La Mujer Soldado Militar Con Obstinación Inquebrantable [1]

Capítulo 64: Una Ye Jian Capaz

Xia Jinyuan echó un vistazo antes de retirarse de la enfermería. Afuera, habló fríamente con el comandante del batallón Yang. "La situación allí es temporalmente estable en este momento. Dime cuál es la situación aquí."

"La muchacha Jian había visto nuestro objetivo sospechoso en la entrada del Hotel Chunyang. Tenía acento de Hongkou y está herido". El comandante del batallón Yang le pasó brevemente la información que tenía. "En cuanto a una explicación más detallada, tendremos que esperar hasta que el herido esté despierto".

Mirando hacia la enfermería con sus ojos profundos y oscuros, preguntó con sus delgados labios fruncidos: "¿Cuándo aprendió ella a manejar heridas de bala?" Ella era bastante hábil allí, como si los hubiera manejado con frecuencia.

"El Capitán Xia se refiere a la chica Jian, ¿verdad? Esa chica es muy ingeniosa y su memoria también es buena. En este breve período que estuvo en el campo, calculo que lo había aprendido en el ejército". El comandante del batallón Yang estaba algo temeroso del que estaba frente a él y que exudaba una gran cantidad de frialdad. Se podía ver una gran cantidad de disgusto en la cara del Capitán Xia, y rápidamente agregó: "El médico también dijo que ella no era un problema porque podía identificar fácilmente todo el equipo médico allí, por lo que la dejó entrar".

Xia Jinyuan, con el ceño fruncido en su rostro, miró al comandante del batallón que estaba algo nervioso, "Verdaderamente una muchacha ingeniosa".

El reloj ya marcaba las nueve menos veintitrés. Volviéndose a poner el casco de combate, se lo abrochó con fuerza antes de hablar con el comandante del batallón: "Fortalece la patrulla para esta noche. Esa chica, no la dejes correr".

"Si no se me acerca, ¿cómo sabrá quién es quién?" Al salir de la enfermería, Ye Jian se quitó la mascarilla quirúrgica y sonrió a la figura que ya se había adentrado en la oscuridad. "Por supuesto, si lo sabes, entonces no habrá necesidad de que salga corriendo".

Esta chica..... Después de ponerla a prueba en la escuela, ¿lo estaba tratando como a un idiota?

Xia Jinyuan se volvió y sonrió al pequeño capullo cuyos labios formaban un hermoso arco hacia arriba, "Muchacha, ¿puedes decirme entonces? Su altura, apariencia, características, todas lo que necesitamos saber."

Era mejor seguirle el juego. Para esta pequeña señorita a la que le gustaba mantener su reputación, un hombre como él será un caballero y le ofrecerá su generosidad.

A Ye Jian no le importó y habló con el comandante del batallón Yang, "Tío Yang, puedo molestarlo para que espere un momento. Regresaré en cinco minutos."

Con eso, corrió en dirección a su cuarto.

Encendió la luz y dejó los instrumentos necesarios para la ilustración antes de cerrar los ojos brevemente mientras trataba de recordar la escena en la entrada del hotel que era alrededor de las ocho de la noche.

La motocicleta a toda velocidad con faros deslumbrantes, las sonrisas de los asistentes, esos hombres sombríos y ese acento cuando gritó: 'Fuera del camino'.

Su mente se fijó en los rostros de las cinco personas en sus recuerdos antes de comenzar a dibujar en el cuaderno de ejercicios de su escuela.

La forma de la cara, los rasgos faciales.... incluso su peinado, Ye Jian los dibujó a todos.

Fue rápida con sus dibujos. No había señales de que se detuviera un momento para pensar, ni tuvo que detenerse para borrar ningún error. En dos minutos, terminó con un dibujo.

Un par de manos delgadas recogieron silenciosamente el dibujo terminado que ella dejó a un lado. El dueño de las manos examinó cuidadosamente la imagen sin molestar a Ye Jian.

Los ojos de Xia Jinyuan se hundieron lentamente un poco. Mirando a la niña que se veía extremadamente seria debajo de la lámpara de mesa, sonrió levemente.

Esta chica, realmente era guapa. Sus pestañas eran espesas y oscuras como una pluma de cuervo. Cuando no hablaba, se veía hermosa y elegante, con un temperamento ingenioso.

Pero cuando abría la boca, sus ojos estaban extremadamente fríos, muy diferentes a los ojos de una niña de catorce años.