Luz [Varchie]

6. Ancla

Veronica

Después del otro incidente con Archie y de que habláramos, esa noche volví a quedarme a dormir con él, y siendo sincera, al principio sentí miedo. Amo a Archie, confío en él y sigo manteniendo mi palabra en la que aseguro que él sería incapaz de hacerme daño, sin embargo, él ahora está pasando por un mal momento; sus pesadillas mezcladas con su nuevo gusto con el alcohol, y su estado de ánimo de los últimos días sólo desencadenaron que él empezara a tener alucinaciones, y lamentablemente cuando las tiene, el verdadero Archie parece desaparecer del mundo y en su lugar se queda uno que todos desconocemos, uno que sufre demasiado por los fantasmas del pasado y que incluso me da miedo.

Ese Archie me da miedo.

Ese Archie es quien no confío.

Ese Archie es el que no me dejó dormir toda la noche, porque imaginaba que en cualquier momento él se iba a despertar en medio de una pesadilla e iba a empezar a ahorcarme o golpearme al pensar que era alguien totalmente diferente.

Por eso hoy por la mañana tomé la decisión de ir a buscar ayuda, posiblemente Archie no esté muy de acuerdo ni le agrade la idea, pero es necesario. Él lo necesita. Nosotros lo necesitamos, porque si él quiere que él y yo volvamos a intentarlo, y así como él necesita tener la certeza de que no me iré de un día a otro, yo necesito saber que él no me intentara hacer daño de un momento a otro, así que él necesita tratar el tema de sus pesadillas, sus alucinaciones y su consumo de alcohol con un profesional que lo pueda ayudar para ya por fin poder estar tranquilo, porque por más lindo y mágico suene el hecho de que Archie me diga que sólo me necesita a mí para estar tranquilo y bien, que yo soy como su medicamento, su tranquilizante; al final soy sólo una persona, una persona que no tiene el mismo poder que un profesional o medicamentos de verdad; y sobre todo, soy una persona que él en cualquier momento puede lastimar.

Lamentablemente el amor no es más fuerte ni poderoso que un desequilibrio mental. 

La mente siempre será más poderosa que el corazón.

Después de un par de minutos en el taxi, finalmente llego a mi destino. Bajo del taxi después de pagarle al chofer y observo el edificio frente a mí.

La doctora Morrison es de las pocas psicólogas profesionales y especializadas en Riverdale. Lamentablemente, Riverdale al ser un pueblo tan pequeño, no cuenta con muchos profesionistas en el área de la salud mental, sin embargo, la Doctora Morrison es excelente, mi mamá llegó a ir con ella un par de veces cuando recién llegamos a Riverdale hace más de siete años y todo lo ocurrido con mi padre la tenía mal; y en la mañana, Archie me contó que Jackson la ha ido a ver un par de veces para igual hablar de los traumas que aparecieron en su vida después de la guerra y después de perder su pierna.

Una vez dentro del edificio, subo al piso donde se encuentra el consultorio de la doctora y una vez que estoy frente a su puerta, toco.

—Señorita Lodge.— la doctora me sonríe al abrir la puerta y verme, por lo que le devuelvo el gesto con amabilidad.

—Doctora Morrison– le devuelvo el saludo y le agradezco cuando me permite entrar– de verdad agradezco que haya aceptado verme con tan poco tiempo de aviso, entiendo que es una mujer ocupada y de verdad agradezco que me haya recibido pese a que la busque con muy poco tiempo de antelación.

—No tiene que agradecer, señorita Lodge– ella me regala una sonrisa afable mientras nos dirigimos hacia lo que parece ser una pequeña sala en donde hay dos sillones, uno frente al otro– siempre tengo tiempo para cualquiera de su familia.

—Espero que no se refiera también a mi padre– las dos soltamos una risa. Hace años, cuando papi salió de prisión, mamá le pidió que fuera con un especialista para que le demostrara que de verdad iba a cambiar por nosotras; sólo diré que la sesión duraba una hora y mi papá salió  molesto a los diez minutos de este lugar, y nunca más se volvió a parar por aquí e incluso sintió las ganas de demandar a la doctora Morrison– podría jurar que usted estaría muy agradecida si no lo tuviera que volver a ver nunca más.