Capítulo 1

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Promesas.

Se dice que las promesas son actos o expresiones con los que una persona asegura o promete que va a hacer una cosa. Y eso era lo que pasaba por la cabeza de Kerem Bürsin mientras contemplaba uno de los atardeceres más hermosos de todo Miami. Volvió a recordar aquel momento cuando era adolescente y vivía en Estambul, volvió a recordar aquel día en el parque con aquella chica especial.

Flashback

-Adoro venir a este lugar. —sonrió al ver todas las flores que había alrededor. —A partir de ahora será nuestro lugar favorito. —lo miro emocionada.

-Venga ya Hande, tampoco es para tanto. —bufó al ver como su amiga se emocionaba de más.—Sólo es un parque, relájate un poco. —se paró en seco.

-¡Kerem!—golpeó su hombro. —No digas eso.—hizo un pequeño puchero.—Este lugar está lleno de flores preciosas y las flores sólo crecen en lugares donde se sienten felices. Nosotros también creceremos aquí porque también somos felices como ellas.—tomó una rosa entre sus manos y se acercó para disfrutar de su aroma.

-Si tú lo dices no hay nada más que hablar. —se acercó a ella y la abrazó por la espalda.

-No seas cabezón y admite que este lugar te gusta también. —se giró para mirarlo.—No puedes decir que no es hermoso Kerem. No seas mentiroso.—apoyó la cabeza sobre su pecho.

-¿Yo? ¿Mentiroso? —ladeó una sonrisa.

-Si, eres un mentiroso, como el gato con botas. —se separó para mirarlo. —De ahora en adelante ese será tu mote, gato con botas. —se rió.

-¿Con que esas tenemos, eh? —apartó su cabello con delicadeza. —Entonces, ya que me has puesto un mote yo también quiero ponerte uno. —confesó.

-Te escucho. —respondió para que continuara hablando.

-De ahora en adelante serás mi ángel y así podré contemplar todos los días tu bondad y belleza. —sonrió.—Porque eso eres tú Hande, eres un hermoso ángel.—acarició su mejilla con cariño.

-Me encanta ese mote. —sonrió con dulzura.

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En el otro lado de la ciudad se encontraba Hande Erçel, una chica alegre y luchadora que todos los días se levantaba con una sonrisa en su rostro. Ella siempre creyó en el destino, que la vida le pondría una serie de acontecimientos de los cuales no podría escapar y en parte eso era lo que ella quería. Estaba asomada en su balcón mientras observaba la apuesta de sol, algo que solía hacer todos los días porque era algo que le transmitía calma. Comenzó a darle vueltas a la pulsera que llevaba en su muñeca y en ese momento recordó el significado tan especial que tenía, recordó la promesa que había mantenido hasta el día de hoy con su persona especial.

Flashback.

Hande se encontraba en aquel lugar tan especial para ella, aquel hermoso parque repleto de preciosas rosas. La noche ya había caído y el cielo estaba lleno de miles de estrellas brillantes. Se quedó embobada viendo las flores hasta que unos pasos la sacaron de su burbuja.

-Siento llegar tarde pero tuve un inconveniente. —se acercó a ella. —¿Podrías perdonarme mi ángel? —la miró con los ojos brillosos.

-Claro que si.—le devolvió la mirada. —Yo siempre perdono a mi gato con botas.—sonrió.

Kerem le dedicó una media sonrisa y apartó su mirada mientras jugaba nerviosamente con sus manos. Hande, que lo conocía como la palma de su mano, notó que algo no iba bien con él.

Lucharé por ti 》HankerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora