~𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨𝐬~(Kagaya Ubuyashiki y Tú)

4. Eʟ ᴄᴇᴍᴇɴᴛᴇʀɪᴏ.

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~Junio de 1907~

Por fin, después de varias semanas entrenando, Tomioka se dió cuenta que necesitaba un día de descanso. OBVIAMENTE.
He estado entrenando sin parar y no se le había ocurrido antes.

Y no me molesta entrenar, de he ho me gusta. Y me enorgullece ser cada vez más fuerte.
El problema es Tomioka.
Es muy rudo y no tiene interés en mi cuerpo. YO TAMBIÉN ME CANSO. Y no tengo la misma resistencia que él.
Aveces me deja entrenando mientras él solo observa y me regaña si hago algo mal. Algunas ocasiones hasta llegó a darme golpes en la cabeza después de repetir el mismo error varias veces.

Antes pensaba que mis habilidades eran buenas. Pero después de pelear contra él, me di cuenta que en realidad soy muy débil. Mi fuerza no se compara con la suya, ni la velocidad, ni los reflejos, ni nada.
Nisiquiera he podido darle un golpe, los detiene o los esquiva sin mucho esfuerzo. Y me enoja mucho. Hace que sienta que no he avanzado.

Volviendo al tema. Aunque tengo un día libre, no sé que hacer.
Olvidé lo que era divertirse. Y ahora que estoy aquí, no puedo hacer lo mismo que antes; como correr por el bosque, cazar, o subir árboles para ver el atardecer.
Y no se me ocurre nada más. Aquí es cuando me doy cuenta que mi vida solo consiste en despertar, entrenar, y dormir.
Y me gusta entrenar, pero de qué sirve entrenar hoy si se supone que es mi día libre.

Después de pensarlo unos minutos, la elección se volvió obvia. No hay muchas cosas que pueda hacer.
Fui a la biblioteca.
Busqué libros interesantes y encontré justo lo que necesitaba. "Posturas correctas para sostener una katana" "Guía para entrenar tu respiración" "Errores de novatos al sostener una katana".
Esto no cuenta como entrenar. Es solo consumir información.

Las siguientes horas las pasé leyendo.
Me di cuenta de varias cosas que hacía mal, y me alegra darme cuenta. La próxima vez lo haré bien y sorprenderé a Tomioka.

Los ojos empezaron a dolerme; mi vista ya se había cansado y tenía que hacer algo más.
Pero no quería irme de ahí, así que seguí buscando más libros.

Buscando más libros para saciar mi sed de ser más poderosa, encontré varios libros muy gordos en muchas estanterías. Podría asegurar que habían más de esos libros que de cazadores de demonios. Tan solo por el título de ellas pude notar que eran de medicina. Llegué a la conclusión que estaban ahí por Kagaya, supongo que desde niño han tenido que cuidarlo por las enfermedades que tiene.

¿Debería de leer uno? ¿Eso ayudaría a Kagaya? No lo sé, pero quiero asegurarme de poder cuidarlo en todos los aspectos.

Después de tomar unos cuantos libros. Veo la hora en un reloj viejo que está pegado en la pared de la biblioteca. Son las 6 de la tarde, todavía queda algo de día, debería de aprovechar lo.

Salí al patio para tomar algo de aire y olvidar ese olor tan característico de los libros, tuve mucho de ellos por hoy.

Hoy el día está muy tranquilo, ya me había olvidado de este tipo de días. Pero ¿Cómo pude hacerlo? Era de las cosas que más disfrutaba del bosque; subir a un árbol y desde lo más alto ver cómo se alejaba poco a poco el sol.

Desvié la mirada del sol, y puse mis ojos sobre un lugar que no había visto en todo este tiempo que había estado viviendo en la finca. Parecía la entrada de algún parque o algo así.

No sabía a dónde guiaba pero la curiosidad me ganó y fui.

Al acercarme pude ver qué el camino estaba repleto de flores rosa cálido, haciendo que este camino se vea muy pacífico. Conozco esas plantas, las ví unas cuantas veces en el bosque. Definitivamente no le puedo decir que no a ese camino. Obviamente entré.