I DON'T MIND ; Z. MALIK

O9| IT'S THE UNIVERSE' FAULT

Emilia hizo todo lo posible para salir temprano de su casa esa mañana; configuró al menos cinco alarmas para no quedarse dormida, le pidió a Sebastian que le marcara solo por prevención cinco minutos después de la última alarma programada e incluso dejó la puerta de su habitación abierta para que el gato de Thea pudiese entrar a llorarle por comida –con Thea en otro viaje de trabajo, Atlas solo dependía de ella y debido a su alergia solo solía permitirle que maullará fuera de su habitación–.

Todo estaba yendo de maravilla, el conductor no tuvo ningún contratiempo para llegar a su departamento y Emilia ya había organizado todo cerca de la entrada para no olvidar nada. Sin embargo, hay cosas que no se pueden controlar como el hecho de que hubiesen cerrado la vía que los llevaba directamente al punto de reunión con los chicos y que tomar la vía alterna tendría como consecuencia lidiar con el característico tráfico de Nueva York.

—En serio lamento llegar tarde —dijo respirando de forma acelerada y poniendo su mejor mirada de cachorrito perdido para suavizar a Harry.

Zayn tenía los ojos cargados de diversión mientras Harry la miraba con el ceño fruncido.

—Tienes suerte de que Zayn me convenció de no irnos.

—Juro que no fue mi culpa —se quejó Emilia dándole a Harry un golpe sin fuerza—. Yo salí con tiempo, pero el universo se puso en mi contra.

—Siempre es el universo —replicó Harry pellizcándole en la muñeca.

—No he escuchado mis agradecimientos —comentó Zayn con una ceja enarcada—. Sin mí Harry se habría levantado e ido a otro lugar.

—Muchas gracias, Zayn. No sé qué habría sido de mí sin tu presencia reparadora para librarme de la malicia de alguien como Harry. Allá arriba en el cielo, si es que crees, hay un lugar con tu nombre inscrito en él.

Los dos chicos se rieron haciendo que Emilia rodara los ojos divertida.

—Ahora sí, gracias —dijo ella sonriendo—. Y otra vez, lamento llegar tarde.

—Solo fueron-

—Fueron cuarenta minutos, no te atrevas a excusarla —interrumpió Harry a Zayn ahora frunciéndole el ceño a él—. Cambiemos de tema o me enojo otra vez.

—Cimbiimis di timi i mi iniji itri viz —lo imitó Emilia haciéndole muecas, provocando risas en Zayn y haciendo que Harry le apretara la nariz— ¡Ay, duele!

Emilia le apartó la mano y lo pellizco al igual que él a ella antes de volver a sentarse en su lugar.

—¿Pidieron ya algo de comer? —preguntó mirando en dirección a la barra de la cafetería.

—Por supuesto, ¿creíste que te esperaríamos?

—Harry, eres un odioso —se quejó Emilia haciendo un puchero—. ¿De verdad ya pidieron algo?

—Lo comimos también —añadió Zayn—. Teníamos mucha hambre.

—Créeme, ayer apenas comí por el jet-lag.

Emilia dejó salir un sonido lastimero y se puso de pie.

—Bien, iré a pedir algo para mí —comunicó antes de darse la vuelta e ir a la barra.

Emilia había estado en ese lugar en varias ocasiones con Harry y Leah, Thea también frecuentaba el lugar constantemente. Era un lugar muy agradable, se trataba de una pequeña cafetería muy acogedora con clientes que ya eran mayores de edad por lo que no les ponían atención.

Era un ambiente por el cual estaban agradecidos.

Emilia saludó al muchacho que estaba atendiendo la cafetería, sabía que la reconocía, pero estaba agradecida de que fingiera que solo era otra persona más en la cafetería. Pidió una taza de chocolate y un trozo de pie antes de pagarle, agradecerle y volver con los dos británicos.

—Muero porque Thea regrese pronto —dijo dejándose caer en su asiento—. A este paso mi nariz se caerá por lidiar con Atlas.

—No olvides tomar tus medicamentos —pidió Harry volviendo a guardar su celular—. Leah envía saludos.

—Dile que la amo y la extraño —respondió apoyando sus codos en la mesa—. ¿Cuándo regresa?

—En realidad irá a Londres porque debe grabar unas escenas para una serie y luego regresa a Los Ángeles porque pasará las fiestas con sus hermanos.

—¿Vas a pasar navidad solo? —preguntó Zayn con el ceño fruncido.

—No, yo estaré en Londres.

—¿Y tú? —preguntó Harry a Emilia.

—Lidiaré con los fastidiosos de mis hermanos, mis padres pasaran las festividades este año en a Ecuador —dijo Emilia sonriendo de lado—. ¿Qué hay de ti?

—Con Gigi y su familia —respondió sonriendo de lado—. Creo que no he visto a mi familia para las fiestas en mucho tiempo.

—Lo lamento —dijo Emilia tragando saliva.

—No, no. Está bien, son pequeñas decisiones que he tomado.

Emilia asintió, aunque igual se le oprimía el corazón pensando en la distancia entre Zayn y su familia.

—Cuéntame de tu hermano —pidió Zayn enarcando una ceja.

—¿Cuál de los dos? —preguntó Emilia solo para fastidiarlos porque obviamente hablaban de Jules.

—De Julian, boba —dijo Harry pellizcando la piel de su mano.

Emilia río y empezó a hablarles de su primer hermano. Les contó cómo Jules había sido fan de ellos desde que tenía catorce años y hacía que sus voces sonaran por toda la casa, recordó que cada año Jules se dedicaba a hacer pequeños trabajos para su papá para así obtener dinero e invertirlo en su álbumes. No se guardo nada, ni siquiera como Jules había llorado cuando Zayn había salido del grupo y como se había indignando en un comienzo cuando se enteró de que sacaría música propia.

Sin embargo, son cosas que él ya había superado y escuchaba la música de Zayn todo el tiempo.

—Eso es ser un gran fan —dijo Harry riendo—. Siempre se me ha hecho increíble la intensidad con la que sienten los fans.

—Nosotros mismos hemos sido fans, pero ver esa pasión y ese amor por nosotros es... increíble.

Emilia sonrió, iba a decir algo más; pero dejaron su pedido frente a ella. Agradeció y luego empezó a comer, compartió con los dos chicos lo que le aceptaban y compartieron conversaciones triviales mientras comían.

—Estoy súper satisfecha y preparada para el inhóspito mundo del modelaje —dijo cuando terminó de comer.

—¿Debes ir a trabajar? —preguntó Zayn.

—Solo tengo que ir a un par de audiciones y seré libre hasta la semana que viene.

—¿A qué hora? —preguntó Harry.

—A las 2PM.

—¿No crees que deberías ir saliendo? Ya sabes, el tráfico.

Emilia hizo un puchero mientras arrugaba su rostro.

—¿De verdad es necesario trabajar? —preguntó.

—Pues... ¿sí? —respondió Harry.

—De acuerdo, pero antes necesito grabarlos saludando a Jules por ser un idiota y no aceptar venir conmigo. Gracias.

Los dos se rieron, pero accedieron a que los grabase por un minuto saludando a Julian.

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Es el cumpleaños de Zayn... todo lo que estoy deseando es que esté bien.

Feliz semana, trataré de volver pronto, pero no quiero prometer nada<3