Ya ha pasado casi un año, un año desde que ella apareció y toda nuestra amistad se arruinó. Te alejaste, me abandonaste, prometiste que estaríamos siempre juntos, prometiste muchas cosas, puede que demasiadas. Las prometiste sabiendo que era débil, vulnerable, sabiendo que lo soy, porque... ¡joder, sigo esperando te! Sigo esperando a que vengas para ir juntos al insti y luego volver a casa, sigo esperando a que me envíes un mensaje de voz diciéndome buenas noches, sigo esperando que me envíes un mensaje preguntando cómo me ha ido, sigo esperando que me envíes un mensaje con tu voz ronca de buenos días, sigo esperando las llamadas hasta tarde..., simplemente, sigo esperando.
¿Sabes? No te culpo por alejarte, ¿cómo hacerlo?, no te odio, ¿cómo hacerlo si estoy jodidamente enamorada de ti? Créeme cuando digo que lo he intentado, claro que lo he intentado, pero... es difícil, por no decir imposible. No quería odiarte, pero era más fácil creer que lo hacía, lo lamentable no era eso, para nada, más bien era que eso no duraba más de una semana, luego volvía a llorar, como una patética. ¿Cómo conseguiste que me convirtiera así? ¿Cómo? Yo nunca lloré por nada ni nadie, aunque fuera doloroso, pero te fuiste y lloré, lloré como nunca.
¿Recuerdas la promesa? La más importante, la que hizo que no me derrumbará antes. *Suspiró* No lo creo, ni te acuerdas de mí y todo por tener tu atención en algo que puede ser pasajero, porque os miro y no veo amor, solamente una simple atracción física, y estás fastidiando una amistad por ella, por la atracción, por algo estúpido.
Recuerdo la promesa, tan viva, tan clara, tan dolorosa. Recuerdo que estaba mal, estaba fatal, estaba por rendirme, por renunciar a lo poco que me quedaba, recuerdo verte y empezar a llorar, recuerdo tus brazos alrededor mío, recuerdo ver tus labios moviéndose, y, recuerdo la promesa. La dichosa promesa. Te mire y me dijiste: "No te dejaré sola", sé que eso no era lo que quería oír, recuerdo decirte: "No permitas que caiga" y me lo juraste. Lo hiciste. Ahora estoy cayendo. Tú no estas. Y sigo cayendo, sigo cayendo en un vacío que intentaba evitar. Y tú no estas. Estoy hundiéndome. No hay nadie que impida el impacto. Sigo cayendo, ya nadie puede impedir el impacto.Hace poco nos volvimos a ver, éramos dos desconocidos que se conocían muy bien, eso es lo que acabamos por ser, desconocidos. Te vi, me miraste sin verme, y supe que nunca salí del vacío. Nunca dejé atrás mis miedos. Sigo siendo igual. Mentira, es verdad que mis miedos, mis inseguridades nunca se fueron, pero sé que están escondidos, que sé silenciarlos, y por mucho que seas mi debilidad no serás capaz de sacarlos. Podre esconderlos el tiempo que quiera, hasta que haya caído del todo.
He caído, he tardado en caer del todo, pero ya lo he hecho y solo deseo una última cosa...
Te volví a ver, y esta iba a ser la última vez, te vi a lo lejos, con ella. Feliz, riendo. Así te vi y me destrozó, nunca me sonreíste así, tampoco me miraste así; ¿ pero sabes de qué me di cuenta también? Que estabas incomodo, no sé si por estar aun con ella, sabiendo que no la amas, que no puedes hacerlo porque sigues enamorado de esa chica -que también has perdido- o por estar con unas personas que no soportas, pero ya no importa, solo te pido una cosa, solo una. Ya no te pido que cumplas tu estúpida promesa -los dos sabíamos que no ibas a cumplirla-, ya no. Solo deseé una cosa: "Mírame, solo mírame, ya no me salves de la caída, solo mírame. Por ultima vez, deja que nuestros ojos se vean. Levanta tu cabeza y mírame, veme " .
Y aquí estoy, escribiéndote esta carta. La ultima que vas a recibir de mí. Mi ultima carta.
No te culpes de lo que pasará, no fuiste el detonante, porque recuerda la promesa: "No permitiré que caigas", eso fue lo que me hizo aguantar más.
Y no te culpo, pero realmente esperaba que la cumplieras, pues puse demasiadas expectativas, y por eso estoy desilusionada porque no la estás cumpliendo, porque no estás.
Y yo estoy cayendo.
Lo estoy haciendo y tú eres el culpable del impacto.
Porque si no lo hubieras prometido yo ya estaría descansando para siempre.
Aun así, gracias por haber sido mi primer amigo y mi primer amor, y sin duda alguna volvería a buscarte en la siguiente y mil vidas más, porque fuiste quien más feliz me hizo, mon amour.
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Déjame expresar
De TodoSon pensamientos, historias y sobre todo sentimientos. Todo sentimiento que haya querido demostrar, sentir e, incluso, ver, está aquí; es mi lugar seguro, dónde puedo expresarme libremente.