lado del conductor.

- Shisui tengo miedo - dijo con lágrimas en sus ojos apenas abiertos.

- Solo me daré la vuelta - besé su frente y su expresión se relajó - Te prometo que solo será un segundo.

Luz y oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora