—¿Alguna vez estuviste con algún hombre casado?
—No, ¿y tú?
—Aquí soy yo quien hace las preguntas, cariño.
Ángel es un tanto demandante. Pero está bien, para eso su compañía me pagará tres mil dólares esta noche.
Es más de lo que cobraba con el papel principal de la obra, de hecho triplica mi pago actual como extra en tanto target mensual.
Aún así me da miedo lo que tendré que hacer a cambio de esa suma monumental.
—Bien—acuerdo con las reglas—. Nunca estuve.
—¿Y tienes algún prejuicio al respecto?
Pienso en qué clase de respuestas estará esperando.
—Para nada—respondo—, siempre y cuando se pueda guardar el secreto. Actúo de manera profesional.
Ángel me mira con una sonrisa pícara. Creo que he dado en el clavo.
—Es una mezcla de adrenalina con...esa mezcla de desesperación y culpa—ella se relame mientras habla, haciéndome cómplice de su anécdota—. Por lo general, son hombres para nada satisfechos con sus parejas, por lo que vienen esperando el momento adecuado para arrojarse sobre ti e hincarte el diente como si fueses un manjar o su última comida. De todas maneras está bien que no tengas prejuicios al respecto, en esta clase de eventos sociales la mayoría tienen sus familias de imagen pública perfecta.
—¿"Eventos sociales"?—ella me fulmina con la mirada al notar que he vuelto a preguntar, pero me llamo inmediatamente al silencio.
—Ya te explicaremos, cariño. No desesperes. Por ahora no te preguntaré si eres virgen, porque me las huelo y tú no eres el caso. Así que te preguntaré si eres una chica precavida.
—Me cuido. Anticonceptivos orales y profilácticos siempre.
—Perfecto. De todas maneras, ¿sabías que el noventa por ciento de las personas miente al respecto? Valoraremos tu sinceridad cuando te hagan las pruebas al llegar.
Trago salivas y me muero por preguntar qué clase de pruebas. ¿Dejaría que me claven una aguja para saber qué carajos puedo tener en la sangre por andar de puta cogiéndome a tipos por dinero?
Quizás esté siendo un poco cruel conmigo misma, pero a veces mi deseo y el sentimiento de culpabilidad colisionan.
Miro a mi alrededor y tras el vidrio polarizado contemplo el camino: nos estamos alejando de los barrios principales y entrando en los grandes vecindarios residenciales donde habitan señores ricos de la alta sociedad local.
—¿Probaste tríos?—me pregunta.
—No—me vuelvo a ella.
—¿Cuatro? ¿Relaciones grupales?
—Me temo que no.
—¿Lo harías?
—Siempre formó parte de mis fantasías—admito.
—De maravilla. ¿Cogiste por atrás?
—Ejem...
—La verdad, cielo.
—Sí—noto cómo al piel de mis mejillas comienza a arder.
—¿Te gustó?
—Las primeras veces no...
—¿Cuántas veces lo intentaste hasta que empezó a gustarte?
—Quizá tres o cuatro...
—¿Fuiste precavida? Ya sabes. "Pulcra".
—Claro que sí.
—Asombroso. ¿Te gusta el cuero?
—Estilo...¿bondage?
—Del estilo que quieras.
—Nunca probé, aunque no lo descarto.
—Genial. ¿Te excita que te golpeen?
—Mmm, depende. Quizá una nalgada o una bofetada no muy fuerte puede que sea excitante.
—¿La asfixia sexual? ¿Presión sobre el cuello mientras te cogen?
—¿No es peligroso? Jamás lo probé.
—¿Elementos corto-punzantes?
—Tampoco.
—¿Sexo sin condón?
—Jamás. Y me estás repreguntando lo anterior.
—Chica lista. ¿Cuándo fue la última vez que te depilaste ahí aba...?
El móvil de Ángel con el cual va llevando el listado de las preguntas comienza a vibrar. Ella se disculpa y explica que debe atender.
—Hola cielo... No he tenido novedades de esa zorra... Descuida, me la tengo vigilada con tres francotiradores que la persiguen a todas partes... Es una verdadera pena, lo sé... Creíamos que Tania era buena chica... Sólo debe cumplir lo pactado. Te tendré al tanto de las novedades, besos.
Santo cielo.
Algo se retuerce en mi interior al escuchar la palabra "francotiradores". ¿En qué problemas se habrá metido esa tal Tania?
Ángel cuelga el teléfono y se vuelve a mí.
—Disculpa, querida. Sólo quedan dos preguntas para que superes la pruebas. Estabas a punto de contarme cuándo fue la última vez que mantuviste el jardín podado.
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Muñeca Mía | COMPLETA
RomanceEma necesita dinero y está dispuesta a seducir a un millonario haciéndose pasar por masajista. ¿Quieres descubrir de qué manera enamorar a un hombre poderoso? Uno muy exótico...y animal. ~Advertencia de contenido adulto +18