Capítulo 1

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La ansiedad y los nervios se apoderan de mi cuando finalmente voy a tener mi entrevista de trabajo, ya vi pasar frente a mi a varias chicas, muchas parecían muy preparadas para estar a la altura de la circunstancia.
-Ahora vas a tener que mostrar tu talento frente a la cámara, leímos tu currículum y es bueno, te recibiste con honores-la chica asintió con la cabeza-¡hora de ponerte a prueba!
Me até el pelo antes de ponerme frente a la cámara, había estudiado las primeras noticias del día de hoy para hablar de eso.
-Emilia, me gustaría a mi estar involucrado en las entrevistas, no quiero más que contraten a una persona sin gracia-nos interrumpió un hombre, ella asintió con la cabeza y él se puso detrás de cámara para observarme, no le pude ver la cara porque la luz estaba alumbrándome.
Y empecé, presente las noticas e intenté mostrar como realmente era yo, ocurrente, transparente, graciosa, sí, esa es una de mis virtudes.
Cuando la prueba terminó Emilia me dijo que tal vez me llamarían.
Le agradecí y salí por la puerta dispuesta a irme, cuando estaba por irme del canal una persona me gritó.
-¿Sos Mariana, no?-me llamó y él elevó sus cejas-soy Juan Pedro
Sí, me habló en castellano.
-¿Sos Argentino?-me extrañé, él asintió con la cabeza.
-Familia medio Argentina, mi papá lo es, mi mamá es de acá-soltó un suspiro-¿estas libre para tomar un café?
-Antes que nada.. ¿Porqué sabes mi nombre?, ¿quién sos?-sí, fui directo al punto.
-Tomemos un café que te cuento un poco más de mi-él me hizo señas para que lo siguiera y terminé haciéndole caso, caminamos por el pasillo hasta un elevador, nos subimos y ninguno hablo, llegamos al último piso y él abrió una puerta, afuera había una secretaria- ¡Hola Natalie!-la saludó para meterse directamente en la siguiente habitación, tuve una sospecha de donde estaba pero no podía afirmarlo- bienvenida a mi lugar de trabajo en este canal
-¿Siempre intentas impresionar a las personas mostrándoles que sos el jefe de todo esto?-elevé mis cejas mirándolo con ganas de reírme, noté que lo desconcerté- soy una mal educada.. Entro en confianza muy rápido-me reí nerviosa.
-No cambies el como sos.. Sos fresca, muy ocurrente y no fingís nada, sos simpática por naturaleza, te llevas bien con la cámara.. Estas acá porque quiero darte el trabajo Mariana-Peter asintió con la cabeza-siento que sos una buena elección, empezas mañana mismo, te tienen que sacar fotos para las redes
-¿Mañana?-me sorprendí, no daba crédito a lo que me había dicho.
-¿Tenes algo mañana?-elevó sus cejas, aún alterada negué con la cabeza.
-Solo llegué hace tres días, estoy acomodándome, pero mañana fin falta estoy acá-asentí con la cabeza, acto seguido le sonreí, estaba emocionada, alegre.
-Genial, ¿ahora queres tomar un café?-me miró firmemente a los ojos, noté que los suyos eran verdes, tenía un lunar en su cara, era joven.
Asentí con la cabeza, él llamó por teléfono a una persona y le pidió dos cafés.
-Vas a hablar con Emilia el tema del salario y todo eso, ella después te va a llamar, de lo que ahora quiero hablar es de vos, necesito que te pongas la camiseta de este canal-asintió con la cabeza sin dejar de mirarme- dedicarte casi al cien por ciento, tenes libres los fines de semana, pero de Lunes a Viernes la cabeza la tenes que tener en dar lo mejor de vos
-Cla.. Claro, ¿jefe?-lo miré extrañada-¿ya puedo decirte jefe?
Él asintió con la cabeza.
-Igual.. Prefiero que me digas Peter-él levantó la mirada cuando una persona entró con los café-gracias-le agradeció, después posó su mirada nuevamente en mi-¿estas lista para este compromiso tan grande?
-Sí-le respondí de inmediato, tomé un sorbo de café- esta bueno eh-comenté solo para decir algo, la realidad era que estaba aún algo nerviosa.
-Italiano, soy fan del café Italiano-él esbozó una pequeña sonrisa- ¿vos sos cien por ciento argentina? Me atrevería a decir que sí, noté que sos apasionada, y eso es algo muy de los argentinos-elevó sus cejas.
