Capítulo 31

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—La encontré—susurro para ella misma con una sonrisa

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—La encontré—susurro para ella misma con una sonrisa.

—¿Puedo pasar?—un sonriente hombre asomaba la cabeza por la puerta.

—¡Papi!—dejo el teléfono a un lado y rápidamente se paró de su silla para abrazar a su padre Jimin.

—Mi amor—abría los brazos y acurrucaba a su hija en ellos.

—Pero... pero... ¿qué haces aquí? Creí que ya no estaban en la ciudad—se separaba de él para mirarlo, no pensaba que lo volvería a ver, no después de lo que pasó la noche anterior en su departamento.

—¿E irme sin ver a mi princesa? ¡Nunca!, por cierto estas hermosa—la miraba de arriba abajo—. Me imagino que es el amor que te tiene así—dijo con una sonrisa juguetona y la pelimorada se sonrojaba.

—Pues que te puedo decir—se mordía el labio inferior recordando a su novia— Pero ven, siéntate—abrió silla que estaba frente a su escritorio, el hombre se sentó y ella hizo lo mismo—. ¿Y papá?—esta vez su rostro se tornó triste.

—En el hotel, no sabe que estoy aquí—hubiera querido decirle otra cosa a su hija, pero era mejor decirle la verdad.

—¿Sigue muy enojado?—el corazón se le encogía de a poco.

—Demasiado diría yo, anoche no paro de hablar de Jisoo, tuvimos una fuerte pelea, que termino con él durmiendo en el mueble—sonrió de medio lado—. Pero dale tiempo, ¿sí? Ya se le pasara, solo está actuando de esa manera porque cree que Jisoo de nuevo se ha acercado a ti por tu dinero y teme que termines más lastimada que la vez anterior.

—Eso no es así—aclaraba.

—Lo sé, hija.

—¿Y tú que piensas de mi relación con Jisoo?—quería saber que por lo menos tenía su apoyo.

—Lo que yo piense es lo de menos hija, yo solo quiero que seas feliz y sé que con esa muchacha lo eres, lo puedo ver en tus ojos, tienes ese mismo brillo que tenías en el colegio, ese brillo que nunca tuviste ni con Hyeri ni con la loca de Suzy—hizo una mueca de fastidio, la chica no era de su agrado y la pelimorada no pudo evitar sonreír—. Volviste a ser mi Rosé y sé que es gracias a Jisoo.

—Gracias papi, no sabes lo mucho que te he extrañado—ahora se sentía más segura.

—No me des las gracias por querer tu felicidad, tú sabes que a pesar de todo yo siempre aprecie a Jisoo y lo que haya pasado, como tú misma dijiste, es pasado y si tú decidiste darle una nueva oportunidad, pues lo respeto y a la vez me alegro, porque ahora... ¡si podre ser abuelo!—dijo muy entusiasmado y la pelimorada rodó los ojos.

—Ni siquiera llevamos un mes de novias y ya quieres ser abuelo—negaba con la cabeza.

—¿Y eso qué? Me estoy haciendo viejo, así que te pones a trabajar en mi nieto, si es que ya no lo estás haciendo—la pelimorada se sonrojó— ¡Ves! Pues vele diciendo a Jisoo que quiero un nieto, bueno no uno, unos—contaba los dedos—. Cuatro.

⌗𝒀𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝑵𝒐𝒕 𝑺𝒐𝒓𝒓𝒚 ; 𝐂𝐡𝐚𝐞𝐬𝐨𝐨 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora