Era ya medianoche cuando Zayn finalmente pudo relajarse en su cama. Había pasado un cumpleaños agradable junto a su familia, había recibido mensajes de sus amigos y de sus fans. El caos que había traído a su vida volverse popular a una edad tan joven, había tenido un gran impacto en él y en su relación con el mundo exterior.
Ser el centro del ojo público con el resto de la banda había sido tan abrumador. Los escándalos, los excesos, la presión habían jugado tanto con él que cuando salió de One Direction se aisló un momento del mundo exterior, alejándose incluso de las únicas personas que podían entenderlo.
Había desaparecido por un corto período de tiempo y había decidido ser mucho más cuidadoso con lo que compartía con el mundo. Sin embargo, pese a que casi no interactuaba en redes sociales –un poco más estos días–, siempre estaba leyendo las cosas que ponían sus fans. Lo que su música hacía y lo especial que los fans le hacían sentir siempre levantaba su ánimo. El tener una fanbase tan leal que siempre lo sostenía pese a las cosas que habían sucedido en el pasado era algo que de lo que estaría agradecido para toda la vida.
La pantalla de su celular se iluminó con una videollamada de su novia. Las cosas cada vez estaban enfriándose más, pero Zayn no sabía cómo arreglarlo. No sabía si seguir luchando por su relación o dejar que las cosas siguieran su curso.
—Hola —Zayn le saludó con una media sonrisa que no terminaba de llegar a sus ojos—. ¿Cómo estuvo el trabajo?
—Feliz cumpleaños, lamento recién aparecer —le saludó la rubia, mirando a la pantalla—. Ajetreado, siempre es ajetreado.
Zayn asintió e hizo una mueca porque solo podía imaginar la presión en ella.
—Gracias —respondió, observando a la pantalla.
Sus ojos recorrían la imagen de Gigi, tratando de sentir todo lo que había sentido en el pasado por ella y encontrándose con un horrible vacío en el que sus emociones no le decían nada.
—¿Disfrutaste con tu familia? —preguntó Gigi, también observando la imagen.
—Sí, cenamos juntos.
—Me alegra mucho —respondió la modelo y se relamió los labios, tragando saliva—. ¿Zayn?
—¿Sí?
Gigi se quedó en silencio un momento, triste. Era evidente para ambos que no estaban yendo a ningún lugar ya.
—¿Cuándo vuelves?
—Mi vuelo sale pasado mañana en la noche —dijo, inclinando la cabeza.
—Estaré en casa cuando llegues —comentó Gigi, dándole una breve sonrisa.
Zayn iba a decir algo, pero Gigi se distrajo con algo que le dijeron en el lugar en el que estaba. Por su expresión, Zayn supo con Gigi colgaría.
—No te preocupes —dijo cuando notó que Gigi iba a disculparse—. Ten un buen día, Gigi. Besos.
La expresión de pesar que hizo su novia por un momento le hizo sentirse culpable, sin embargo, no había nada que pudiera hacer ya. Zayn dejó su celular caer en la cama y cerró los ojos, tratando de relajarse.
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