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𝐕𝐎𝐋𝐕𝐄𝐑𝐄 𝐀 𝐓𝐈
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Perdí la cuenta de todo lo que tuve que pensar, ya comenzaba a dolerme la cabeza, pensar demasiado me afectaba, salí de los pensamientos al oír las voces de dos chicas.
— ¡Dejen de seguirnos!
— ¡Aléjense!
— Vamos chicas, no se hagan rogar, la pasarán muy bien con nosotros.
— ¡No!
Me giré completamente hacía la escena, 5 chicos estaban intimidando a dos chicas, una de ellas me pareció conocida, hasta caer en cuenta de que se trataba de la hermana de Mikey, la otra chica que iba con ella no la conocía. me levanté y me acerqué a ellos, dejando mis manos en los bolsillos.
— Oe. — llamé la atención, tanto las chicas como los chicos me vieron.
— ¿Y tu qué? Piérdete. — Frunció el ceño el líder.
— Chicas ¿están bien? — Pregunté.
Ambas negaron con una expresión de susto, rápidamente se me acercaron, ocultándose atrás de mi, yo miré a los acosadores con el ceño fruncido.
— ¿Y? ¿Qué harás? Eres tan bajito y.... — Comenzó a reírse. — Tan débil.
— Oh... — Una vena se reflejó en mi mejilla. — Veremos si dices lo mismo después de darte una paliza.
A los cinco presentes les di un fuerte golpe dejándolos inconscientes al momento y con sangre escurriendo por su nariz, siento que me emocioné bastante...
Giré hacía las chicas, dándoles una sonrisa dulce, ver a Emma en buen estado me colocaba de buen humor, la había extrañado.
— Me alegro que estén bien, deben tener más cuidado la próxima. — Aconsejé mientras las veía.
— Muchas gracias por la ayuda, si no hubieses estado por aquí, no sabemos que hubieran hecho ellos. — Soltó Emma más tranquila.
— No ha sido nada, por cierto soy Yue. — Me presenté.
— Yo soy Emma y ella es mi amiga Hina. — Señaló.
— Es un placer. — Hice una pequeña reverencia. — Por cierto ¿Dónde iban?
— Oh íbamos a esperar a mi hermano y alguien más aquí. — Sonrió Emma.
— Si gustan... Espero con ustedes, así para asegurarnos de que estos tipos no les hagan nada. — Dije señalando.
Y hablando de eso, noté que se despertaron apenas pero desaparecieron rápido por precaución.
— ¡Muchas gracias! — Exclamó Hina.
Asentí sin decir más, los tres fuimos al banco donde estaba, yo saqué mi móvil revisando las notificaciones mientras ellas conversaban de lo suyo
— Por cierto. — Habló Emma. — Te me haces conocido, ¿Nos hemos visto antes?
Mierda...
Detuve lo que estaba haciendo, observando a Emma, me tragué los nervios y aclaré la voz.
— Hmm La verdad es que no, es primera vez que nos vemos. — Intenté sonar tranquila.
— Que raro... — Se quedó pensativa.
— Oh... — Volví la mirada a mi móvil. — Ya llegaron...
— ¿Eh?
Ambas voltearon, para luego levantarse, al parecer estaban aquí, tragué saliva preparándome para responder.
— Emma ¿Y él quién es? — Preguntó Draken.
— ¡Nuestro salvador! — Respondió la rubia. — Unos tipos empezaron a acosarnos y él los dejó inconsciente, fueron cinco contra él.
Joder, ¿Por qué tanta información?
— Oh...
Me levanté guardando el móvil y volteando para verlos con una expresión neutral.
— Hola, es un placer. — Hice una pequeña reverencia por educación.
— ¿Tú nombre? — Preguntó Mikey.
— Yue, es un honor conocer al invencible Mikey. — Dije.
— Así que me conoces. — Su expresión volvió a una seria.
— Digamos que lo buscaba. — Confesé.
— ¿Y?
— Quiero unirme a la Toman. — Confesé.
— ¿Por qué debería aceptarte? No te conozco. — Si las miradas mataran, yo estaría 10 metros bajo tierra.
Quedé pensativa a sus palabras luego sonreí de lado.
— Bien, hagamos esto. — Pausé. — Te reto un duelo, si yo gano... Me dejarás unirme a ti.
— ¿Y si yo gano? — Preguntó.
— Puedes matarme a golpes, como gustes. — Le resté importancia.
Hubo silencio total, ambos teníamos una batalla de miradas, sabía que él intentaba leer mis intenciones.
— Me pareces agradable, acepto. — Sonrió levemente.
— Pero Mikey los demás...--
— Será matar el tiempo en lo que los demás llegan. — Se estiró Mikey.
Esta había sido mi decisión, no podía volver atrás.
