Trece.

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Era oscuro todo, pero se repetía frente a mi la misma escena. Dumbledore muriendo, estuve ahí, ví cuando Snape lanzo el maleficio y el director cayo. Draco estaba asustado al igual que yo, Bellatrix reía y los otros dos idiotas estaban ahí burlándose de su muerte. 

Recuerdo a Alecto ser una hija de perra, a Snape como director. Por que mientras Draco estaba en su Mansión yo cuidaba quienes estaban en Hogwarts, lo que hablaban y lo que pasaba. Estuve ahí justo cuando Harry y sus amigos llegaron, todos estaban felices... 

-¡Tu estabas ahí!- 

-No se de que hablas -.

-Viste morir a Dumbledore -.

Todos se acercaban a mí, escape junto a Snape

[...]

Sentía mi cuerpo temblar, sentía gotas en mi frente. Mi respiración se manejaba de una forma rápida y agitada. Mi sueño solía ser más recurrente. Él día que los Mortífagos invadieron la torre de Astronomía, él día que Snape había matado a Dumbledore. 

<<Ya no quiero sentir esto>>

Ya no quería seguir así, tome una navaja a un lado de mi tocador. Su mango era de oro con serpientes a su alrededor ¿Por qué estaba en Gryffindor? No era valiente, no tenía nada que hacer en una casa de la cual era tan rechazada. La punta era filosa, la clave sobre mi piel desnuda e hice un corte fino. 

No recordaba que tanto era el dolor, lo sentí una vez que Bellatrix me hizo lo que a Hermione, solo que a mí si me cicatrizo y con el tiempo se borro de mi piel. Hice una, y otra, y otra y otra hasta que mis sabanas rojas estaban más rojas. 

Tome una poción para que mis heridas curaran rápido, Pomfrey me la daba creyendo que el búho de mi madre me rasguñaba. La poción hizo que mi piel ardiera al comenzar cicatrizar y segundos después se sintió fresca. Pase mis dedos encima de donde estuvieron mis cortadas y logre sentir un pequeño tope. 

-Joder... fue profundo esta vez- Me dije a mi misma, mi pijama estaba calientita, quite las sabanas rojas y me coloque la capa de mi túnica. Salí con dirección a las cocinas, en el sótano de la sala común de Hufflepuff. Peaves molestaba, los fantasmas de Hogwarts solían andar por donde quisieran. 

Al llegar vi la cabellera platinada de Draco tratando de abrir la cocina. Este tocaba la pintura de cuenco de frutas sin darle a la fruta correcta, le daba a una piña y lo espinaba, una manzana y le lanzaba un chorro y solo se quejaba; me acerque a él con cuidado. Había pasado tiempo desde nuestro encuentro y los "encuentros" que teníamos eran alocados pero nunca entraba en mí. 

-Así no se hace- Dije tomándolo del brazo, este dio una sonrisa de lado y me cedió el paso- Gracias...- La pintura era como cualquier otra para llegar a un lugar, busque con cuidado la fruta que se debía, la pera. Cuando la encontré la señale con una sonrisa; Draco comenzó a hacerle cosquillas y esta comenzó a reír al punto de convertirse en una perilla. 

pera=perilla 
N/A: que chistosa J.K

Tom me había dicho que se había emborrachado para llegar a mi habitación y comenzamos a "salir". Hasta que me di cuenta que lo nuestro no llegaría a nada cuando le llego una carta de su familia, tenía que irse a Estados Unidos. Se marcho y dejo a cargo a el profesor Horance. 

Entramos a las cocinas, un elfo se apareció frente a nosotros. Era pequeño con los ojos como platos pequeños y una nariz que si nos agachábamos nos picaría los ojos sin problemas. 

-Queremos un poco de helado- Dijo Draco, el elfo me miro y asentí. 

-¿Desde cuando te gusta el helado? -.

-Desde siempre, no creas que me alimento de corazones o algo así. 

-Joder, Draco zombie suena interesante. 

El elfo llego con dos tazones de helado de vainilla, con un poco de frutilla para decorar. Este se marcho dejándonos solos de nuevo. Draco dejo ambos tazones en una mesa y se coloco detrás de mí abrazándome desde la cintura. 

-Draco, hoy no...- 

-¿Todo bien?- Asentí con una sonrisa torcida, frunció el ceño- No te creo. 

-Tuve un mal sueño, los tengo desde que paso todo- Dije sentándome y tomando mi tazón, una cuchara de oro estaba a mi lado, la tome y la sambutí en el manjar de azúcar- Lo tengo todos los días desde que llegamos aquí, suelo despertar con lagrimas, el sudor hace que me sofoque, hay noches en las que no suelo respirar bien... A veces quisiera. 

-Dejar de existir- Tomo su tazón y comenzó a comer de igual forma- También me he sentido así, después de todo... Fui un cobarde, no fui más que ir del lado del que más me convenía, siempre odie a Potter, no por lo que era, eso me valía una mierda... Solo, siempre quise una amistad como la de él y sus idiotas amigos. 

>>Crabe y Goyle eran las peores personas que pudieron estar en mi vida. Estaba con ellos solo por que formaban parte de las 28 familias sangre puras. Después llego Blaise y se volvió un gran pilar para mí. Vi que no solo era hacer bromas hirientes y todas esas ñoñerías, el me apoyo... Y lo sigue haciendo. Aún me ayuda cuando escucha mis gritos, tal vez sea idiota pero; me reconforta, me abraza y me escucha- Dijo poniendo en puño su mano recargada- No creas que él y yo somos algo, por que a mí solo me gustas tú y no quiero que creas que soy un marica. 

Comenzó a hablar rápido tanto que no pude procesar eso, cuando se dio cuenta de todo lo que dijo beso mi frente y salió de las cocinas. Estuve unos minutos procesando cada palabra hasta que llegue a esa que pudo de cierta forma, llegar a mí. 

-¿Le gusto?...

-Si señorita, pero por favor váyase, tengo sueño- 

Un elfo me había corrido y Draco Malfoy dijo que le gustaba, no estaba drogada y todo parecía ser real. 





Little Wish; DMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora