Capítulo 30

721 53 8
                                    

Llegó el final de esta historia (¡igual aún falta el epílogo!) espero que me dejen sus mensajitos contándome que les gustó de esta historia!
Esta historia fue escrita con mucho amor porque me gusta escribir  y para también poder compartírsela.
Martina.
———
"No quiero disimular, tampoco alejarme, yo sé que existe alguien más, pero es inevitable, tal vez no quiera escuchar, tal vez es lo que quiero, voy a encontrar la verdad, de todo lo que siento, este amor se vuelve irresistible, este amor se vuelve de verdad, aunque juegue que eres invisible, este amor me hace despertar"

Peter finalmente firmó los papeles de divorcio, Manuela también, ella me miró mal cuando salió del lugar, pero no me importó.
Lo abracé fuertemente sintiéndome muy alegre, nos besamos, yo aferrándome a su cuerpo.
Nos sacaron fotos para las revistas, pero nosotros estábamos en nuestro propio mundo.
-¿Vamos a disfrutar del solcito?-él me miró a los ojos y asentí con la cabeza.
Caminamos por el Central park tomados de la mano.
-Siento que estoy viviendo un presente muy cliché, rosa-solté una carcajada- nunca me pasó algo así..
-Siempre hay una primera vez para todo, yo también estoy descubriéndome haciendo cosas nuevas, pero lo hago feliz-me guiñó un ojo coqueteando conmigo.
Nos sentamos en el suelo y después nos recostamos en el pasto, por suerte teníamos un poco de sombra, teníamos a la vista los troncos y las hojas de un árbol.
-Al fin paz Lali, no sabes lo mucho que esperé a este día-él soltó un suspiro, se volteó para mirarme a los ojos- de ahora en más voy a poder descubrir la nueva libertad desde tu mano..-me sonrió.
Le sonreí de manera sincera y no pude evitar emocionarme, Peter se rió y me acarició suavemente la cara, lo besé dulcemente, aunque por último terminé provocándolo, le mordí la boca.
Él elevó sus cejas y se rió.
-Sos la persona más linda, inteligente y sexy que conocí..-me hizo caricias en mis labios con uno de sus dedos- ¿porqué te deseo todo el tiempo? ¡Dios!
Soltamos una carcajadas y lo abracé acercándolo a mi cuerpo, nos quedamos mirándonos y lo solté, lo que pienso desde hace mucho y siempre tuve miedo de decirlo.
-Te quiero Peter...-se me llenaron los ojos de lágrimas y él corrió de mi cara las que se me iban cayendo- nunca sentí algo igual, ¡soy una tarada! No quería llorar..
Me di cuenta de que sus ojos se pusieron igual, terminamos riéndonos.
-Somos dos flojitos-me sonrió riéndose.
Agarrados de la mano nos quedamos un tiempo largo mimándonos en un escenario lleno de verde, relajados, dejando por un lado los pensamientos cotidianos.
Muchas veces cuesta conectarse con el presente, si hay algo que aprendí después de conocer a Peter es a vivir el momento, valorar cada segundo, todo vale mucho en esta vida, hay que dejar de darle tanta vueltas a los asuntos y disfrutar.

El Verano...

Llego el verano y con eso las temperaturas muy altas y la presión baja, vivía tomado agua para sentirme bien, pero a pesar de eso no conseguía sentirme del todo bien.
Decidí quedarme en el canal nuevo para no mezclar el trabajo con lo personal, Peter me apoyó en mi decisión, igual de vez en cuando me paso por su oficina
-Ahora sí puedo besarte acá..-elevó sus cejas- no sos más mi empleada.. Sos mi amor-me sonrió como un nene, se le achinaron los ojos.
Rodeé su cuello con mis brazos y lo besé sin dudarlo, él mordió mi boca y me reí.
Ahora sí podíamos hacer nuestra fantasía realidad.
Terminamos pasando una tarde de pasión recostados en el sillón, le hice caricias en la espalda y le sonreí antes de intentar ponerme de pie.
-Tengo que irme.. Tengo algo que hacer..-Peter no quería soltarme-¡dale! Voy a llegar tarde
-Está bien-se resignó, soltó un suspiro.
Di vueltas por toda la oficina para buscar mi ropa, ambos nos cambiamos y Peter se quedó peinado mi pelo, hice lo mismo con el suyo.
-Ahora estamos listos-asentí con la cabeza y le robé un beso- nos vemos para cenar, ¿dale? En mi departamento..
-¿Segura? Casi no queda nada ahí.. Ya mañana te mudas conmigo-él se mostró ansioso, feliz.
-Justamente por eso, quiero pasar mi última noche en mi departamento-lo besé otra vez- a las ocho, pienso pedir comida china
-Me gusta el plan eh-se acercó y me dio un abrazo, dejó un besito en mi frente antes de que me fuera.

