Pasaron un par de días, me había recuperado, parecíamos una familia, Caleb, la pequeña Clarisa y yo, sin embargo, no lo éramos, y debíamos encontrar a nuestras familias.
Habíamos registrado ya la mayoría de las casas, unas eran inaccesibles, llevábamos bastante comida, pero pocas armas, era hora de salir más lejos, esta vez al salir de la casa, deje marcados nuestros tres nombres.
Caminamos un poco, llegamos a lo que podría ser la parte central del pueblo, con algunos locales, necesitábamos ropa, tomamos un poco, y en las tiendas de comida casi no encontramos nada, no había ni una maldita armería, solo encontramos 2 pistolas detrás de los mostradores de unas tiendas, una con el cartucho lleno, la otra lo tenía a la mitad.
Llegamos a una gasolinera, había una camioneta, era suficiente para nosotros, parecía que estaba intacto aquí, sin embargo, cuando llenábamos algunos porrones de gasolina, un tipo con una escopeta salió de adentro.
-Dejen eso, es mío, ¡Largo!- nos amenazó
Pero Caleb y yo sacamos nuestras armas y ambos apuntamos hacia el, intimidándolo.-Nos dejaras llevarnos esto si es que quieres conservar tu vida-amenazó Caleb-Liz, Clarisa, entren a la camioneta-
Lo obedecimos sin protestar, el tipo dejo su escopeta en el suelo, Caleb subió y nos alejamos de ese lugar, cuando miré por el espejo retrovisor observe como un errante lo mataba, pobre, tal vez debimos matarlo nosotros.Caleb se veía cansado de ir manejando, le propuse manejar yo, dudó un poco porque le dije que no era muy buena, pero ya no había ningún otro carro con el que pudiera chocar, solo un camino en medio de vegetación, un camino que nos conduciría a no sé donde.
Llevo aproximadamente una hora manejando, Clarisa y Caleb duermen, el camino era muy tranquilo, empezaba a anochecer, pero estábamos seguros, me alerté cuando a lo lejos vi a unas personas.
-Caleb, despierta-
-¿Qué pasa?-
-Mira, allá, personas- una parte de mi quería que fueran del grupo.
-No te detengas a menos que yo te diga-Le hice caso, no me detuve, hasta que estuvimos a lado de ellos.
Eran Meghan, David y una de sus hijas, Jane.
-Caleb, que alegría verte- le dijo David
-Me alegro que estén bien, ¿suben?- les propuso CalebAhora al volante iba David, a lado Meghan yo iba atrás con Clarisa en mis piernas.
Meghan nos iba contando su historia, como al salir de la ciudad un grupo un tanto grande de errantes hizo que se dividieran, ellos iban con la mayoría del grupo, excepto Alice, Richard y Jade, me decepcioné un poco, también Caleb, lo noté.
Ya estaba oscuro, pero aún teníamos suficiente gasolina, David propuso seguir avanzando y estuvimos de acuerdo, me quedé dormida, al amanecer noté que entrabamos a una ciudad, era pequeña pero sinceramente no sabía donde me encontraba, aquí ya se veía todo tan feo.
Paramos al estar frente a una casa, Meghan, David y Jane bajaron muy tranquilos, entraron a la casa, y lo deduje, aquí vivían ellos.
Cuando Jane entro se veía con una sonrisa, pero luego esa sonrisa cambió a llanto.
-Pensamos que podrían estar aquí- dijo Meghan, triste
-¿Sus hijas?- pregunte
-Si, ellas sabían bien como llegar-
-Las encontraremos- no pensé lo que dije, imagine que fue estúpido, pero David me devolvió una sonrisa.
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El nuevo mundo
Teen FictionLa vida cambia totalmente para Liz, cuando en un día que parecía normal, se encuentra en medio de un apocalipsis zombie, su vida dará un cambio drástico, y ahora esta chica de solo 19 años debe enfrentar el mundo, superar muchos obstáculos para segu...