Sentencia De Muerte © BORRADOR

01

01. Capítulo

Observada 

 ―Willow, llegaremos tarde―Grito desde el piso de abajo a mi mejor amiga la cual está aún encerrada en el baño alistándose.

―Tranquila, te aseguro que mi jefa no me reportara―Gritó.

―Muy graciosa. ―Susurro.

Willow es mi mejor amiga desde que tengo uso de razón, Willow vivía en la casa de al frente y nos conocimos un día en el parque que quedaba a algunas cuadras de nuestra casa, desde entonces hemos sido inseparable. Nos graduamos en la universidad a los veintidós años yo como arquitecta y ella como diseñadora de interiores. Soy la hija de un prestigioso arquitecto, el cual creo una franquicia y ahora mi familia tiene cedes en muchos lugares.

Por esa razón soy la vicepresidenta de la compañía y también soy la jefa de Willow.

Vivimos en el centro de la ciudad juntas, nos pareció buena idea compartir los gastos de la casa y obvio, nos hacemos compañia.

―Ya estoy lista. ―Dice bajando por las escaleras. Que les diría mi mejor amiga es hermosa, con ese perfecto dorado en su piel y sus grandes ojos color miel hacen que tu atención se vaya a su mirada y te hipnotice con el simple hecho de pasar tus ojos sobre ella.

Llego al último escalón y camino hasta la isla que estaba en el centro de la cocina donde se encontraba su bolso.

–¿Ya desayunaste? –Preguntó.

–No, tomaré algo cuando llegue.

―Bien.

― ¿Nos vamos? Llegaremos tarde.

―Sí, jefa. ― nos reímos al mismo tiempo cuando lo dijo.

Llegamos al gran edifico luego de un viaje de quince minutos, Willow aparco el auto y nos bajamos adentrándonos en el edificio.

―Buenos días, señorita Acardi―Dice mi secretaria quien estaba sentada al frente de la puerta de entrada.

―Hola, Mía― caminamos a la sala presidencial donde me disponía a planear mis planos.

―Tiene una reunión con el equipo y otra con el señor Murat. ―Dice Mía persiguiéndome.

― ¿Con el señor Murat? ―pregunto, terminado de entrar en la oficina y dejando mi bolso en la mesa de reuniones.

―Con el señor Murat. ― Asiente asegurando.

― ¿No lo iba a atender mi padre? ― Niego confundida, procedo a abrir mi saco y a sentarme en la silla presidencial.

―Pidió hablar con usted, así que su padre me ordeno que lo agendara lo antes posible. ― dijo tímida.

―No te preocupes Mia, gracias por avisarme, te puedes retirar. ― Le dije amablemente.

―Permiso.

Willow aparece en la puerta justo antes de que Mia salga, con un café, una malteada y una bolsa color marrón que supongo son croissant.

―Sé que después que entras por esa puerta no paras, así que te traje croissant y tu café favorito. ―Menciona mientras pone todo en la mesa.

Tomo el café y le doy un sorbo.

―Eres la mejor. ―chillo emocionada por lo que hizo.

―Escuche que hoy tendrías otra reunión con el señor Murat. ―le pega un mordisco al pequeño pan que descansa en sus manos, llenándoselas de la sabrosa cubierta de mantequilla que le echan.