La Sangre De Laila

5.Matar O Morir

CAPÍTULO 5

{Laila}

La luz pegaba fuerte en mi cara, un ruido ensordecedor cubría cada uno de mis sentidos. Abrí los ojos y lo que ellos veían me dejaba atónita, era como estar en una pesadilla que por más pellizcos que diera no desaparecería, si no, que se haría más y más fuerte al grado de no saber que parte era real y que no. Era como una pequeña pelota que iba creciendo sin cesar y al llegar a su límite terminaría siendo más grande y fuerte que una bola de bolos. Abría y cerraba mis ojos y la imagen no cambiaba, lo cual me llegó a confundir mucho.

Había una mancha de sangre en mi habitación, una muy grande.

Mi cabeza dolía en demasía, como si el día anterior hubiera sido muy ajetreado. Una mancha de sangre la cubría.

Necesitaba saber que mierda estaba pasando.

Escuche un intento de grito proveniente de la sala.

Salí corriendo de mi habitación.

Maldita sea, hubiera preferido no haberlo hecho.

La escena que estaba frente a mí era muy alucinante, y no de buena manera.

Mi mamá estaba amarrada.

Sus manos y pies estaban unidos con varias sogas y objetos para amarrar.

Ella estaba sentada y amarrada en el piso.

Su boca era cubierta por una mordaza y había sangre en sus muñecas causadas por un seguro forcejeo de intentar liberarse.

Pero eso no fue lo peor..

Mi papá estaba tirado en el piso, se estaba desangrando. No podía percibir de que parte de su anatomía provenía tanta sangre, aunque era seguro que todo su cuerpo estaba siendo lastimado.

Escuche otro grito aterrado.

Maldita sea, es la habitación de Danna.

Rápidamente tome un cuchillo que se encontraba en la mesa y desate a mi mamá.

Ella quedó libre pero se encontraba muy débil así que la deje recuperarse mientras yo corría a la habitación de Danna.

La imagen que estaba ante mis ojos me dejó atónita.

Danna y Chloe estaban sentadas en la cama, sus manos estaban sujetas contra la cabecera y sus pies estaban amarrados. En su boca se encontraba una mordaza como la de mamá. Se veían muy aterradas.

Dos tipos tocaban sus piernas.

<<Están subiendo demasiado las manos>>

Mierda, ahí no.

Me saque una pantufla del pie y se lo lance a uno de los tipos.

Ahí es cuando te das cuenta que cometiste la mayor estupidez de tu vida.

<<¿Una pantufla, en serio Laila? >>

Mierda mierda, ¿ahora qué hago?

-La mejor de las perritas llego- reconoci a Elías decir eso.

-Llegaste a la mejor parte del Show muñeca- esta vez hablo Issac- la pena que el sentía al decir eso, hasta un estúpido lo notaria. Pero conocía sus razones y no lo juzgaria-.

Sentí como Issac se acercaba y me sujetaba por la espalda, Elías me soltaba puñetazos sin remordimiento alguno.

-Sueltame maldito golpeador- dije forcejeando.

-Esta vez no estará Santiago para salvarte-habló Elías.

-Vete a la mierda puto infeliz- hable mientras escupia sangre.-¿No eres nada sin tu noviecito, no es cierto?-.