Cuando la vida nos separe.

Después de Todo

................Dia 92.............

Aquella mañana, me mire al espejo para quitar lentamente toda la pintura de mi rostro, pensado en la propuesta de Tezli,  la cual acepte a regañadientes mirandome al espejo, tenia que hacerme a la idea que Patrick era historia antigua, pero era imposible no revivir aquellos momentos cortos pero intensos, una historia de meses que dificil mente olvidare en lo que me quede de vida.

Tome el celular y mande aquel mensaje, confirmando mi asistencia, a la brevedad respondio, quisiera decir que me entusiasma asistir aquel evento, pero le prometi a Dom, no hundirme en la misera y petetica depresion del desamor.

Aquella mañana al bajar de mi recamara de aquella mansion en los suburbios, se encontraba Faustus en el area de la cocina,  preparando el desayuno para llevarle a Dom, con una diadema de audio con luces, Me alegraba ver que aquel viejo cascarabias al fin se permitiera ser feliz.

 —¡Ay Jazz, espantas!—Responde Faustus, dejando caer del plato que sostenia algunos fragmentos de fruta picada, despues de aquel brinco.

No pude evitar reir al respecto, tocandome el rostro.

—Olvide quitarme la pintura del rostro, acaso para esa reaccion—Respondo, recargando mis manos en la isleta,  soltando algunas carcajadas.

—Cariño son mis primeros dias en esta casa, aun no me adapto—Responde—recuperando el aliento en el cuerpo.

—Me da gusto que se atreviieran a dar este paso, jamas lo hubiera imaginado, me tomo todo por sorpresa—Anuncio con una gran sonrisa, tomando un cubo de sandia picada perfectamente simentrico.

—¡Que pena al respecto por aquella tarde, jamas pensamos que regresarias!—Resopla Faustus con cierta pena invadiendo su rostro, sin poder evitar sonrojarse.

—Tranquilo, no pasa nada, solo procuren poner seguro la proxima vez—Añado antes de retirarme, dando una ligera palmada a la placa de marmol de aquella isleta.

 —Lo tendre en cuenta, disfruta la tarde, por cierto, ese vestido amarillo, !Ey chica esta de diez¡—chilla de emocion, chasqueando sus dedos en señal de aprovacion-

—Gracias— asiento con una pequeña reverencia, ante el sonido del claxo proveniente de la camioneta de Tezli, quien ya se encontraba fuera.

No podia evitar sonreir. Faustus es muy ocurrente,  no dudo ni un instante que sera benefico en la vida de Dom.

Al salir de casa, la ventsica de aire me recibe, acariciando mis mejillas, aquellos tenues rayos de sol anunciaban que seria un perfecto dia despues de todo, el viento hacia  lo suyo con aquel vestido  liso  con tirantes de  color amarillo, revoloteando sutilmente aquella delicada tela, mientras me doirigia por el pequeño sendero hacia la camioneta donde Tezli ya se encontraba abriendo la puerta del copiloto, El solo sonrio al verme, esperando termira de acender al vehiculo, para cerrar la puerta.

—¿Estas lista?—Pregunta, buscando señales de aprobacion.

—Claro—Anuncio, con una sutil sonrisa, la cual dedujo de inmediato que no estaba del todo convencida.

—Animate, dale una oportunidad,  veras que te gustara,  sera en las dunas de servantes—Espeta—esperando obtener de mi parte una sonrisa, lo cual no ocurrido, solo un pequeño gesto de aprovacion y levantamiento sutil de mis hombros.

Jamas habia acudido a las dunas de servantes, por cada uno de los mitos que circulaban por la zona, en efecto podria sustentar ahora que era la cueva de los maleantes donde hacia sus fiesta y eventos privados, podria ser la oportunidad perfecta para ver y confrontar a Patrick despues de todo nacio un proposito para asistiir.

Aquella camioneta tomo su curso sobre la avenida y calles de la ciudad, para dirigirnos a las afueras, alejados del bullicio de acaudalada ciudad, convinandose con el silencio total de nuestro entorno, solo se escuchaba algunos silvidos chillantes del viento al colarce por las ventanas.

Algunos kilometros  que avanzabamos por aquel sendero tapizado de arena color carmin, el eco de la musica se escuchaban con más fuerza, mi cuerpo mostraba toda la estabilidad que mi mente no poseia.

-Al bajar podrias por lo menos disimular que te encuentras en un estado de animo aceptable—espeta— Tezli, echando de reversa la camioneta para estacionarla.

—Claro—anuncio—tratando de evitar sacar la vilis de mis entrañas, tenia ganas de todo aquella tarde, menos de pelear, no requeria desgastar mis pocas energias en disgustos estupidos.

Al ir caminando entre la multitud no puedo evitar voltear a cada uno de los sectores ubicados, buscando minusiosamente.

Era la unica chica con vestido de coktel, con un color chillante, todas las demas dejaban ver sus bronceadas piernas, torzo y una parte discreta de sus pechos con sus tops.

Aquella fiesta era el ejemplo perfecto de todo lo que me queria alejar, cocaina, marihuana era de lo más habitual en observar y ceder en la tentacion.

Acaudalados millonarios exponiendo su coleccion de motocicletas deportivas, autos exportados, antiguos, incluso animales exoticos en jaulas bañadas en oro, en lo particular aquel pavoreal albino que lucia majestuoso en ella, pero la realidad era que jamas dejaria de ser una prision el estar ahi dentro.

Me consterne por un instante, aquel pavoreal deja ver la tristeza en sus ojos cristalizados.

—Dentro de poco estara en mi mesa para ser degustado—alardea—un tipo alto, moreno de torzo ancho y fuerte, con un paleacate en su frente dejando ver su calva.

Solo lo observe de reojo y avance del lugar, sin antes despedirme de tan desafortunada ave, no queria ocasionar más problemas en zona de mafiosos, nada podria salir bien.

De pronto el Dj anuncia el comienzo de las carreras, invitando a que siguieran apostando a sus favoritos, busque un sitio adecuado para observarlas moviendoeme entre la multitud, afortunadamente Tezli se encontraba haciendo dinero, con la venta de la droga, lo cual era perfecto para poder estar sola.  El viento resoplava con mayor fuerza a cada instante, el humo de colores que desprendian los petardos convinados con la arena, imposibilitaba observar del otro lado de la pista, las carreras de motos deportivas habian comenzado.
me movi entre la multitud para conseguir cruzar aquella pista, no me importaba nada en lo absoluto,  de pronto mi corazon y mi ser se paralizo, al verlo por un instante su mirada fija en mi, oculto entra la silueta de los demas, aquel gorro en su cabeza no logro confundirme, mis ojos estaban seguros de haberlo visto.

La noche llego y jamas volvi a ver aquellos ojos en resto de aquella fiesta.