Prófuga (Tsukishima x Lectora)

Ella

Tsukishima kei

No hay palabras que describan lo feliz que he estado estas últimas semanas, me acompaña la mejor persona que haya podido soñar, t/n.
Es verdad soy tan feliz, aunque no puedo dejar de lado el hecho de que algo no está bien.

T/n no parece estar en sintonia con el mundo, parece perdida, sin rumbo, es como si perdiera el sentido de la orientación. Es como si planeara hacer algo. Algo de lo que se puede arrepentir.

-¿t/n?- la llamo ya que está distraída viendo el suelo.

Estábamos en un parque, días atrás la había invitado aquí para pasar más tiempo juntos. Propuse eso para poder estar más cerca de ella y tener más pistas de lo que le pasaba.

-¿que pasó?- recupera sus sentidos y responde- oh lo siento es que he estado distraída estos días- me sonríe, sé que es la sonrisa que hace para que crea que está bien.

-no hagas eso

-¿hacer qué?

-sonreír fingiendo que estás bien cuando claramente sabemos que algo está pasando.

Ella solo me miró, sus ojos me decían que la perdonara, me decían que no había marcha atrás. Tenía miedo de perderla.

-tienes razón-agacha la cabeza -no me he sentido bien... Pero no tienes que preocuparte estoy trabajando en eso- me sonríe, pero esta vez si era una sonrisa sincera, la sonrisa que me gusta de ella.

Solo la abracé demostrándole el afecto que siempre a perdurado, quiero creerle, pero mi corazón me dice que hay algo más aparte de lo que debo preocuparme.

Pongo mis manos en sus mejillas y le susurro-te creo- sonrio y beso su frente.

Después de eso sin darnos cuenta habíamos avanzado a un nivel de confianza más alto, en donde el silencio cuando caminábamos no era incómodo, porque se había convertido en una conexión de nosotros dos.

Cuando terminó el día, regresamos y la acompañé a su casa, cada vez que nos acercábamos a ella me agarraba con más fuerza la mano como si hubiera peligro al otro lado de la puerta.

Llegamos y dejé que entrara, la vi abriendo su puerta pero no me quería ir hasta que entrara, era un lado sobre protector. Me di cuenta que se quedó quieta con las llaves en la cerradura, en unos instantes t/n corrió a mis brazos en busca de refugio. Me abrazó con fuerza como si fuera despedida, luego me besó como si fuera nuestro último beso, después me dijo unas palabras como si fueran las últimas que escucharía de ella.

-te quiero tanto.

Pasó tan rápido todo, pero para mí fue como si se detuviera el tiempo. No comprendía su actitud pero tampoco me disgustada, solo quisiera no haberla dejado ir ese momento.
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Era la mañana siguiente, estaba en la escuela esperando en la puerta a t/n, se estaba tardando mucho cuando es de las primeras personas en llegar. Probablemente había olvidado poner la alarma con lo tonta que es... va, que digo, si a pesar de que sea tonta aún quiero todo de ella.

-¿no llega aún?- pregunta el greñudo de Hinata, que parecía no pasarla bien a pesar de ser un extrovertido enérgico, por su cara diría que se quedó entrenando hasta tarde.

-no- respondo en tono serio, en ese estado me daba igual decirle que no era de su incumbencia.

-mmm ha estado actuando extraño últimamente...- dice pensativo

-¿como lo sabes?

-si la conocieras lo sabrías.

Se va y me deja solo en la entrada, odiaba el hecho de que yo si sabia que algo no andaba bien, y el que me dijera Hinata eso me hacía confiar en mi intuición aún más.