Amor Infiel

-"En Acción"-

-"Y cuando pensé en rendirme, me di cuenta que el estaba aquí"-

Capítulo 7
Había pasado rápidamente la semana y yo me sentía realmente a gusto le había tomado gusto a mi rutina, solo que mi mujer Dulce se veía algo molesta por que no teníamos el tiempo suficiente para interactuar como pareja considerando que ella llegaba a las 22:30 pm y yo me salía de casa a las 4:30am, y si aunque molesta sabía que no teníamos de otra.

-Llego el Gran Día ese fin de semana y ka Señora Eloísa, habló conmigo y no se, si se sincero conmigo, y me reveló su verdad, Alberto, espero que esto que tu estas por ver quede en secreto y no lo reveles a nadie, yo muchachito tengo deceos y no soy de piedra, también siento, tengo sangre en las venas, así que no me juzgues antes de conocerme bien, vamos al casino, pero antes tú y yo vamos por alguien a quien yo quiero mucho.

Cuando llegamos al lugar que ella pidió que fuéramos, era un conjunto de Departamentos residenciales al sur de la ciudad, ella hizo una llamada realmente corta, solo la oí decir -¡Sí,  Ya estoy aqui, si baja!.

-Cuando vi a aquel joven que con suma familiaridad  atravesó la calle, abrió la puerta del coche y lo abordó, me sorprendió verlo tan joven, sí,  tenía mi edad, ambos se dieron un beso apasionado en los labios, ambos respiraron aliviados al verse, ella me presentó de forma breve, él me saludo y me guiño el ojo, la verdad no sabía como interpretar todo aquello, ella a continuación me dio la orden de retirarnos del lugar.

-Y me dijó, ahora si vamos pues, ya llevo mi amuleto de la buena suerte, ¡y vaya que lo era!,  llegamos al Casino Royal, por lo que había escuchado alguna vez era el derroche de lujo y elegancia, estube esperando en el estacionamiento durante 3 horas, cuando al fin salieron me enteré que habian ganado 50mil pesos.

Eloisa, sin más pidió que fuéramos a ese complejo de edificios dónde había recogido al joven, pero ahora él no bajaba solo, ella lo acompañaba, se adentraron al conjunto habitacional, él la tomaba de su mano, cabe recalcar qué en ningún momento se llevo el bastón que acostumbraba a usar, el porte de ella era la elegancia misma, se veia risueña hasta con mas brillo, simplemente rejuvenecia a su lado.

Las horas pasaron y la hermosa pareja, salió fresca y rozagante con una sonrisa de oreja a oreja, él me dijó antes de despedirnos -¡Cuídala por favor! Nos vemos al rato cerré la puerta del copiloto e hice lo propio tome el asiento y encendí el motor del auto,

-Ella me habló: -Se qué sabrás entender, sí me guardas el secreto trabajaras a mi lado para siempre.
No era difícil entender, ella se transformaba, cuando llegamos a la residencia le dio la orden a las empleadas que se me alimentara y que hiciera el favor de compartir la mesa con ella, lo qué a continuación desperto sospechas en sus trabajadoras, me sorprendió ver qué en un abrir y cerrar de ojos, tomará su celular  y hablará con su hijo para pedirle que me adelantará el sueldo.

...(Continuará)