8. Kuzco

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Capitulo 8.

Kuzco.

Me desperté más temprano que de costumbre, solo porque quería llegar temprano a la escuela para ver si me encontraba a Marcos, hace días que no me escribe mi contesta mis llamadas, desde aquella noche el cambio completamente, Paula no se atreve a decir te lo dije pero sé que lo quiere decir y en cualquier momento lo hará, la verdad es que me siento tan mal, no quiero pensar en que el me utilizo y ya.

Bueno pues su nota ya la tienen fue uno de los mejor promedios, gracias a mí, pero no siento mal por pensar que solo fui un juego.

Al llegar a la escuela observe que su mejor amigo Alex y su novia Cristina estaban en la entrada, me acerque a ellos, pero solo me miraron de pies a cabeza y se burlaron y al instante se marcharon riéndose de mí, pensé que tenía algo en la cara, así que salí enseguida para el baño, me miré al espejo pero estaba todo bien, lo que no entendía era el porqué de su risa al verme.

Trate de calmarme y entre al salón, gracias a Dios ya Paula estaba adentro, necesitaba hablar con alguien, no me sentía bien.

Me senté en mi respectivo lugar, que es al lado de mi mejor amiga, trate de ignorar las miradas que me hacían los demás, pero era obvio que se burlaban de mí y yo no sabía el motivo, necesitaba saber la razón de sus risas y miradas raras.

--- ¿Me puedes explicar qué pasa?-le pregunte algo irritada a Pau

--- ¿Ósea que no te has enterado?

--- ¿Enterar de que?-dije curiosa

---De la foto que esta por todo el Colegio

--- ¿Qué foto, de que hablas?

---Amiga te lo voy a mostrar porque esto es algo malo, cruel y no quiero decir te lo dije-al momento que dijo te lo dije supe que tenía que ver con Marcos

---Habla

---Alguien mando a toda la escuela una foto tuya y de Marcos en tu cama, con una frase algo cruel "de santa no tiene nada".---no sé que sentía en esos momentos, si era rabia, vergüenza e incluso ganas de matar a una sola persona, que su nombre empieza por m.

Al ver la foto donde estoy abrazando a Marcos en mi cama, me dieron ganas de llorar, salí del salón corriendo, al pasar por los pasillos todos me miraban y negaban con la cabeza, me tropecé con el que menos quería, con el culpable de todo esto, con el mentiroso e ingrato del todo el mundo. Marcos el chico más imbécil, lo empuje y salí corriendo.

No quería seguir en ese lugar, donde todos me veían como un bicho raro.

--- ¡Marcela!--escuché la voz de Paula

--- ¿Qué? Vienes a decir te lo dije, pues que creer, tenías razón, Marcos es un imbécil un despreciable ser humano, que no se merece que lo ame tanto, pero ya la niña tonta e inocente se acabó, ya estoy cansada que todos juegan conmigo, que me quieran ver la cara de idiota, ya eso se acabó. Hoy se muere la Marcela que deja que le diga cosas y no hace nada porque no le da el menos interés, hoy nace una chica nueva que se enfrenta a la vida, sin temores y el que las hace las paga.

Paula se acercó a mí y me abrazó, necesitaba eso, salimos del colegio con una sonrisa de triunfadoras, yo no me iba a dejar caer por estúpidos como lo son Marcos y sus amigos. Ya estábamos por la esquina, cuando de repente me entraron una ganas de hablar con el idiota para que me aclarar que fue lo que paso, creo que la poca dignidad que me quedaba me estaba volviendo fuerte, di media vuelta y regrese al colegio, Paula me siguió, trato de detenerme pero nada ni nadie lo iba hacer.

Entre al colegio otra vez en busca de aquel imbécil con ojos claros, al caminar por el pasillo todos me señalaban y burlaban de mí, no le di importancia, mi objetivo en esos momentos era el idiota. El estaba sentado en la cafetería riendo con sus descerebrados amigos, me acerque a él y lo primero que hice fue darle una cachetada que me quedo doliendo la mano, el se levantó furioso, pero no me importaba, tenía mucha rabia.

¡Porque el!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora