Preferencias Danger

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Situación : Te incomoda tu cuerpo.

JACE :

Jace te había llevado a la playa para unas pequeñas vacaciones aprovechando que habías salido de vacaciones, tu estabas sentada en una manta en la arena con una bata blanca cubriendo tu cuerpo mientras que Jace hablaba con su mamá algo alejado de ti.

Jace se volvió a acercar a ti y se sentó a tu lado.

—¿Por qué no te quitas la bata? así vamos al agua— dijo tu novio sonriendote, negaste.

—Estoy bien así, puedes ir tu si quieres—

—¿Por qué no?— hizo puchero.

—La verdad es que no me siento cómoda con mi cuerpo, hay muchos chicos aquí— respondiste avergonzada, el rubio te acercó a su cuerpo y beso tu mejilla

—Esta bien, si no quieres quitarte la bata no voy a obligarte pero quiero que sepas que eres hermosa y que todas las cosas que tu crees que son malas de tu cuerpo, a mi me encantan— acarició tu mejilla —. Además estoy aquí contigo, yo voy a cuidarte ¿Bien?

—Se defenderme sola.

—Lo se, pero quiero cuidarte.

Lo miraste sonriendo y lo abrazaste con fuerza escondiendo tu rostro en su pecho desnudo.

SEAN :

Sean y tu estaban de compras, pronto tendrías un cumpleaños al que asistir y no tenías nada que te resultara atractivo en tu guardaropa.

—¿Qué te parece esto?— Sean te mostró un vestido pegado al cuerpo de color rosa pastel, era realmente hermoso.

—Es muy lindo— sonreiste y seguiste buscando más ropa.

—¡Llevémoslo!— exclamó Sean sonriendo —. Yo te lo compró, tómalo como un regalo.

—Sean, no creo que me quede bien— susurraste apenada.

—¿Por qué no?, yo creo que se te vería hermoso, pruebatelo.

Suspiraste agarrando el vestido y fuiste a uno de los vestidores, te colocaste el vestido y sin mirarte en el espejo saliste del vestidor con la mirada baja.

—Wow...— susurró tu novio, te abrazaste a ti misma.

—Me veo horrible, ¿no?— dijiste avergonzada.

—______ te vez como una diosa— Sean se acerco a ti y paso sus manos por tu cintura —. Luces perfecta, no quiero que pienses que te ves mal. ¿Qué importa lo que los demás piensen de ti?, metete en la cabeza que eres hermosa con todos tus imperfecciones, eres una princesa. Mi princesa.

Bajaste la mirada sonrojada y abrazaste a tu novio, el beso tu cabeza correspondiendo tu abrazo.

—Gracias— susurraste aún abrazada a él.

—Te juro que cuando encuentre al culpable que te hizo ser así de insegura voy a romperle la cara, o podrías hacerlo tú. Das golpes muy fuertes también.

Reíste.