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𝐕𝐎𝐋𝐕𝐄𝐑𝐄 𝐀 𝐓𝐈
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La noche había caído rápido, marcando ya las 10 en el reloj, se escuchó el motor de una moto, me asomé por la ventana, viendo a Mitsuya acercarse, así que antes de que llegara a tocar, abrí la puerta, recibiéndolo con una pequeña sonrisa, le invité a pasar, cerrando atrás de él, lo llevé hasta la sala.
— Mitsuya ¿Quieres algo de tomar? ¿Tienes hambre? — Pregunté.
— No, estoy bien así. — Aseguró, amablemente.
— Bien.
Soltando un largo suspiro, me senté frente a él, su expresión mostraba curiosidad, intriga, tomando el valor, poco a poco me fui quitando la peluca, seguido mi cabello cayo al quitarle la coleta también, moví mi cabeza para que mi cabello quedase en su lugar, volví a mirar a Mitsuya, quien ahora tenía una mirada de sorpresa, iba a decir algo pero entonces se le llenaron los ojos de lágrimas.
— Pero--
No alcancé a hablar, sentí los brazos de él rodearme en un abrazo, sonreí con nostalgia correspondiendo el abrazo.
— Tonta... ¿Dónde estuviste todo este tiempo? ¿Sabes cuando me dolió? Egoísta... — Se quejaba.
Nos separamos del abrazo, suavemente con la yema de mis dedos quité las lágrimas que resbalaban las mejillas de este.
— Tengo mis motivos, lamento ocultarte esto al igual que los demás. — Dije manteniendo la sonrisa en mis labios.
— ¿Por qué decidiste hacerlo? — Preguntó, dejando de llorar.
— Por Kisaki. — Volví a mi semblante serio.
— ¿Kisaki?
— Ese día nadie lo notó pero... Fue Kisaki quién me disparó... Ese día actuó como si estuviera sorprendido pero solo fingió. Él fue el culpable, si él llega a enterarse que estoy con vida... Los lastimará o quizás esta vez si logre matarme. — Expliqué.
— Ese maldito bastardo...— El ceño de Mitsuya se frunció.
— Por favor guarda el secreto ¿si? — Pedí.
— Confía en mi. — me dedicó una sonrisa.
— Gracias...
— Ahora, tendré que terminar de tomar tus medidas, haré un diseño exclusivo para ti, de paso también algo para tus... — Señaló mi busto.
— Pervertido. — Hice una mueca.
Mitsuya soltó una carcajada. — Si Smiley se entera de esto me matará. Linda, ¿Podrías mostrarme la faja que usas para ocultarlos?
— ¿Eh? Ah si... — Fui corriendo a la habitación y regresé, entregándole la faja que solía usar.
Takashi verificó la prenda como si investigara algo, sin duda era bastante bueno, tenía talento.
— Presiento que esto te molesta así que voy a diseñar uno nuevo que sostenga pero que no moleste. — Aseguró confiado.
— ¡Gracias! Eres el mejor Mitsu~ — Me acerqué y lo abracé.
MIENTRAS TANTO EN OTRO LADO
— Espero traigas información válido, no tengo tiempo para perder. — Demandó el Rey.
— Claro, te gustará esto. — Respondió un chico.
— Te escucho.
— Todo indica de que aquel chico es en verdad ella, según lo que he investigado, su manera de pelear es igual y fuerza la misma, al parecer su objetivo es acabar con usted. Lo mejor de todo es que no sospecha de mi. — Comenzó a reír el chico.
— Cállate, mantenla vigilada, ella es esencial para mi plan, no hagas nada estúpido. — Demandó el Rey.
— ¡Entendido! — El chico hizo posé de militar.
— Aunque no lo creas, esa chica es astuta pero, yo soy el doble de astuto, ya verás como terminará obedeciendome. — Sonrió con ironía.
— Jefe una pregunta, ¿Por qué le interesa tanto esa chica? Podríamos matarla y ya. — Mencionó el menor.
— Ella es esencial en mi plan, si ella me sirve, acabaremos con la maldita Toman, seremos los vencedores. — Mantuvo la sonrisa. — Pero si llega a traicionarme, entonces la mataré, no dejaré que viva como el principio.