Llegué a la clínica muy nerviosa, hace un tiempo estaba sintiéndome rara, en la menstruación era una persona muy irregular, así que al principio no le di importancia, pero cuando empecé a tener nauseas más seguido eso fue lo que hizo que termine pidiendo turno con el médico.
Pasaron varios minutos hasta que finalmente me llamaron, caminé tratando de no pensar tanto, tal vez mi vida cambiaría para siempre, aunque tal vez se trataba solo era una falsa alarma.
Le conté al profesional lo que había estado pasándome, entonces decidió hacerme una ecografía y todo mi mundo, mis pensamientos, todo se paralizó.
Se me aceleró la respiración al escuchar un sonido que me trajo calma.
-El bebé esta bien Mariana, ahora mismo estamos escuchando sus latidos, estás de unas seis semanas-el médico me sonrió- así que vas a tener que cuidarte mucho, sobre todo porque es verano y los cambios de temperatura pueden hacer que te enfermes.
Asentí con la cabeza todavía en estado de shock.
Le pedí si podía imprimirme la ecografía, así que cuando la tuve la guardé en mi cartera.
Se me aflojaron las piernas cuando salí de la clínica y tuve que sentarme, me senté a llorar porque no podía creerlo, estaba sintiendo muchas emociones juntas.

Le pedí a mis amigas que vengan a verme a un bar lo antes posible, planeé esa salida a último momento porque necesitaba hablar con alguien, quería que piensen conmigo como hacer para sorprender a Peter, él siempre era el que me sorprendía, pero esta vez quería hacer que se emocione.
-¡No puedo creerlo!-Eugenia abrió bien grande sus ojos.
-Felicidades mamita-Candela me abrazó.
-Así que de ahora en más en todas nuestras salidas vamos a ser cuatro-María asintió con la cabeza sonriéndome- ahora pensemos bien que hacer para ganarle con una sonrisa a Peter
-Quiero sorprenderlo, y al mismo tiempo tengo miedo de que asuste, que tal vez no quiera esto en este momento de su vida..-me agarró la inseguridad.
-Ey, ¡va a estar todo bien!-Eugenia estiró sus brazos y me agarró de las manos para transmitirme calma.
Terminé asintiendo con la cabeza, nos quedamos pensando una buena manera para que le anuncie a Peter que no éramos más dos, éramos tres.

Cuando llegué a mi departamento solo quedaba un colchón, dos sillas y una mesa, tuve que hasta pedir cubiertos descartables en el restaurante de comida china.
Mis amigas me habían ayudado, trajeron globos de distintos colores, de esos que se van hasta el techo, decoré todo con guirnaldas y luces como si fuera navidad, me quedé conforme con todo.
Sonó el timbre y me agarró ansiedad, nervios, bajé y le abrí a Peter, en todo el momento en el que estuvimos en el ascensor él empezó a contarme cosas del trabajo pero yo no estaba escuchándolo.
Abrí la puerta de mi departamento y Peter se me quedó mirándome extrañado.
-¿Un cumplimos un aniversario de algo?-se rió, negué con la cabeza.
Le hice señas para que entrara, él lo hizo y le di una caja envuelta de papel de regalo, hasta tenía un moño.
-¿Querías sorprenderme? Porque estoy sorprendido si querías sorprenderme-se rió hasta que abrió la caja entonces nos quedamos en silencio, levantó su cara y me miró a los ojos-¡¿qué?!
Me agarró la inseguridad, ¿estaba feliz o no quería esto?
-Estas embarazada Lali-acto seguido me sonrió, dejó la foto en la mesa y me abrazó por la cintura, escondí mi cara debajo de su cuello-¡ey mirame a los ojos!-salí de mi escondite para hacerlo- que loco.. Había probabilidades de que pase, pero no pensé que tan rápido..-me besó dulcemente- te amo mi amor
Sus palabras me hicieron reafirmar que esto era real, este presente, no nos habíamos dicho eso, si que nos queríamos, pero decir "te amo" es un nivel más hacia arriba.
Sonreí sobre su boca y le acaricié el pelo.
-Yo también te amo Pit..-nos dimos otro abrazo muy sentido.
La comida china se enfrió, pero no nos importó, terminamos amándonos en el colchó, recorriendo al otro con la mano, nunca iba a acostumbrarme a eso.
Peter se agachó, me acarició suavemente la panza, nos sonreímos y me la besó con todo el cuidado del mundo.
Tuve que subirme a un avión, viajar 8.370 kilómetros para encontrar al amor de mi vida en el lugar menos indicado, pasamos muchas, solo nosotros sabemos lo intenso que fue todo, pero terminamos juntos, eligiéndonos, amándonos, ahora esperando a que todo cambie para mejor, porque ya no éramos dos éramos tres, pronto nos íbamos a convertir en una familia.

"Es que no enamorarme de ti es inevitable, quiero, pero no puedo, resistir a este sentimiento, sólo pienso en dibujar mis deseos sobre tu cuerpo, es que no enamorarme de ti es inevitable"

FIN

Inevitable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora