Sentencia De Muerte © BORRADOR

09

Capítulo 09

Sentimientos

Salí de la habitación dirigiéndome al comedor, en donde aún se escuchaban voces, estaban discutiendo, sobre una carga y papeles y un montón de cosas las cuales, no entendía.

Pise el ultimo escalón, camine hasta el comedor, en donde Aiden apenas me vio, se calló. Estaba Murat, Aiden, Daven y su hermana, aun no sabía cómo se llamaba.

Aiden se levantó, dejando la taza en la mesa y tomando del brazo a la muchacha de rizos negros, para sacarla del lugar.

La miré al pasar a mi lado, me di cuenta como su cara estaba empapada de lágrimas, se notaba muy triste y decaída, Aiden paso su brazo por su hombro cubriéndole la cara y acto seguido desaparecieron de mi vista.

Murat salió del comedor a la cocina y se perdió por los pasillos, solo quedamos Daven y yo.

Me acerqué a la mesa y me senté en ella, se notaba pensativo, con las cejas unidas, entre tristes y lleno de ira.

―No podrás ir a trabajar, tendremos que salir esta misma noche del país. ―Se levantó de la mesa para irse, pero yo lo detuve.

― ¿A dónde iremos? ―Le pregunté con intriga y miedo.

―No preguntes, solo has tu maleta y ya. ―se retiró de la sala.

Me quede mirando las cosas que reposaban en la mesa.

¿Tenía hambre? Después de todos estos putos días comiendo apenas y pasándolo de la mierda, ¿realmente tenía hambre?

Trague grueso.

Tomé un pedazo de pan y lo partí a la mitad llevándomelo a la boca.

― ¿Quiere café, señora de Belanger?

Me sobre salte al escuchar la voz de una de las empleadas. ¿Señora de qué?

―Está bien y soy Jessica, solo así. ―Respondí tapándome la boca.

―Lo lamento señora, pero son ordenes de el señor, no puedo hacer nada. ―Respondió sirviendo el café en la taza, se acercó a mí y la dejo en la mesa. ―Se le ofrece algo más?

Negué, la tomé del brazo con sutileza antes de que se fuera.

―Puedes llamarme Jessica cuando estemos solas, dile eso a tus compañeras, por favor. ―La solté y tomé la taza de café para beberla.

Deje la taza en la mesa y saque el teléfono que Daven me había dado de mi cárdigan, lo mire cuidadosamente y lo encendí.

Tecleé en el teléfono y pude ver los contactos agregados.

Daven, Aiden, Willow, Mamá.

No habían más.

Llame al número de Willow impaciente por que respondiera.

Un tono, dos... se me estaba poniendo los pelos de punta, quería saber si estaba bien y no quería que se preocupara más por mí.

― ¿Si? ―Escuché del otro lado de la línea, sonreí al escuchar su voz.

― ¿Wini? ―Pregunte por descarte.

― ¿Jessica? ¿Estás bien? ¿Dónde estás? ―Muchas preguntas me bombardearon y yo solo me quede callada, estaba dudando si contarle o no, si decirle todo lo que me habían hecho sufrir o si simplemente me excusaba.

Un nudo en mi garganta se hizo presente, solo quería abrazarla y que me familia estuviera ahí, abrazándome y diciéndome que todo estaría bien.

Daven apareció en mi vista, mirándome serio.