La carretera...
La carretera era lo único que nos rodeaba, estaba con él en su auto dirigiéndonos a la cabaña.
Escapándonos de clases, claro.
Me sentía tan feliz al tener por fin nuestro momento solos disfrutando el uno del otro.
¿Saben? Sé que el amor no es como las películas y los libros lo muestran, el amor debe ser real, con peleas y lagrimas. Una vez escuché que el amor no es amor sin el dolor, pero este amor no causa dolor, soy feliz cuando estoy con él y su simple presencia me traía tanta paz que lo sentía irreal, su voz, su olor, su risa, sus besos, su forma de mirarme ¿En qué momento se convirtió en alguien tan importante en mi vida? No mentiré, estaba enamorada de él y realmente creía que él sentía lo mismo, de verdad lo creía.
El camino se sintió largo, Lucas estaba diferente en los últimos días y me asustaba ¿Estaba teniendo problemas en casa o pasando por una situación difícil? ¿Yo estaba pensando demasiado? Mi mente aveces era un túnel en el cual pasaban muchas cosas a la vez y me preguntaba si yo estaba dramatizando.
-Llegamos, Yalik- Su voz me hizo salirme de ese mundo en el que estaba sumergida así que bajé del auto.
Él también bajó, obviamente, cuando entramos a la cabaña sentí como se acercaba a mí y sus ojos veían fijamente los míos, ahí lo entendí, ahí supe que estaba lista, que lo amaba y confiaba en él.
-Estoy lista- Él asintió despacio y sus manos deslizaron el vestido que llevaba puesto, la piel suave de sus manos rozó con suavidad mi cuello uniendo nuestros labios en mi primer beso pasional, nuestros labios encajando a la perfección y rozándose con pasión combinada un toque de delicadeza.
Y en aquella cabaña, donde le abrí mi corazón y le mostré mis sentimientos, me entregué a él, a la persona que amaba y tomó mi cariño en poco tiempo.
Me entregué a Lucas Martinelli...
***
POV Lucas
¿Qué carajos acabo de hacer?
Tenia a Yalik Cedeño recostada en mi pecho desnuda y solo una manta cubriéndonos, me sentía tan bien y a la vez tan mierda, carajo, era su primera vez y confió en mí.
Dios, todo ella era perfección, todos los recuerdos de hace un rato pasaban por mi cabeza, su rostro, como el único sonido a mi alrededor provenía de ella, su rostro, como se sentía, su suave piel. Lo había conseguido, cayó, le mostré que también podía ser una más de mis lista y aunque me sentía bien, una parte de mí tenia claro que hice algo malo, mi ego ganó.
Me levanté de ahí rápidamente, necesitaba que saliéramos de ahí lo antes posible antes de las preguntas y dudas al respecto.
-Debemos irnos- Comencé a vestirme con rapidez tratando de no hacer ni un solo contacto visual con ella.
-¿Tan rápido? Pensé que nos quedaríamos un poco más- Otro golpe a la realidad de lo que había hecho en la cara, Lucas 0, realidad 1.
El camino fue silencioso, aunque para mí fue tan incómodo y extraño sabiendo que seria la última vez que estaría con ella paseando por la carretera escuchando su risa, sus extraños chistes, sus historias sobre libros que había leído y lo obsesionada que se volvía con algún personaje literario, aunque lo cambiaba con cada libro que leía. Su cabello siendo movido por el viento en la carretera, su sonrisa de emoción y adrenalina cuando iba a toda velocidad, lo suave de sus labios y el brillo en sus ojos, esperaba que realmente me perdonara cuando supiera la verdad, diré lo de siempre... Lo siento mucho, Cedeño.
Cuando llegamos, sentí por ultima vez sus labios, esos que llegaron a encantarme más que a nada, ni siquiera tenia el valor de despedirme de esos ojos. ¿Por qué lo hice? No lo sé, se supone que las cosas que se cuidan no se tiran de repente, pero lo hice y me odié por eso, pero aunque quise quedarme con esa sonrisa, esos ojos, esa voz, no podía hacerlo y jamás encontraré una excusa para lo que hice.
Hiciste girar mi mundo y lo llenaste de luz Yalik Cedeño.
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Mi ultimo recuerdo
Teen FictionSolo escribía posada en aquella cama cada momento desde que llegó aquél chico, seria su ultimo y mejor recuerdo...