16. Divorciada

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Veronica

Dos semanas. Oficialmente llevo dos semanas divorciada. ¿Cómo me siento? Me siento como la mujer más feliz del mundo, y no por el hecho que todos creen el cual se relaciona con Archie, sino que, soy feliz de una vez más tener mi libertad. Con esto no quiero decir que cuando estaba casada con Chad yo no fuera libre, porque pese a la actitud de Chad y sus estúpidas costumbres machistas, yo siempre he sido libre, aún dentro de ese fallido matrimonio, pero ahora, poder decir que soy libre porque ni siquiera un acta de matrimonio o un anillo me aten a un hombre, es lo mejor del mundo, es como si volviera a ser la antigua Veronica Lodge.

Y sí, pese a que mi papá no es mi persona favorita, justo en este momento amo tener su apellido una vez más. Desde antes del divorcio, cuando estaba solo separada de Chad, ya solicitaba que me llamaran de esa manera, pero ahora que esos papeles de divorcio han sido firmados, no tengo que irritarme al pedirle a la gente que me digan Lodge no Gekko.

Decir que soy una mujer divorciada me da la mejor sensación del mundo, me encanta como se resbalan esas palabras por mi boca. Aun recuerdo cuando hace unos años, estaba muy mal visto el divorcio, sobre todo para las mujeres. Si una mujer se divorciada quedaba ese título manchándole su nombre toda la vida, como si el haberse separado de una persona tuviera más peso que sus estudios, sus logros y sus éxitos.

Y aunque hoy puedo decir que esa estúpida creencia es parte del pasado, realmente no es del todo así. Hoy en día aún hay personas que juzgan a una mujer cuando está menciona que está divorciada. De inmediato nos categorizan como inestables, locas y hasta fáciles, sino es que peores adjetivos que se le imponen a una mujer que goza de llevar su vida sexual activa.

Que estupidez.

Aún así, puedo decir que la sociedad por suerte ha evolucionado un poco, por lo que no me he topado con mucha gente que me descalifique, me critique o me desvalorice por ser una mujer divorciada. Y así medio mundo tuviera comentarios negativos hacia mí y mi nueva forma de vida, me daría igual, me pasaría todas esas opiniones por donde no me da el sol.

No necesito de la aprobación de nadie. No necesito la aceptación de nadie. No necesito el respeto de nadie. No necesito de los halagos de nadie. No necesito la opinión de nadie.

Solo necesito mi aprobación, mi aceptación, mi respeto, mis halagos y mis opiniones. Solo la mía, no la de nadie más.

Por eso en dos semanas he sido la mujer más feliz del mundo, porque... ¿Qué más puedo pedir si me tengo por completo a mí y estoy más que feliz conmigo misma?

Ah...¡Cómo amo ser una mujer divorciada!

Dejando de lado la felicidad que me da el estar divorciada, en estas dos semanas han ocurrido más cosas además del claro hecho de no estar atada a un hombre— de verdad no hay día en que no pueda dejar de mencionarlo— y esos sucesos, a su vez han incrementado mi felicidad de sobremanera.

Archie tiene dos semanas yendo con la terapeuta. Tiene citas dos veces a la semana y siendo sincera, pese a que apenas llevan pocas citas, puedo decir que hay cambios en él. Ya no se le ve tan tenso, tan a la defensiva ni tan agobiado. Sus hombros ya no lucen como si cargaran con un gran peso encima, se les ve un poco más relajados. Sus ojos ya no lucen como si se encontraran perdidos en un abismo, ya se logran ver los lindos destellos de luz en esa hermosa mirada que siempre me ha enamorado. Su piel ya no luce tan pálida, por lo que las ojeras ya no se acentúan tanto, ahora luce con su típico color de piel, aún tiene ojeras porque aún tiene pesadillas, pero al menos no luce como si las ojeras estuvieran consumiendo su vida, ahora sólo luce como cualquier adulto que carga con muchas responsabilidades como lo son sus miles de trabajos.

Luz [Varchie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora