Cruel Perdición © HDM#1 [+21] RESUBIENDO versión 2021

Ⅳ -♱TERRIFYING WHISPERS♱

Sky

Me siento mareada y de algún modo al punto del colapso de lo nerviosa que estoy, lo que pasa por mi cabeza, las cucarachas, la súplica, su voz... y el ahora de estar de frente con el vestido manchado de sangre.

Su mirada me escanea y podría adivinar que sabe que vi algo, que ya está al tanto de que, si estuve aquí, que presencié cómo le rebanaron la garganta al cura, cómo la sangre me cubrió y eso no ayuda a que me mantenga bajo una máscara de indiferencia.

—Te he preguntado , ¿qué haces aquí? 

—Yo... Yo —el habla no me sale como se debe y el que él me esté juzgando sin detenerse no me ayuda en lo absoluto.

Mi cabeza no piensa en nada rápido justo ahora, estoy en el ojo de la mira al no saber qué hacer o decir, no sé qué responder. Desvié mi mirada al piso y el cuerpo del cura ya no estaba, ni siquiera la sangre en donde me había sentado entre mi crisis.

—Yo estaba...—comencé a decir por fin después de un rato, pero algo me dejó a medias.

Era el sonido molesto de algo detrás de mí que no paraba de pitar con fuerza y a lo que Luca se apresuró a ir, entonces caí en cuenta que se trataba del monitoreo de Lucrecia, aunque no tenía duda, no me iba a quedar allí a esperar a que vuelva Luca.

Salgo a toda prisa como si mi vida dependiera de ello, con cuidado evito a las personas que se acercan con mamá y alguno que otro estudiante que por allí pasaban, no quería que notaran la sangre del vestido, el cual iba a ser un problema por ser blanco.

Un grupo de chicas salía de sus respectivos cuartos y me vi obligada a irme por el otro lado del salón, se me haría más lejos, eso era seguro, pero más seguro es llegar sin ser vista, no importaba ahora cuánto durara.

Entro a mi cuarto y me apresuro a arrancarme el vestido. No puedo ir a los baños, sería un riesgo que me descubran o peor encontrarme con Luca de camino allí, así que saqué un paño y le eché un poco de agua de la vasija que nos corresponde a mí y a Alina de agua.

Me lo paseé por el cuerpo y me coloqué un nuevo vestido más corto y holgado en tiras, con prisa envolví el vestido y entré por debajo del colchón de mi cama.

—No pasó nada, Sky...—me tranquilizo a mí misma entre suspiros con ojos apretados, como si eso fuese a borrar la escena de mi madre degollando a ese cura.

«Eres una estúpida, debiste clavarle el cuchillo.»

—No tengo tiempo para aguantar tus insultos —le respondí a la voz de mi cabeza un tanto enojada.

Si tuviera un deseo, fuese quitarme a esa vocecita que me insulta, me da malas ideas y sensaciones de que tengo algo más dentro que un sistema digestivo.