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𝐕𝐎𝐋𝐕𝐄𝐑𝐄 𝐀 𝐓𝐈
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Un nuevo amanecer aclarecía la ciudad, esta vez decidí salir más temprano, seguía emocionada desde el día anterior, ser parte de la Toman para mi era todo un sueño cumplido. Hoy había quedado con Mikey y otros amigos, me mencionó que quería presentarme a alguien, me dio curiosidad así que simplemente acepté. Una vez en el parque acordado, los chicos aparecieron, Mitsuya, Chifuyu, Mikey, Draken y otros dos chicos que se parecían, ellos no los conocía sin embargo, aún recordaba que el de cabello durazno dudó de mi fuerza.
Chifuyu se aproximó a mi, lanzándose como siempre, lo cual, me tuve que preparar para no perder el equilibrio.
— Hola Fuyu~ — Saludé, dándole un beso en la mejilla.
— ¿Son novios? — Preguntó el chico de cabello durazno.
— ¿Eh? — Chifuyu y yo nos vimos, luego soltamos una pequeña carcajada. — Solo somos amigos. — Aclaró Chifuyu.
— ¡Ya que todos estamos aquí! — Habló Mikey llamando la atención. — Sawa-chan, te presento a los gemelos. Nahoya y Souta, más conocidos como Smiley y Angry.
— Un placer. — Les sonreí a ambos.
— Smiley es el capitán de la cuarta división y Angry es el vice-capitán, espero te lleves bien con ellos. — Aclaró Draken.
— Seguro. — Aseguré.
— ¡Hay que celebrar! ¡Vamos a comer algo! — Exclamó Mikey.
— Yo no puedo chicos, hoy es mi turno de cuidar de mis hermanas. — Se disculpó Mitsuya sonriente.
— Esta bien, será para la próxima. — Sonrió Mikey.
— Mikey, vamos a comer. — Le animé.
— ¡Si!
— Chifuyu préstame tu moto, iré por Baji, seguro sigue durmiendo el flojo. — Dije sonriendo.
— Espero no la rayes he. — Me señaló.
— Ay... ¿Por quién me tomas..? — Hice una pose indignada.
— ¡Siendo así! Ve por Baji, nosotros estaremos donde siempre. — Dijo Mikey.
— ¡Okey!
Tomé las llaves que Chifuyu me dio y me subí a su moto, intenté acelerar pero no pasaba nada.
— Oe ¿Por qué esto no acelera? — Pregunté.
Chifuyu puso su mano en la frente, suspirando. — Estúpida, estás presionando el freno...
— Pffff Recordé que tu moto es rara. — Comencé a reír, seguido los chicos rieron conmigo.
Sin cuidado alguno aceleré rápido, la verdad es que me consideraba alguien que amaba la velocidad, no temía al peligro, el peligro me temía a mi, era buena conduciendo. En 15 minutos ya estaba fuera del edificio donde Baji vivía, adentrándome, presioné el botón del ascensor, el cual, rápidamente abrió sus puertas, subí hasta el piso correcto y bajé. Dando vuelta al pasillo, me detuve frente a la puerta indicada, toqué dos veces con suavidad y esperé unos segundos, pronto la puerta se abrió dejando ver a la madre de Baji.
— Hola mi niña, me da gusto verte. — Me dijo, mientras me abrazaba.
Si, la madre de Baji me amaba, y siempre me repetía que estaría encantada de que fuese la novia de Baji aunque nosotros dos solo nos queríamos como amigos y ya.
— ¿Vienes por Keisuke? — Preguntó mientras se hacía a un lado para que pudiera pasar.
— Si, quería invitarlo a salir a dar una vuelta. — Le sonreí mientras me adentraba. — Permiso.
— Eres tan linda, tu y Kei harían preciosa pareja. — Rió ella, yo también reí. — Puedes pasar, él se encuentra durmiendo.
— Con permiso. — Murmuré avanzando hasta la habitación de Baji.
Al llegar abrí poco a poco y justo, él estaba durmiendo, todo estaba oscuro así que me acerqué y abrí las cortinas, escuchando un gruñido por su parte, reí por lo bajo y me acerqué, acostándome a su lado.
— Kei, Kei... Tu cabello es un desastre. — Me burlé.
Baji me miró abriendo solo uno de sus ojos luego lo volvió a cerrar, colocando su brazo encima, abrazándome por la cadera.
— ¿Qué haces aquí? — Preguntó, más ronco de lo habitual.
