Capítulo 4

1.3K 75 2
                                    

Willow

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Willow

Me pregunto en qué momento establecí que tener momentos felices ya no era una opción. Que tener momentos de diversión era una distracción y un gran problem.a para la situación que vive mi familia ahora. A los ojos de algunos podría parecer una ignorante o alguien a quien no le importa lo que le puede pasar a sus seres queridos porque salir con mis amigos era más importante.

En qué momento exacto lo que pensaran los demás de mí ocupó mis pensamientos. Es lo que en este momento no puedo dejar de preguntarme.

-Lo siento, no creo que sea posible-la esquivo y dejo la tasa donde antes estuve bebiendo café en el fregadero.

-¡Nena, vamos!, no todos los días andamos de fiestas. Debemos ir a una hoy, viernes día de perreo, es como una bendición para tu cuerpo. ¿Hace cuanto no movemos el culo en una disco?

Abro el grifo y le quito la tasa de su mano para lavarla junto a la mía.

-Oh, te has equivocado querida amiga. Tú vas a fiestas todo el tiempo y lo único que mi cuerpo necesita es descanso después de una buena lectura antes de dormir. No quiero ocupar mi tiempo libre con algo que no sea la tarea que tengo que entregarle al señor Wheeler el lunes, gracias por querer que me divierta después de... no sé, ¿unos meses tal vez? el caso es que me vale mierda todo y simplemente quiero acabar este semestre en paz, ¿puedes entender eso?

Parpadea varias veces y frunce el ceño.

-Diablos, se me había olvidado lo mucho que hablas cuando te incomodan.

-¿Es en serio?-enarco una ceja-¿Fue acaso lo único que entendiste de todo lo que dije?

-Perdón, pero no entendí el noventa por ciento de lo que dijiste y no quiero quedar como una estúpida...

-Oh, Dios-salgo de la cocina con ella detrás de mí y me siento en el lindo y cómodo sofá marrón que nos regaló el padre de Morgan cuando decidimos vivir juntas.

-Nunca estás de acuerdo con nada de lo que te digo y no te gusta salir conmigo a menos que tengas un tiempo libre en la cafetería y te invite a comer en algún puesto de hamburguesas grasientas que dañen por completo nuestro colesterol. Lo único que quiero es ser una excelente mejor amiga para ti pero eres una malagradecida que no valora nada de lo que hago por ti-dice con el rostro rojo de frustración.

Morgan McCoy puede ser muy manipuladora cuando se lo propone. Desde segundo año cuando me incentivo a besar a Michael-mi amor platónico de la secundaria y mi guapo vecino de Pensilvania-me di cuenta de lo que ella era capaz con tal de conseguir lo que quiere. Al mes ya era novia de Michael Paterson gracias a mi mejor amiga que se le ocurrió mandar cartas de amor. Había escrito dos cartas en las que "confesamos" la atracción que sentíamos y que no le debamos importancia a que nuestras madres se odiaran con fervor porque según su progenitora mi mama le quito al que pudo haber sido el amor de su vida, mi padre.

El Contrato © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora