Prófuga (Tsukishima x Lectora)

Él

Mi cabeza trataba de asimilar aquella confesión, mi cuerpo temblaba, el frío era una de las causas de ello, pero también el miedo de lo que pasaría después.

Me asomaba un poco para ver a Tsukishima y a Kageyama, Tsuki estaba agitado, sus puños hacían fuerza y en sus brazos se marcaban las venas por esta misma.

Por mí mente volaban muchas preguntas, ¿sería mejor irme? ¿Entro al gimnasio? Pero si entro, ¿qué le diría a Tsukishima? No tengo cara para verlo.

Aún sin saber que hacer solo alcancé a escuchar la voz de Tsuki.

-no tengo ganas de quedarme a hablar- después se escuchó como agarró su mochila y caminó hacia la puerta.

Joder, tengo que salir de aquí antes de que me vea.

Corrí lo más rápido que pude a la pared más cercana, porque sabía que no podía correr hacia la salida de la escuela ya que Tsukishima me vería.

Agitada me deslicé por la pared, y miré la luna. Estaba cansada, física y mentalmente, tenía frío también, lo único que pensaba en ese momento era en regresar a casa, dormir y no saber del mundo por un largo tiempo.

Ida en mis pensamientos ruidos de pasos que se acercaban cada vez más, se hicieron presentes en mi mente, tardando en analizar lo que estaba sucediendo.

-aquí estás- la voz de Tsuki habló, el se asomó agarrado de la pared.

-como es que tú... - tartamudie

-eres tan tonta que al irte corriendo dejaste tu mochila en la entrada- me enseña mi mochila.

Estiré la mano para tomarla, pero el me lo impidió, la subía más alto para que no la alcanzara. Entre tantos intentos míos caí en los brazos de él, me rodeó con su cálido cuerpo y me acurrucó con su cabeza. Al oído el me susurró.

-sé que escuchaste todo- lo miré sorprendida, no sabía que responderle- no hace falta que digas nada. Solo quiero que sepas que podrás intentar alejarte de mí, pero lo que siento por ti siempre va a preservar, y no es algo que esté en mis manos dejar de hacerlo... Tampoco es algo que quiero dejar de hacer.

Sus palabras, me hacían sentir en calma, estoy segura de que cualquier persona en el mundo puede recitar las misma palabras que el dijo, pero yo no sentiré nada a comparación de lo que siento cuando el las pronuncia.

El no me hablaba, él me cantaba con poesía, porque todo el era poesía que me tranquilizaba en el frío. El es cálido.

Éramos nosotros dos en el frío invierno, abrazados bajo la luz de la luna. Quisiera retratar este momento, pero no soy buena artista, lo único que puedo hacer es recordarlo con cada detalle. Recordar su aroma, su pelo, sus manos, sus palabras, todo el lugar.

Estaba en paz, y aunque así fuese no dejaba de pensar en otras cosas, no quería que mi miedo me consumiera y llegara al punto de tomar decisiones precipitadas.

Lástima que fue lo que hice.

.
.
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-t/n no has probado la comida- me dice Tsukishima señalando mi almuerzo.

Estábamos sentados en la azotea de la escuela. Después de aquella declaración decidimos salir, aunque no sé si es oficial, pero si parecemos una pareja de verdad.

-lo siento, estaba pensando- paso mi mano por mi cabeza.

-¿te sientes mal?- Tsuki me ve preocupado.

El ha sido todo lo bueno de mis últimas semanas, he conocido su lado más bonito, y siempre se preocupa por mi. Es todo lo que está bien.

-noo, estoy muy bien- sonrio para que el deje de preocuparse.

-si te sientes mal dime, ¿okey?

-si papá- digo sarcasticamente

El frunce el ceño y se para frente a mi, creo era un intento de intimidación.

-eso no funciona en mi- sonreí

-lo sé- se inclinó dejando un espacio limitado entre su rostro y el mío- pero esto sí- sus labios tocaron los mios acariciandolos con cada roce, el beso me transmitía todo el sentimiento que no se explicaba con palabras. No había nada que nos detuviera en ese momento hasta.

-la campana- dije despegandome de él.

-rayos - exclamó

-debemos irnos

-¿no podemos faltar a clases?

-¡ya casi es fin de curso Kei!

-me gusta como pronuncias mi nombre- dijo en un tono tan sexy que me encanta.

-me tengo ir, bye- tomé mis cosas y vi la carita triste de Tsuki, así que me acerqué y le di un beso corto en la mejilla y me fui.

-¡eyy, yo lo quería los labios!

Reí mientras me alejaba. Sé que extrañaría esos momentos con él.

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Oummm besho

Nya:3

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