¿Estaba siendo coqueto conmigo?
-Sí.. Y.. Mejor vuelvo para el lugar que alquilé, tengo que ordenar, terminar de acomodar todo-me puse a enumerar mil excusas para irme.
-Te veo mañana entonces-Peter me volvió a sonreír, estiró su brazo y nos saludamos con la mano.
Cuando bajé por el elevador sentí una energía que iba creciendo en mi interior, iba a cumplir un sueño.
Al llegar a la planta baja se me acercó una chica.
-Hola, soy Eugenia-me saludó con la mano- ¿venís del último piso?
-Sí... Sí-terminé asintiendo con la cabeza.
-Soy la maquilladora de este lugar, solo quiero advertirte, al jefe le gusta.. Le gustan demasiado las mujeres, la última conductora del noticiero se fue porque él jugo con ella.. Y bueno, aunque todos sepamos como realmente es siempre hay una pobre víctima que sufre-soltó un suspiro- te lo digo porque me diste buena vibra, vi tu prueba frente a cámara, ¡sos una buena elección!
No supe bien que responder.
-¿Gracias?-elevé mis cejas.
-Cualquier cosa podes hablarme, te paso mi número para que lo tengas-ella me pidió mi celular y se agendó- un gusto conocerte
-Va a ser un gusto trabajas con vos-le sonreí, había sido muy amable conmigo.
Una vez fuera del estudio viajé en subte para ir a mi pequeño departamento, encendí mi computadora portátil y llamé a mis papás.
-¡Quedé!-les tiré la bomba y ellos me lo celebraron aplaudiendo desde Argentina, al verlos emocionados también me emocioné, no era del todo consciente de que mi vida iba a cambiar.
-¡Y todo porque sos talentosa! Y también sos buena persona, todos van a quererte en el trabajo-mamá asintió con la cabeza-¡te amamos mucho mi amor!
-Mucho-mi papá también asintió con la cabeza orgulloso- solo espero que Nueva York te trate bien, su gente, que después de esto sigas recibiendo alegrías
-¡No me hagan llorar!-me reí y les mandé un besito volador frente a la cámara-¡los amo!
Terminamos de despedirnos y me tiré en la cama con una sonrisa en la cara, mañana iba a empezar una nueva etapa, una nueva aventura, mañana definitivamente todo iba a dejar de ser de una manera para ser de otra.
Unos minutos más tarde me puse a ordenar el desastre que había dejado antes de irme a la entrevista de trabajo, puse mis portarretratos y libros preciados en un mueble, los regalos que me habían hecho mi familia en otro.
Siempre mi familia fue de lo más importante para mi, iba a extrañarla horrores, pero me fui para perseguir un sueño.
Un tiempo después salí a caminar para comprarme ropa nueva, no tenía idea de como vestirme para estar a la altura de todos los que trabajaban en el canal, busqué ropa en varios negocios, armé conjuntos para varios días.
-Te queda bien-una chica me sonrió- yo me llevaría todo..
-¿Decís?-me volteé para mirarla, ella asintió con la cabeza-¿trabajas acá?
-Sí... Soy la dueña-me sonrió- María del Cerro, mi local se llama Delce, te daras cuenta porque-ella elevó sus cejas- te hago un descuento, sos argentina, ¿no?
-Siempre la gente lo adivina-me reí-soy Mariana, pero me dicen Lali... Y elegí todo esto porque mañana arranco un trabajo nuevo
-Se te ilumina la cara cuando lo decís-ella me sonrió nuevamente.
-Es que.. Siempre soñé con que este día llegue.. Y llegó-también le sonreí- así que me llevo todo..-le di las prendas de ropa y ella se las dio a la cajera, pagué y volteé para mirarla-gracias por.. Por el descuento..
-¿Sos nueva en NYC?-se quedó mirándome- si queres salir a celebrar que estás cumpliendo un sueño te paso mi número y salimos, conozco a varias personas
-Sí.. Estaría bueno-asentí con la cabeza y le pasé mi número- gracias.. ¿Nos vemos?
-Nos vemos-ella asintió con su cabeza.
Al abandonar el negocio de ropa tomé aire y lo solté, inevitablemente sonreí pensando en todo lo que me había pasado. 

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