❹ ( ⓵ ) 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐄〡❝─Ellos no ven que ese lugar al que llaman cielo, es el mismo infierno...❞
❝─Solo quien está en peligro necesita ser salvado, y no hay peligro alguno aquí.❞
#𝐑𝐄𝐈𝐍𝐄 ꗃ ʙᴀɴɢ ᴄʜᴀɴ ᵎ
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El señor Jung cerró los ojos mientras apretaba los dientes, sujetando con su mano derecha la linterna. Volvía a ocurrir, y por desgracia, aquella vez él había sido quien se había topado de primera mano con el atentado que pretendía sembrar otra vez la semilla del caos. — ¿Qué coño está pasando en este lugar? — Apartó al personal de cocina de la entrada de esta.
— ¿Otra vez? ¿De verdad? — El Padre sonó exasperado dentro de la oficina, apretó sus manos en el espaldar de su silla, estaba de tan mal humor que no podía ni estar sentado en un mismo sitió mientras recibía la noticia. — Ya van tres semanas seguidas. Un hombre muerto, después una cabra descabezada colgada del salón de actos y ahora tenemos un maldito lobo despellejado abierto en canal en la cocina...— Se llevó los nudillos a la boca y los mordió con rabia. —¿¡Quién es!?
— Si lo supiéramos no estaríamos en esta situación, Padre... Se lo aseguro. — Respondió el señor Jung con cierta templanza. — La buena noticia es que he podido controlar la situación está vez y nadie ha tenido que ser testigo del chucho de la cocina. Alejé a la gente y con Leesung me encargué de limpiar el desastre. Parecía que el animal estaba mayor, senil... Quizás encontraron el cadáver del chucho e hicieron el teatrillo. — El Padre procedió a suspirar algo aliviado y a sentarse en su escritorio.
— Gracias a dios nadie ha visto nada, así que podemos decir que está semana no ha sucedido nada y que Heiland nos ha protegido, pero de verdad, señor Jung, tenemos que pisar el acelerador y acabar con esto. No me gusta este lugar ya. Creo que he permanecido demasiado tiempo en este sitio... — Comentó sacando del cajón de abajo de su escritorio una copa y una pequeña botella de Coñac.
— Pero tiene un acuerdo con el alcalde Oh, y no le conviene darle la espalda, él es quien mantiene a la policía lejos de aquí. — Al recordarle aquel pequeño detalle el Padre se llevó la copa a la boca con desaliento.
— Ni me lo recuerdes... — Respondió después de servirse una más.
— Y además, aún hay dinero y pagos pendientes en esta zona, todavía hay tierras por adquirir. — Puntualizó mientras se inclinaba hacia atrás en su butaca. — Además de que podemos tener problemas para poner en marcha nuestra marcha.
