Dante no pensaba con claridad en ese momento, el dolor le impedía incluso el respirar con normalidad, fue por eso que solo pensó en el momento en el que se había encontrado con el beta de su primo, estaban fuera del mercado y la humana estaba en su interior sana y salva, un relámpago iluminó el cielo y el tiempo dio marcha atrás, de este modo ellos cambiaron lo sucedido, Vito y Dante no marcharon a la casa de su primo el Alpha Kek, en su lugar se quedaron fuera de la tienda, mientras Kek llegaba a su lado, gracias a la pulsera de teletransportación que poseía al igual que Vito regalo de su tía, pero lo más importante, su lobo estaba asustado, temeroso de que algo malo le suceda a su mate, a tal punto que no le importaba que estuviera marcada por otro.
Los tres ingresaron a la tienda justo a tiempo para ver y oír la interacción que la humana tenía con el hijo del beta.
- Tu... estas bien. - su voz sonaba llena de alivio y emoción, pero más los sorprendió el ver como la humana abrazaba a Eddie.
- Señora, creí que había muerto en manos del cazador. - esa información los conmociono y no solo a ellos, todos los que estaban en la tienda se tensaron ante las palabras del pequeño brujo. La humana libero al niño como si este fuera de fuego y quiso escapar, pero Kek no lo iba a permitir, este lobo mitad mago tenía sus trucos y uso uno con ella.
- Duerme. - dijo con voz profunda al tiempo que la tomaba en brazos para que su frágil cuerpo no golpear con la superficie dura del piso.
- ¿Conoces a la humana? - cuestiono con autoridad Dante, evitando de esta forma que sus celos se adueñaran de él ya que su media alma estaba en los brazos de Kek.
- Es la señora que nos salvó, ella nos ayudó a escapar. - dijo Eddie observado con ansiedad a la humana, el niño la admiraba, que una humana se enfrentara a un cazador solo por ayudarlos, la había convertido su heroína.
- ¿Ella los ayudo? - dijo Vito y sus ojos brillaron como el diamante, su vida era buena.
- Es ella, la mujer de la que le hable Alpha, es la esposa del cazador. - las palabras del beta produjo un revuelo, no solo en la mente de los tres destinados de la humana, sino que de todos los que allí se encontraban.
- Es una cazadora, debemos matarla. - dijo la empleada que minutos antes había interactuado con la humana.
- ¡No! ¡no lo harán! - el niño hizo que el aire se agitara, su poder era este elemento y lo dejaba en claro con el pequeño vendaval que arremetía contra el Alpha Kek, queriendo tomar a la humana y alejarla del lobo.
- Dilan, controla a tu hijo. - dijo Vito dejando al descubierto sus colmillos, una cosa era que su primo tocara a la humana y otra muy distinta que aquel niño escuálido se atreviera a querer llevársela.
- Disculpen... pero no lo hare, a ella le debo la vida de mi familia y la mía propia, con gusto seremos expulsados y partiremos con ella. - Dilan hizo el intento de tomar a la humana en brazos y eso casi le costó la vida, Kek entro en modo Alpha en un parpadeo, dejando ver su pelaje, hocicó y garras, además de aumentar su tamaño.
- ¡MIA! - rugió con furia y los lobos que allí estaban bajaron su cabeza con respeto.
- ¡Nuestra! - corrigieron al unísono Vito y Dante, haciendo brillar sus ojos y dejando a todos sorprendidos. Hasta ese entonces nunca, se había sabido de un caso de pareja compartida.
Me encontraba dentro de mi eterna pesadilla, esa donde podía ver como Asher me golpeaba una y otra vez, y no podía hacer nada más que suplicar, hasta que ya no supe más de mí. Cuando por fin pude abrir mis ojos estaba en un hospital, custodiada por muchos uniformados, tenía miedo, hasta que John hablo con conmigo y me explico que era el encargado del caso de Asher, que gracias a mi habían podido atrapar a uno de los mafiosos más buscado y despiadado del continente y quizás del mundo entero, algo que no me tranquilizo en absoluto, no dije nada, todo lo que había averiguado o por lo menos la parte razonable y creíble de lo que era la vida de mi esposo lo había enviado en ese correo, no podía decirle que sumara a todo eso la tortura y quizás posible muerte de hombres lobos, me encerrarían en un loquero, estaba segura, por lo que solo guarde silencio. Dos semanas después al fin salí del hospital y lo primero que hice fue ir a ver a mi esposo, quería el divorció, Dios, estaba desfigurada, los médicos me aseguraron que, si no hubiera sido por la pronta intervención de la policía, estaría muerta, muerte en manos de mi esposo, ese mismo que decía amarme. De camino a la cárcel de máxima seguridad donde Asher aguardaba su juicio, recordé que la noche anterior a todo ese desastre, Asher me había hecho el amor, tan suabe y delicado, cada roce, cada beso, contenían un amor tan grande, ¿Cómo podía ser que el hombre con el que había vivido por cinco años cambiara tanto? ¿Cómo podía ser que me golpeara de esa forma?
ESTÁS LEYENDO
Nuestra Cloe
FantasíaChloe Lennon, creció en un hogar lleno de amor, cariño y principios, de clase media alta nunca tuvo carencias, se podría decir que tenía la vida perfecta. A los 18 años conoce a Asher Reggio y va tras el sueño del amor perfecto, pero luego de 5 años...