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Otra semana más, Jackson trataba de ignorar siempre al alfa que se aparecía por ahí para fastidiarlo con su presencia. Parecía un niñato de secundaria, inmaduro ¿Qué mierda querría de él ahora? Se sentía abrumado con el olor del otro alfa en el mismo lugar que él, no lo dejaba concentrarse, aunque el chico no hiciera nada.

Porque Jaebeom solía ir solo, o con alguna chica, pero después del pequeño accidente con su bebida él sólo se queda sentado en una de las mesas cercanas a la puerta y lo observa un poco, nada más, detalla sus movimientos y sus tratos con los clientes, pero no le habla tal cual. Confundía aún más a Jackson porque se sentía incómodo con la mirada del pelinegro encima, y también lo hacía sobrepensar ¿En qué estaría pensando el chico?

Eso cambió justo ese día, lo poco que quedaba de su tranquilidad había sido finalmente arrebatada por el mayor, quien esperó a que atendiera al último cliente que había llegado para tomarlo con cuidado desde la muñeca.

¿Podemos ir al baño? – preguntó un poco seco, con sus cejas fruncidas como si estuviera molesto por algo.

Jackson sin saber cómo salir de esa situación se dejó llevar por el contrario, con algo de miedo porque no quería que este lo volviese a tratar como la última vez que estuvieron solos, Jaebeom no se veía agresivo pero aun así no se confiaba por lo que le había hecho anteriormente.

Realmente se veía frustrado por algo.

Dentro del cubículo el mayor jugó con sus manos manteniendo esa expresión dura que tenía desde que lo apartó de su trabajo, Jackson no quiso arriesgarse a preguntar, solo se quedó viéndolo fijamente buscando alguna respuesta de su comportamiento extraño. El pelinegro soltó un suspiro y desordenó sus cabellos, pero al fin habló:

¿Podrías darme alguna prenda tuya? – estaba avergonzado, pero el alfa pensó que sería mejor dejar de ir tan seguido al café-bar, podría sobrevivir con una prenda del contrario y ya, de todos modos aún seguía pensando que por más que quisiera, no podían estar juntos, jamás podrían vincularse porque el miedo de Jaebeom era grande todavía, no se sentía listo. – Uh, por favor.

Jackson arrugó la cara confundido, tensando sus labios otra vez en una mueca, sin entender del todo la petición.

Quizás hoy no, pero me gustaría tener una prenda tuya con tu olor… Mientras tanto... – el mayor tiró de la mano del chico, pidiendo sin palabras que se acercase para restregar su nariz contra su cuello, porque ambos alfas sabían que eso era lo que le gustaba a Im, Jackson prefería olisquear sus cabellos, pero eso parecía no importar mucho. Jackson accedió, estaba algo más tranquilo porque el pelinegro no estaba siendo brusco con él.

El chico frotaba su mejilla sobre su ropa, solamente quería el olor suyo encima, y Jackson, aunque se dejaba y sabía que no estaba en peligro, se sentía disperso, como si algo no estuviese bien del todo, era extraña la sensación y no era muy fan de esta, sentirse estático o perdido no se sentía correcto para él, no creía que alguien debía hacerlo sentir así.

Y que Jaebeom estuviera siendo particularmente calmado tampoco lo ayudaba a sentirse mejor, lo hundía aún más a la confusión.

En algún momento el chico se sintió satisfecho y se fue, un rato más tarde el alfa castaño al fin terminaba su turno de trabajo, su compañero Mark había llegado hace unas horas para hacer el suyo, así que estaría encargado de lo que sucediera en el bar, ya que, en la noche dejaba de ser una cafetería común y corriente, y ya estaba haciéndose de noche. De todos modos, se dirigió a su casa a un ritmo algo calmado, pero al mismo tiempo sin perder rapidez, era de ése grupo de personas que se iba caminando a todos lados. A menos de que hubiera un bus cerca, y eso era justo lo que estaba pasando. Agradeció a todo lo que se había alineado justo ése momento para que no tuviera que caminar tanto hasta su casa, sólo fue suerte.

⿴݃*₊ Alfas ⸙* ʲᵃᶜᵏᵇᵘᵐDonde viven las historias. Descúbrelo ahora