7: Valor

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Childe se había ido, tal como dijo que haría. Zhongli no podía retenerlo, después de todo. Se fue sin decir un palabra más, dejando al ex arconte confuso en medio de la entrada de su propia casa, mirando la puerta fijamente. ¿Tanto le había incomodado lo que le dijo? ¿Por qué dijo que no quería arruinar nada? ¿Qué se suponía que podía arruinar? ¿Su amistad?

"—¡Solo tienes que admitirlo, se nota a kilómetros que os gustáis!"

Esas habían sido las palabras de Hu Tao. Aether también parecía ser consciente de algo, pero él no era capaz de adivinar. La respuesta no podía ser tan sencilla como que simplemente se gustaban.

Zhongli se sentó en el suelo, esperando pacientemente a que la puerta volviera a abrirse y Childe entrara, como un perro cuando espera a su dueño.

Para sorpresa de nadie, Childe no volvió a presentarse en su casa. 

Zhongli abrió los ojos de par en par, sorprendido por las palabras que había dicho el rubio. Paró de caminar, girándose a mirar a Aether.

—¿De verdad quieres hablar del tema? —preguntó, mirando la cara de resignación de Aether, quien asintió con un suspiro. Paimon había huido al segundo de verlo acercarse a ellos.

—Sí... me estaba preocupando un poco, en verdad —respondió Aether, volviendo a caminae y siendo seguido por Zhongli—. Los dos sois idiotas, es lógico que me preocupe... —susurró. El castaño ignoró el hecho de que los hubiera insultado, sin poder culparlo.

—¿Te apetece dar un paseo y te lo explico? —preguntó Zhongli, extendiendo el brazo hacia las calles de Liyue. Aether asintió, volviendo a suspirar.

Zhongli le contó al rubio sobre el comportamiento de Childe nuevamente, añadiendo su repetida insistencia por haber dicho algo extraño a pesar de que no fuera cierto (o al menos a Zhongli no le pareció que sus palabras lo fueran), además de contarle que pareció abrir sus pensamientos a él, sin dar detalles sobre estos mismos y sobre lo que ocurrió la noche anterior. Aunque sí mencionó que tuvieron una discusión.

El viajero se quedó pensando en silencio mientras caminaban por las calles de Liyue, donde su conversación se había mezclado con el ruido urbano.

Zhongli esperó pacientemente a que dijera algo, pensando en cómo estuvo esperando durante horas a que Childe regresara para arreglar las cosas. No había sucedido, y por supuesto, tampoco quedaron para comer como normalmente hacían.

A decir verdad toda esa situación le hacía pensar en los días posteriores al incidente de Osial, donde Childe hizo exactamente lo mismo.

—Zhongli, creo que de esto deberías darte cuenta por ti mismo —dijo Aether tras varios minutos callado, mirándolo seriamente a los ojos. El ex arconte inclinó la cabeza.

—No estoy seguro a lo que te estás refiriendo —Aether suspiró, pasando su mano por el rostro, inhalando fuerte seguido de un suspiro.

—¿Cómo puede alguien ser tan denso? —murmuró el rubio para sus adentros—. Vale —dijo finalmente, frotándose la sien y abriendo la boca, para luego cerrarla al instante. Hizo una mueca, negando con la cabeza y jadeando exasperado—. No puedo creer que el ex arconte geo sea tan malo con los sentimientos...

Zhongli se quedó callado, parando de caminar. El rubio dio unos pasos más hasta detenerse, girándose a mirarlo. Zhongli clavó su mirada en el suelo, sin querer observar los ojos amarillos que estaban puestos sobre él.

—Oh... —musitó Aether—. No pretendía ofenderte, es solo que...

—No —interrumpió Zhongli, levantando la cabeza para mirarlo a los ojos—. Es cierto. No debería tener tantos problemas para solucionar esto por mí mismo. Agradezco que hayas accedido a ayudarme, pero entiendo que tú también tienes asuntos que atender —sonrió, su voz sonando firme y segura—. No quiero molestarte más.

𝙎𝙖𝙮 𝙮𝙤𝙪 𝙡𝙤𝙫𝙚 𝙢𝙚 [ 𝙕𝙝𝙤𝙣𝙜𝙘𝙝𝙞 +18 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora