⧗ Di bouna volontá sta pieno l'infierno ⧗

ⴵ Cap.8 ⴵ

Desperté con un gran dolor de cabeza gracias a la luz que entraba por la ventana. Poco a poco me incorporé en la cama hasta quedar sentada en posición de mariposa. Mire a mi alrededor por no reconocer en donde estaba. Hasta que caí en cuenta que no estaba en mi cuarto, si no en el de Azur.
Me levante de la cama y pise a alguien.
-Auch.- chilló el manojo de cobijas que estaba en el suelo.
-¿Wanda?- pregunte en un susurro. No podía hablar bien por el dolor de la garganta.
-¿Quien más idiota? Me lastimaste la costilla.- dijo quitándose todo lo que tenía encima y sentándose.
-Perdón, no sabía que estabas aquí.
-No importa, ¿cómo te sientes?
-Me duele la cabeza y la garganta.
-Ven, vamos por agua.- dijo levantándose del suelo y tomándome de la muñeca para salir del cuarto e ir a la cocina.

Me senté en la barra de la cocina con ayuda de Wanda, me encantaba sentarme ahí, aunque hubiera sillas justo enfrente de mi. Wanda se encargó de servirme agua y sacar una aspirina para mi dolor de cabeza.
-Toma.- dijo ella entregándome todo para quitarme el infernal dolor que tenía.
Puse la pastilla en mi lengua y tomé un sorbo de agua, y la pastilla simplemente no pasaba. Siempre era lo mismo, jamás podía tomar medicamentos.
-¿No pasa verdad?- dijo Wanda cuando se dio cuenta.
-No.- dije con un puchero, y ella solo rio.
-Ven te ayudo.- dijo acercándose a mi. Abrí las piernas para dejar que se acercara todo lo que necesitara. Abrí la boca y ella solo empujó la pastilla a travez de mi garganta pero la pastilla solo se regresaba.
-Dios, cada vez es más difícil.- dijo alejando sus manos.- Voy a tener que usar mi magia. ¿Quieres?
-Si no hay de otra...
-Bien, creo que cuando la energía pase por tu garganta va a doler, si te lastimo solo me avisas, ¿okey?
-Si.

Wanda levantó sus manos haciendo que una bola escarlata tomara la pastilla y la pasara por mi garganta. Dolió un infierno pero lo soporté. Después de que por fin la pastilla pasó, Wanda se acercó a mi y me besó.
-Ah, perdón.- se escuchó de fondo haciendo que nos separáramos.
-No importa Nat, solo estaba tomando una pastilla.- dije con una sonrisa.
-Claro.- dijo ella acercándose a nosotras.- Creó que me voy, ya no hay nada que me ate aquí.
-Gracias por cuidarme.- dije.
-No hay problema.- dijo Nat.- Gracias por dejarme quedar aquí- se dirigió hacia Wanda.
-No hay problema Natasha, creo deberías pasarte por aquí algún otro día.- dijo separándose de mi.
-Claro, sin problema.- dijo con una sonrisa.
-Llevó un contador de cuántas veces han dicho sin problema en menos de un minuto.- dije haciendo que su atención fuera hacia mi.
-Perdón, bueno, yo me voy.
-Cuídate Nat- dije en un grito cuando ella ya estaba en la puerta.
-Igual tu Aysel.- dijo ella abriendo la puerta y saliendo.

Wanda se volvió a acercar de mi y se puso entre mis piernas.
-¿Desayunamos?- pregunto ella.
-¿Hot Cakes?
-Te los mereces.- dijo ella con una sonrisa.- Me encanta cuando te portas así.
-¿Como así?- pregunte incrédula.
-Como un bebé.- dijo riendo.
-No me porto así.- dije enojada.
-Lo que tú digas.- contesto ella dándome la espalda y sacando la harina del mueble.

Me baje de la barra y la acorralé en la encimera.
-Te puedo demostrar que no me porto como un bebé, y lo sabes bien.- dije susurrando en su oído.
-Necesito más pruebas.
-Bien, le doy la opción de escoger mi lady, ¿el cuarto o la cocina?
-Nunca lo hemos echo en la cocina, sería un buen momento para estrenarla.
-Bien, sigue cocinando esos hot cakes que van a ser muy necesarios- dije alegándome de ella.- voy por algo.
-Sin juguetes.- me ordenó ella.
-Vamos, se que te gustan.
-Quiero ver que lo hagas tú misma, has tenido mucha experiencia, ahora seré tu legado, así que enséñame.- dijo ella con una sonrisa complaciente, con eso me bastó para aceptar y regresar hacia la cocina.
-Bien. Pero aún así quiero mi desayuno.
-Depende de cómo me trates. No quiero me trates como porcelana, siempre haces eso, quiero más.
-Trato.

Me acerqué más a ella y la comencé a besar, primero iba lento, sabía como odiaba que la besara de esa forma si se trataba de algo más que puros besos. Ella quería acelerar el beso, pero yo solo lo evitaba.
-A este paso no te haré tú desayuno.
-Ya veras.
Regrese a besar sus labios y esta vez intensifiqué el beso, era rápido pero sin desesperación. Sabía que esto le iba a encantar. La tome de la cintura y la acerque más a mi. Ella empezó a mover sus manos por toda mi espalda, dándome a entender que ella quería más. Me separé del beso y la giré, haciendo que su espalda quedara hacia mi.
-Vamos, te necesito.
-Deja me divierto un poco más.- dije con mis voz un poco ronca.
Quite su cabello de su cuello y comencé a dejar besos, hasta que llegue a su hombro y lo mordí, haciendo que ella soltara un jadeo como respuesta.
-Así me gusta.- dije contra su piel.
Seguí dejando besos y mordidas por todo su cuerpo, me encantaba marcarla. Metí mis manos por debajo de su playera y empecé a pasar mis dedos con delicadeza por su piel, haciéndola estremecerse.
-¿Puedes...apúrate?- dijo ella.
-Todo a su tiempo Maximoff, todo a su tiempo. -Moví mis manos hacia su pecho y me di cuenta que no llevaba su top deportivo que siempre usaba para dormir.
-Siempre prevengo eso. Siempre que te pones borracha.
-¿Crees que mis hormonas se alteran cuando tomo? Porque si es así, lo haré más seguido.
Reí. Volví a jugar con mis manos y apreté uno de sus pechos por pura diversión. Wanda soltó un gemido como respuesta, así que baje mi mano derecha hacia la orilla de su pantalón. Ella jadeó, y metí mi mano al pantalón.
-Si te lastimo solo me avisas.- dije, y era algo que siempre hacíamos, el consentimiento era algo importante para las dos.
Ella solo asintió.
-Palabras.- dije.
-Okey.
Y con eso me bastó para meter mi mano a su ropa interior y empezar a rozar mi mano. Seguí dejando marcas en su cuello y con mi otra mano apretando su pecho.
-Te necesito dentro.
-Sus deseos son órdenes.