𝐕𝐎𝐋𝐕𝐄𝐑𝐄́ 𝐀 𝐓𝐈 ┊ Nahoya Kawata. ☑

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𝐕𝐎𝐋𝐕𝐄𝐑𝐄 𝐀 𝐓𝐈

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Repentinamente después de un fuerte golpe, todo se volvió oscuro, ¿qué había pasado? El anochecer cayó, venía caminando desde el parque, donde medité por mi misma, sin darme cuenta me vi atrapada en un lío, 15 hombres me rodearon, se veían desarmados o eso creí hasta que el líder sacó un tuvo y me dio con él, mi cabeza había comenzado a sangrar un poco, intenté mantenerme de pie pero no, caí de rodillas al suelo. De entre el grupo, un tipo se abrió paso acercandose.

— Jaja él jefe había dicho que eras fuerte — Comenzó a reírse. — Que decepción, niña.

Por un momento me sorprendí pero no me dejé intimidar, desde mi posición lo observé con el ceño fruncido. 

— Ah ya te recuerdo... — Murmuré, apenas consciente.  — Eres el perro faldero del cuatro ojos, quiero decir, Kisaki.

— No tienes como probarlo. — Sonrió amplio. — Eres ruda, me gustan así~

— Vete al infierno.

Volvió a reírse, lo cual, me molestaba, poco a poco se fue alejando.

— Encárguense de que llegue al hospital y no pueda estar presente en la pelea final. — Ordenó, desapareciendo.

Los hombres obedeciendo se prepararon, cerré los ojos fuerte esperando el golpe pero nunca llegó, apenas abriendo los ojos logré ver a Smiley junto a Angry, ellos me defendieron, en poco tiempo derribaron a los 15, dejándolos inconscientes. 

— Chicos... — Solté sorprendida.

Smiley se acercó con su típica sonrisa.

— ¿Estás bien Yue? — Preguntó.

— S-Si, gracias a ustedes... — Respondí, levantándome.

— Te lo debía, me disculpo por lo de antes. — Dijo sincero.

— Esta bien, no pasa nada. — Sonreí nerviosa.

— Vamos a mi casa, curaré el golpe en tu cabeza. — Ofreció.

Solo había un problema, si llegara a revisar mi cabeza, seguro se daría cuenta de la peluca que utilizo siempre, no podía correr riesgos así.

— ¡No! Solo llévame a casa, yo me encargo. Por favor. — Insistí.

Me miró extrañado pero luego de un rato acepto, subí a su moto sosteniéndome de la parte de atrás, haciendo todo lo posible por mantenerme consciente.

MIENTRAS TANTO EN OTRO LADO

— ¿Lo hicieron? — Preguntó el Rey.

— No, a último minuto llegaron el capitán y el vice capitán de la cuarta división, la salvaron. — Respondió Hanma.

— Son unos inútiles... — Escupió el Rey.

— Jefe solo queda el combate final, podrías encargarte de ella como antes. — Sugirió un chico.

— Eso haré, yo mismo me encargaré de que no vuelva a vivir, no permitiré que siga arruinando mis planes. — Soltó seguro.

— ¡Si jefe!

— Hanma callalo...

— ¡Pero!

— Oe vamos a comer algo mejor. — Ofreció Hanma.

— ¡Si! Adiós jefe.

Ambos se retiraron, dejándolo a él totalmente pensativo con lo que haría más adelante.

Una vez en casa, esperé a que los gemelos se marcharan, cuando eso pasó, me quité la peluca, por lo menos, la herida no era grave así que sobreviviría, por poco y muero, estaba de suerte que ellos me encontraran, ahora sabía que Kisaki me seguía de cerca, alguien le había dicho que seguía con vida y creo saber quién es ese alguien.

— No dejaré que separes la familia, me encargaré de destrozarte, maldito Kisaki... — Murmuré para mi misma mientras me observaba en el espejo.