El nuevo mundo

Capítulo 6

El regreso fue fácil y sin ninguna complicación, vi a Jade platicando con los chicos, Helen fue con Richard para comentarle lo que le dije, Richard estaba con un joven, aparentaba mi edad, era guapo, probablemente era su hijo Caleb.

Helen volvió y me llevo a conocer a todos

Primero a Will y Lila, Will de la edad de Jade, Lila 16, hermanos menores de Clare, que es la doctora, 27 años, también tuvo que ayudar a sus hermanos.

Luego a Joseph que es novio de Helen, es cocinero, el les prepara todo, se iban a casar si no hubiese sido por esto.

Leila y su hermano Robert, Leila es un poco mayor que yo, es increíble, tierna y rebelde, ellos son los que siempre van por provisiones, escapan de todo.

Patrick novio de Leila. Cristina, Emily y Jane de mi edad, sus padres Meghan y David.

Mike, Ron, Tobías, Finn, igual de mi edad, Jane y Mike juntos, Tobías y Cristina, Emily y Finn.

Al último Richard y Caleb, el si era de mi edad, además de guapo era muy alto, su complexión no era de alguien muy musculoso, pero esta muy bien, bastante de hecho, sus ojos verdes eran muy lindos y su cabello castaño alborotado, realmente creo que me intereso, quería conocerlo más.

Eran buenas personas, nadie se conocía, el camino los junto, todo estaba muy tranquilo, cenamos y nos acostamos.

Un ruido nos alerto, a mitad de la noche, errantes, así les dicen, eran demasiados.

-Tomen todo lo que puedan de comida, guarden cosas, debemos irnos- nos indicó Richard

Todos nos movimos rápido, era fácil si escapábamos solo Jade y yo, pero todo el grupo sería difícil.

Las puertas estaban bloqueadas por los errantes, tendríamos que salir por las ventanas, uno a uno salimos, mantenía a Jade junto a mi, cuando salimos todos nos agrupamos en la calle.

-Aún esta oscuro, debemos refugiarnos- dije yo

Todos caminábamos, matábamos uno que otro errante, cuando escuche un grito.

-¡Auxilio!¡Ayuda por favor!- no era nadie del grupo, vi a dos chicas, la mayor trataba de matar a los errantes, la menor fue quien gritó, no podía dejarlas así.

-Jade, quédate cerca de Richard, enseguida vuelvo-

-No, Liz no vayas-

-Volveré lo prometo-

Richard trató de detenerme pero no hice caso, corrí y mataba a los que podía lo más rápido posible, Caleb llegó a mi lado, mató a los demás.

-¿Están bien?- pregunté a las chicas

Ellas asintieron, la menor estaba agachada abrazando a una niña más pequeña, las ayudé a pararse.

-Liz debemos irnos vienen más- me alerto Caleb, cargué a la más chiquita, las llevamos a encontrarnos con el grupo.

Cuando nos fuimos vi como las chicas veían un cuerpo, era de un hombre, muy probablemente su padre.

Entramos a una casa, estaba todo despejado. Dejé a las chicas con Richard, vi a Jade, corrí y la abracé.

-No me vuelvas a dejar- me dijo llorando

Jade se quedó dormida, las chicas seguían con Richard, me daba miedo que las echara, ellas no tenían nada que ofrecer, estaban indefensas, no sabían defenderse.

-¿En que piensas?- era Caleb

-En que hará tu padre-

-Hablara contigo-

-¿Conmigo?¿Por qué?-

-Bueno, no estas sola ahora, fue muy arriesgado lo que hiciste-

-Y tú me seguiste-

-Para cuidarte-

Probablemente me sonrojé cuando dijo eso, pero no quería hacerlo notar, no sonreí ni respondí a nada de eso, Richard se acercó y me pidió que habláramos.

-Bueno, lo que hiciste no estuvo mal- empezó a decir- Sin embargo, te pusiste en riesgo, a ti y a los demás, ya no estás sola recuérdalo-

-Lo sé, pero solo velas, no saben defenderse, perdieron a su padre-

-Lo sé-

-¿Y qué harás? ¿Las echaras?-

-No, claro que no, pero van a estar a tu cargo, tu y Caleb las ayudarán-

No sé porque, pero la idea me gustaba, me acerqué a la mayor, quería saber como estaban.

-Hola, soy Liz-

-Me llamo Marlene, gracias por ayudarnos-

-No fue nada, ¿Cómo están?-

-Perdimos a nuestro padre-soltó sin más 

-Lo sé, lo lamento-

-Gracias, ¿Qué edad tienes?-trato de ser más amable

-19, ¿y tú y tus hermanas?-

-Liliana 16, Clarisa 6 y yo igual 19, gracias por ayudarlas por cierto-

-No hay de que, me da gusto que las dejen quedarse, y sobre todo que estén bien-

Me sonrió y decidí volver con Jade, este mundo ya estaba hecho mierda, no imagino lo que les hubiera pasado si no llegábamos a tiempo.

Fue sorprendente la forma en la que sentí calma, era una noche hermosa a pesar de todo el caos que se vivía, cuando vi mi brazo y noté que sangraba me asusté, pensé lo peor, era solo una cortada.

A la mañana siguiente todos nos paramos y guardamos todo, debíamos encontrar otro lugar para poder estar, aunque esta casa estaba bien, no tenía suficiente espacio.

Paso un buen rato en el que solo se escuchaban nuestras pisadas, errantes atrapados, uno que otro que matábamos, nos empezamos a separar un poco en pequeños grupos, Jade se fue con Will a hablar, me da gusto que tenga un amigo, Caleb se acercó a mi.

-Y bien, Liz, ¿Qué era de ti antes de que el mundo se fuera al carajo? -empezó el
-Solo estudiaba, era una chica normal ¿Y tú?-
-Me gustaba mucho jugar videojuegos, salir, igual era normal, si no te molesta mi pregunta ¿Qué pasó con tus padres?- su pregunta no me molestaba, pero el recordar dolía
-Bueno, mi papá fue atacado al inició de esto, mi madre se suicidó...Por favor no te vayas a quedar callado igual que Helen- me reí, más que nada fue una risita nerviosa
-¿Has estado sola con tu hermana?-
-Si hemos sido ella y yo hasta que los encontramos-

Estaba por preguntarle por su mamá cuando a lo lejos vimos una figura, parecía una persona, pero se movía rápido, no parecía un errante, Caleb corrió hacia ella, aparentaba ser una mujer, cuando vi que la abrazó y luego Richard corrió a ella, me di cuenta que mi pregunta se había respondido sola, el si tenía a su padres, ambos.

Decidí alejarme un poco y solo pensar, vi que Liliana y Marlene discutían algo y Clarisa estaba solita, me ofrecí a cuidarla mientras ellas hablaban, se cansó y me pidió que la cargara, se quedó dormida.

Ron se acercó a mi, no era tímido, hablo y hablo un buen rato, solo de el, de como llegó a este grupo, es mejor amigo de Caleb, estaban juntos cuando pasó todo, sus papás no estaban en la ciudad. Lo escuché atenta, aunque no quise comentarle nada de mi, ni siquiera pregunto, es un poco egocéntrico aunque buen chico.