Park Chaeyoung, mejor conocida como Rosé, era una chica judía y millonaria, hija de dos padres Gays, dueños de la cadena de centro comerciales, restaurantes y cafeterías Park, pertenece al club glee, el club de perdedores, como solían llamarles los...
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Jisoo nuevamente entraba al McKinley, estaba algo nerviosa, sabía que tenía que comenzar con su plan y no sabía como, todavía no podía creer lo que iba hacer, pero solo era hasta que Park le diera el dinero ¿no?. El problema era ¿cómo iba a ocultar su relación con Park sin que nadie se diera cuenta?, ella era Kim Jisoo, capitana de las porristas, no podían gustarle las mujeres y mucho menos Park Rosé, la persona que más odiaba, pero como dicen el fin justifica los medios.
Vio su oportunidad cuando vio que la rubia se quedaba sola en su casillero, podría acercársele, pero no, tenía que hacer algo para impresionarla y comenzar a ganarse su confianza. Si eso, saco su celular y marcó un número.
-Seulgi, ¿Dónde estás?, necesito que vengas a mi casillero, no me importa Jackson te quiero aquí, ahora-cerró la llamada, tuvo que esperar menos de un minutos, porque la porrista llegaba a su altura.
-Me dirás Kim-parecía molesta.
-Quita esa cara, ya tendrás tiempo para estar con Jackson, ahora quiero que compres un Slushie y se lo tires a Park-señalo a la rubia, que seguía en su casillero.
-¿Para eso me llamas? ¿No lo pudiste hacer tú?-ahora parecía indignada.
-¡Haz lo que te digo!-la miro seriamente y Seulgi rodó los ojos.
-Como quieras-se fue a comprar la bebida.
Espero, hasta que su porrista se acercara con la bebida, la vio camino hacia a la rubia, era su oportunidad, caminó a pasos acelerados y llegó justo en el momento que Seulgi, se disponía a tirarle la bebida.
-¿Qué estás haciendo?-se paro al lado de la porrista, que se quedo con la bebida a medio camino.
-Lo que...
-Te dije que no quería, que le volvieras a tirar nada-señaló a la rubia que tenía abiertos sus ojos de la sorpresa, ¿Kim Jisoo la estaba defendiendo?, ¿estaba soñando?, empezaba a confundirse.
-Pero... -estaba confundida, no podía creer lo que estaba haciendo Jisoo.
-Pero nada, te vas y que no se vuelva a repetir-fingió que le daba una mirada seria.
-Si Jisoo-le dio una mirada asesina a su capitana, tendrían una conversación muy seria.
-¿Estás bien?-intentaba ser lo mas amable que podía, aunque internamente quería tirarle el Slushie.
-Sí... sí Jisoo-seguía confundida.
-Disculpa a Seulgi, te prometo que no volverá a molestarte-ponía una de sus manos, en el brazo derecho de la rubia.
-Cla... Claro-se sonrojaba un poco, no podía creer lo que estaba pasando.
-¿Qué pasa aquí?-Alguien se paraba frente a las dos-¿Te está molestando?-miro a la rubia.
