Luego de la propuesta de Alan, salí corriendo de la oficina en busca de mi hermana y arrastrarla a las tiendas para que me ayudara a encontrar el vestido para esta noche.
Tarde horas pero pude encontrar el perfecto.
Había terminado de vestirme y solo estaba esperando a que Alan viniera por nosotros, mi Padre y yo, ya que Edith no tenía ganas de ir.
Me encamine hacia la segunda planta, donde se encontraba mi familia, estaba por bajar las escaleras cuando escucho a mi padre decir:
-Necesito un corsé- Estaba viéndose en el espejo.
Comienzo a reír y llamo la atención de mi padre que al verme queda boquiabierto.
-No, no lo necesitas, te ves muy apuesto y joven- Digo para terminar de bajar.
-Que suerte tiene ese joven hija, eres bellísima como tu madre, ambas lo son- Nos dice nuestro padre para tomar a cada una de un hombro.
-Quisiera que cambiaras de opinión y vinieras con nosotros, la señora McMichael se tomó muchas molestias al planear todo sola, y Sir Thomas Sharpe estará ahí, al parecer se ha interesado en la joven Eunice, te vi cuando estabas espiandonos hija- Continua, ahora hablándole a Edith.
-¿Tan descabellada era su propuesta que ameritó una respuesta tan dura de tu parte?- Pregunta mi hermana para sacudir el traje de mi padre.
-No fue su propuesta mi amor, fue él mismo, en ese hombre hay algo que no me gusta, eh, y no me gusta no saberlo- Responde, para darle un beso a mi hermana en su mejilla.
Camina hacia mi y me ofrece su brazo el cual tomo, nos dirigimos hacia las escaleras para llegar al primer piso.
-Yo vi a soñador que no aceptaba su derrota- Continua Edith.
Mi padre al escuchar eso hace una mueca.
-¿No notaste su traje?, bellamente confeccionado pero hace una década al menos-
Antes de siquiera poner un pie en la escalera mi padre voltea hacia mi hermana y le dice:
-Lo que noto es que tú observaste mucho más que yo- Nos damos la vuelta y ahora si bajamos.
-Su calzado hecho a mano pero desgastado- Dice mi Edith.
Escucho sonar una campana avisando la llegada de mi prometido.
-Debe ser el Doctor McMichael quedo de venir por ti hija en su nuevo vehículo, ven Edith a saludar, es un gran muchacho acaba de inaugurar su consultorio- Comenta mi padre terminando de bajar las escaleras.
Escucho que Alan saluda a la señora de la limpieza y mi padre suelta mi brazo para llegar hacia mi prometido.
-Señor Cushing- Saluda Alan con un apretón de manos.
ESTÁS LEYENDO
La cumbre escarlata (Alan y tú)
Hayran KurguLos fantasmas realmente existen, una advertencia de estos seres fue: "Cuidado con la Cumbre Escarlata" No le tome importancia hasta muy tarde, proteger a mi hermana es mi trabajo, daría mi vida por ella si fuera necesario.