Capítulo 5

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Dolor

Solo eso, dolor era lo que sentía en todo mi cuerpo y por dentro estaba destrozada, un "Lo siento, papá" no sería suficiente. Claro que no.

El dolor interno era mas doloroso que el dolor físico, veía en el espejo mi cuerpo lleno de moretones y sangre mientras las lagrimas salían sin control de mis ojos.

Me siento tan estúpida mientras lloro. Llorar no hará que cumpla sus expectativas por que no soy lo suficientemente buena.

Me meto debajo del agua de la ducha lavando toda la sangre seca que carga mi cuerpo y con ella se iban mis esperanzas. Cerraba mis ojos pero los recuerdos de hacen unas horas llegaba a mi mente.

-Eres una jodida zorra Yalik, estoy tan decepcionado de ti ¿Cómo mierdas se te ocurre besar a un hombre como una cualquiera?, ¡Así no te crie! - Golpeaba mi rostro una y otra vez.

-Alex, basta por favor, la estas lastimando mucho- Mi madre lloraba detrás de él tratando de tomar  su brazo.

-Tú cállate o te va a ir peor a ti Siany- Empuja a mi madre con fuerza al suelo para volver a golpearme.

Traté con todas mis fuerzas defenderme y escapar lo mas rápido posible pero sus golpes se volvían mas violentos.

-Déjame explicarte lo que pasó papá- Uno de sus golpes se dirigió hacia mi boca haciéndome escupir sangre.

-No hay nada que excuse tu maldito comportamiento- Me lanza hacia al pasillo viéndome con rabia.

-Lo siento, papá, lamento no haber sido la hija perfecta para ti, lamento nunca cumplir tus expectativas, lamento no ser lo suficientemente buena para ti, lo siento tanto, papá- Me puse de pie adolorida y caminé lo más rápido que pude a mi habitación cerrando la puerta detrás mío para comenzar a llorar.

Durante toda mi vida he tratado de ser la mejor en todo, solo para él sin pensar en mi misma, esto duele y el dolor es interno.

...

Caminé para entrar a la universidad, llevaba una sudadera bastante larga viendo al suelo para ocultar todos los golpes que me brindo mi padre.

Sentí una fuerza tomando mi brazo para meterme a un salón vacío ¿Qué carajos?

-Cedeño, tenemos que hablar- El ojiverde cierra la puerta con seguro para volver su vista hacia mi -Mira Ya... ¿Qué carajos te pasó Yalik? ¿Quién te hizo eso? ¡Dímelo ahora, juro que lo mato!- Tomó mi rostro entre sus manos inspeccionando los golpes.

-Lucas, eso no te importa, es mi problema y no quiero que te metas en ellos- Tomé sus manos alejándolas de mi, ¡Dios! sus manos son grandes y suaves, me voy a morir, bueno, tengo que dejar de pensar esas cosas. No ahora. -Solo dime que necesitas para irme de aquí-

-No, vamos a escaparnos de las clases hoy, aunque no quieras, si salimos de aquí salimos juntos- Tomó mi mano entrelazando nuestras manos, les juro que estoy apunto de morir.

-Lucas, yo, no cr...- Escuchamos una voz acercándose al salón por lo que él me jala metiéndome con el a un closet donde quedamos muy cerca, pero no se el por qué no me incomoda en lo absoluto.

 -No hables ni hagas ningún ruido- Susurra en mi oído para dejar un leve beso en mi mejilla. ¡Este hombre me va a volver loca!... Esperen, no, o sea, eso no significa que me atraiga ¿verdad?

-Yay, ¿Estás aquí?- La voz de Ailén llega a mis oídos pero siento la mano de Lucas tapando mi boca, escucho como la morena se aleja del salón ya que tenia seguro y no podía entrar. Él me saca del closet tomando mi rostro en sus manos viendo a mis ojos.

-Déjame ayudarte, llevarte a otro mundo y limpiar tus lagrimas- Susurra pegando su frente con la mía cerrando sus ojos.

De alguna manera me hace sentir cómoda y segura estar tan cerca de él ¿Estaré haciendo lo correcto?, a la mierda todo, necesito distraerme y olvidar por un momento todo.

-Bien, vamos a escaparnos juntos Martinelli- Veo como una sonrisa sale de sus labios mientras abre sus ojos y veo un brillo en ese verde claro que adorna sus ojos.

-Vamos Cedeño- Besa mi frente lo que me hace sonreír, aprieta un poco mi mano y así salimos del salón riéndonos por la gran diferencia de tamaño que tenemos.

Diría que miento si ese brillo no me hizo sentir nada, vi tanta honestidad en sus ojos. Una honestidad que no había visto, porque si, después del beso se disculpó conmigo y empezamos de nuevo. Nos encontrábamos en los pasillos dándonos un choque de manos o una simple sonrisa.

Me estas agradando mucho Martinelli.

Mi ultimo recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora