Los fantasmas realmente existen, una advertencia de estos seres fue: "Cuidado con la Cumbre Escarlata"
No le tome importancia hasta muy tarde, proteger a mi hermana es mi trabajo, daría mi vida por ella si fuera necesario.
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2 meses después
-No quiero que te vayas- Le digo triste a Edith, ella esta empacando sus cosas ya que tomo la decisión de irse con Sir Thomas.
-Lo siento, pero él es mi esposo ahora y debo seguirlo-
Muchas cosas pasaron estos meses, el testamento de mi padre decidía que Edith se quedará con la casa y el 20% de la empresa, yo tendría el otro 80% y algunos otros bienes.
Edith contrajo matrimonio con Sir Thomas un mes después de que yo me casara con Alan, el señor Ferguson fue la persona que nos entregó, al no estar mi Padre, mi boda fue un poco más grande que la de Edith y eso fue por la mamá de Alan, ella quería que nosotros fuéramos el centro de atención ese día, y vaya que lo logró, la verdad hubiese preferido tener algo más íntimo, como fue con Edith.
-¿Y la casa?- Pregunto mientras la ayudo a bajar sus maletas hacia la primera planta.
-Creo que tendré que venderla- Me detengo y volteo a verla enojada.
-¿Venderla?, Edith, no lo hagas-
-Yo me iré, tú tienes tu propia casa con Alan, lo mejor seria venderla- Reanudo mi paso, bajamos a la primera planta y en ella estaba Alan y Sir Thomas esperando por nosotras.
Al llegar con ellos el Baronet toma las maletas para ayudarnos, Alan me abraza por la cintura y deja un beso en mi mejilla.
-Bien, si vas a venderla, yo la compraré- Le digo a Edith decidida.
Ella voltea a verme y niega divertida.
-No me dejarás venderla a alguienmás, ¿Verdad?-
-No, aquíviví muchas cosas, buenas y malas y no quiero que alguien ajeno ocupe nuestra casa, así que yo la compraré-
-Está bien, luego veremos todo eso, ahora es momento de irnos- Me responde ella tomando una de las maletas, el Baronet al ver eso se la quita y le sonríe a Edith, ambos salen de la casa hacia el vehículo que los llevará.
-¿No quieres ir a dejarlos a la estación?- Me pregunta Alan mientras caminamos hacia afuera.
-Si vamos con ellos, no la dejaré ir, ahora mismo me estoy conteniendo- Le respondo divertida.
Me suelto de Alan y camino hacia Edith, la abrazo fuerte y le doy un beso en su frente.
-Te quiero mucho, nunca lo olvides, te estaré escribiendo todas las semanas- Le digo separándome de ella.
-Yo también te quiero- Me responde, Alan también se acerca y le da un abrazo.
Doy unos pasos hacia mi izquierda y llego con el Baronet, lo abrazo y le susurró al oído:
