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Nos dirigimos por detrás de la tarima, abrió una puerta y daba a un pasillo largo con varias habitaciones, bueno los camerinos.

Esto es lo que siempre quise.

Tocó una de las primeras puertas.

— ¿Quien es? — respondieron desde adentro.

— soy Diana, abre la puerta.

Al parecer ella es como la autoridad de las bailarinas, esta chica le abre rápido la puerta.

— ¿Que sucede Diana?

— En media hora debes estar fuera de este camerino.

— Tu no eres la dueña.

— Te cambias de camerino o te despiden de tu trabajo tu decide.

— Diana pero este siempre ha sido mi camerino.

— Frank se lo ha dado a Eliha.

— Avisale a las chicas que las veo en mi camerino en media hora.

— Esta bien.

— Diana yo puedo acomodarme en otro camerino, no importa.

— Eliha la primera regla es no llevarle la contraria a los dueños.

— Entiendo.

— En el piso de arriba están todos los vestuarios, escoge todo lo que quieras y traelo a tu camerino.

— Esta bien.

Subí las escaleras, me encontré con una tienda de ropa y zapatos.

¡Esto es lo mejor que me ha pasado! ¡Toda esa ropa!

Empecé a escoger vestidos platinados y otros con escarchas.

Tome un carrito de metal para colocar todo.

¡Medias panties y medias de huecos! escogí como 10 de todos los colores.

Chalecos y camisas cortas.

Tacones de plataforma y de punta, escogí de todos los modelos pero de color negro y plateados.

— ¿Eres nueva verdad? — se refirió a mi una chica rubia de ojos color miel y curvas exageradas.

— Si

— No puedes llevar todo eso.

— Me dijeron que lleve lo que quiera.

— No durarás mucho tiempo, creeme no necesitas tanto.

— Tal vez dure más de lo que te imaginas.

— Suerte.

— Gracias.

Me di la vuelta, baje a mi camerino y metí como pude el carrito de metal con todas las cosas.
— Tenemos junta en la habitación de Diana, date prisa después arreglas eso.

— Oye lo lamento, yo no quería este camerino.

— Lo sé, escuche cuando se lo dijiste a Diana, soy Cintia.

— Yo soy Eliha.

— Tengo algunas cosas mías todavía, en un rato las saco.

— No te preocupes.

— Vamos a la junta.

Salimos al camerino de Diana, habían como 20 bailarinas.

— Diana termina con esto, en dos horas abre el bar.

— Bueno esta junta, es para presentarle a la nueva princesa del bar. Eliha parate de este lado por favor. Ella es la nueva bailarina y toda deben respetarla, ella sera la primera en bailar esta y todas las noches. Escogerá las canciones y Frank la apodo la princesa del bar.

Bailar para SalvarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora