Lo he perdido y, esta vez, no puedo decir con seguridad que vaya a conseguir salvarlo. Me preocupaba que la mayor amenaza para Harry fuera su propia impertinencia y rebeldía; no es que esos rasgos sean injustificados, oh no. Los defectos de Harry en este caso no son culpa suya, sino que son producto de mi propia insensatez. Había subestimado su espíritu y su determinación, y al ignorarlo había encendido un fuego que no podrá ser apagado hasta que encuentre su retribución. Aun así, con la comprensión de la situación, esperaba que fuera capaz de aceptar la protección que yo pudiera ofrecerle hasta que llegara el momento adecuado para enfrentarse solo a Voldemort.
Pero divago, como suelen hacer los viejos. No fue culpa de Harry, no del todo. No huyó impulsivamente; ni siquiera se fue por voluntad propia. Con todas las cosas fuera de estas paredes de las que pretendía mantener a Harry a salvo, nunca había considerado las amenazas dentro. Nunca esperé que uno de mis propios alumnos llegara tan lejos.
¿Debería haber visto la amenaza en Draco Malfoy? Sin duda. Verás, tanto como subestimé a Harry, subestimé al joven señor Malfoy. Una vez hablé de la posible amenaza del Sr. Malfoy con Severus. Sus pensamientos sobre el asunto no eran claros. Me advirtió que no subestimara la capacidad de Draco como amenaza, pero me dijo que tenía la esperanza de que, bajo las circunstancias adecuadas, el joven podría estar asustado y ser lo suficientemente impresionable como para ser convertido. Seguramente era un Malfoy, convencido de la superioridad de la sangre pura de mago y de la importancia del poder, pero Severus estaba seguro de que Draco no tenía la composición y el carácter de un mortífago. No estaba acostumbrado a la presión, y tenía demasiado miedo. Severus sospechaba que, llegado el momento, Draco se quebraría bajo la presión. Muchas otras brujas y magos jóvenes como Draco habían intentado servir a Voldemort, confiados en su odio, su ira y sus prejuicios, sólo para morir de miedo. Lo único que se cuestionaba era si el odio de Draco era más fuerte que su miedo. Debería haberme dado cuenta de la amenaza después de que Lucius fuera encarcelado.
Mi simple y tonto error puede habernos costado todo.
La mañana de la desaparición de Harry fue terrible.
Había estado sentado en este mismo asiento en la cabecera del Gran Comedor. Aquella mañana me había despertado con una sensación muy incómoda en la boca del estómago, pero como la noche anterior había tomado demasiados sorbetes de limón antes de acostarme, lo había descartado. Entonces vi a la señorita Granger y al señor Weasley entrar en el vestíbulo, notablemente desprovistos de su acompañante habitual. Ambos parecían bastante nerviosos y, tras escudriñar el pasillo durante un momento, Hermione agarró a Ronald por la manga y prácticamente arrolló a varios alumnos en su carrera hacia la Mesa Alta. Me atrevo a decir que habría chocado conmigo si la mesa no la hubiera detenido.
-Director-, dijo la señorita Granger sin aliento, retorciéndose las manos mientras hablaba, -no quiero hacer un escándalo de lo que podría ser nada, porque Harry tiende a irse por su cuenta mucho últimamente, pero anoche, fue a buscar su tarea de Pociones, porque pensó que podría haberla dejado caer, ya ve, pero esta mañana...-
-¡Hermione, cállate!- Ronald le arrancó el brazo de su agarre. -Señor, Harry ha desaparecido. Hemos buscado por todas partes-.
Me puse de pie y los miré, sin saber qué decir. "Sentimientos extraños" no es el tipo de cosas que los niños necesitan oír cuando ya están frenéticos de preocupación. No es que sean niños normales, bajo ningún concepto.
Estaba a punto de pedirles que me siguieran a mi despacho cuando la puerta del Gran Comedor se abrió de golpe. Severus había irrumpido en el salón, con el aspecto más preocupado posible para él. Se dirigió a la Mesa Alta y bajó un trozo de pergamino arrugado.
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ECLIPSE
Fanfiction"Estás muerto, Potter... voy a hacerte pagar..." Draco juró vengarse de Harry por el encarcelamiento de Lucius, y Harry casi se rió de él. Pero Draco está planeando más que bromas en el patio de la escuela esta vez. La vieja rivalidad se vuelve mort...