O2 | WHO CARES ABOUT WHAT PEOPLE THINK?

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En el momento en el que los reflectores se enfocaron en Emilia y sus pies la guiaron a la pasarela cualquier atisbo de nerviosismo desapareció de su cuerpo. Modeló su vestuario de ángel y se divirtió lanzando miradillas coquetas al público y a la cámara, como prometió, saludó a Harry y a Leah cuando los vio, e incluyó un beso volado.

Lo disfruto muchísimo, de hecho, ya no recordaba que la estaba poniendo nerviosa.

Tras el desfile, que fue espectacular, se encontraba festejando el after party en un club privado solo para los ángeles y los invitados de la marca. Una de las actividades favoritas de Emilia siempre fue bailar, cuando era adolescente bailaba en las fiestas hasta que sus pies dolían e incluso aun así continuaba hasta que llegaban por ella.

—Necesito aire, Em —dijo Thea en su oído sobre la música—. ¿Me acompañas?

Aunque ella quería continuar bailando asintió porque no dejaría a su amor sola, como le gustaba llamar a su mejor amiga así que tomó su mano y dejo que la arrastrara fuera del club esquivando los cuerpos sudorosos de los invitados.

—Yo creo que lo que de verdad necesitas es un poco de alcohol —aseguró Emilia cuando pasaban por la barra, sonrió viendo a Thea luchar contra sus ganas de reír.

—No todo se soluciona con alcohol —respondió su amiga rodando los ojos.

—Quizás —cedió, pero estaba segura de que aportaba cierta diversión, aunque Thea no lo aceptaría tan sencillamente.

Finalmente consiguieron llegar a la puerta de salida y respirar el aire fresco de la ciudad de Paris en esa noche. Emilia sonrió y avanzó hasta el auto estacionado más cercano para apoyarse contra él.

—¿Por qué crees que estén tardando tanto en llegar? —preguntó Thea apoyándose frente a ella, dándole la espalda al club, para hacer teorías sobre su tardanza—. Ya ha pasado un buen rato.

—Pues... ¿de verdad quieres que te responda? —preguntó con una sonrisa ladina haciendo que Thea negara. Ya estabaacostumbrada a las respuestas con doble sentido de Emilia, pero siempre fingiríaque le disgustaban, incluso cuando era consciente de que Emilia sabía que ladivertían muchas.

—Eres una pervertida —respondió riendo.

—Nada que ver, mente pecaminosa, yo hablaba de quedarse viendo Young Justice —se excusó con la peor mentira que se le ocurrió—. Tal vez deberíamos llamarlos para comprobar que siguen vivos —propuso encendiendo la pantalla de su celular cuando Thea la tomó de la muñeca.

—Espera, ahí están —advirtió señalando a una camioneta—. Creo que...

Emilia se volteó para ver en la misma dirección que Thea y pudo ver las siluetas de sus amigos junto con alguien más, un chico.

—¿Sabes quién es? —preguntó con curiosidad sin apartar la mirada. Por un momento se sintió una acosadora, pero tenía demasiada curiosidad sobre la persona a la que sus amigos abrazaban con tanta efusividad, pero creía tener cierta idea.

—Creo que sí —murmuró sonriendo.

Emilia la vio incorporarse y emprender su camino hacia ellos. Se acercó justo detrás de Thea y sonrió a la pareja mientras su mejor amiga abrazaba con la misma energía al chico con el que Harry y Leah hablaban hace un segundo.

—Amé escuchar tus vítores en la primera fila —comentó de inmediato abrazando a Leah en un fuerte abrazo.

—Es que soy espectacular ¿no? Harry quería obligarme a sentarme, pero yo decidí cumplir mi parte del trato —respondió Leah en español abrazándola con fuerza.

I DON'T MIND ; Z. MALIKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora