Sentencia De Muerte © BORRADOR

02

02. Capítulo

El secuestro.

―Listo Jess, está todo preparado. ― sale Willow de la gran carpa blanca detrás de nosotras con una carpeta anotando cosas.

― ¿Hay mucha gente? ― Pregunto tragando grueso.

―Más o menos. ― No despega la vista de la carpeta.

Boto aire.

―Perfecto, entonces llego la hora de entrar.

―Así es. ―Asiente dándome seguridad.

Aunque suene un poco tonto, le tengo mucho miedo a hablar en público me genera ansiedad y simplemente me trabo, pero como profesional debo de notarme serena en este punto.

―Ok ¿me veo bien? ―Pregunto parándome al frente de ella y sonriendo.

―Estás perfecta, tranquila todo saldrá bien, Jess. ―Respondió Wini, sonriendo.

Asentí.

Camine hasta la entrada para empezar a bajar las escaleras que conducían a la carpa que estaba en el centro de un gran descampado.

Empecé a bajar las escaleras del lugar viendo como del techo de la carpa colgaban candelabros, todo estaba decorado en rojo y dorado, el piso en una alfombra roja de gamuza, las mesas le hacían juego en dorado junto a los manteles de las mesas donde descansaba la comida eran color crema. Todo se veía ordenado y elegante.

― ¿Qué te pareció? ―Pregunto Willow detrás de mí.

―Está todo muy bonito, espero y la noche sea tranquila como todos se muestran.

―Tranquila, así será. Ahora apresuremos nos que te debes de montar en el escenario en unos minutos. ―Chilla emocionada mientras me empuja para que empiece a caminar.

Comienzo a ver a mis alrededores mientras camino tomada de la mano de Wini, hay mucha gente que habla alrededor, todos con vasos o copas en las manos, llevándose su líquido a la boca como para mojar sus labios.

Todos intentan estar serenos, sabemos que es una gala importante asisten personas de mucha categoría a la cual se les hizo casa o mansiones.

Para todos esto es un protocolo más o quizás ¿una farsa?

Visualizo al señor Murat, está en una esquina hablando con unos tipos vestidos de negro, estaba dando como una orden al parecer porque lo único que hacían era asentir.

Ese hombre siempre se la pasa con grandulones, no me sorprende que estén aquí.

Choco con Willow dándome cuenta de que ya se había detenido, ella hablaba con uno de los encargados del sonido. Me distraigo viendo a los lados de nuevo, consigo a un camarero a unos pasos que está repartiendo copas de champán, me acerco lentamente y tomo una quedándome ahí parada.

Echo un vistazo a la esquina donde el señor Murat se encontraba y esta vez noto que está hablando con un solo hombre, de su misma altura y que tiene un poco de parecido con el de perfil, enfoco un poco más mis ojos para detallar mejor, el tipo se mueve, obstinado, se gira a su lado derecho, intentando dejar de escuchar a Murat.

Lo que vieron mis ojos me aterro, el tatuaje, en el cuello de ese tipo, era muy parecido a lo que había visto el día anterior.

Estuve todo el día paranoico con el tema, no me mantuve sola ni un solo momento del día, no podía dejar de pensar en esa camioneta y en lo misterioso que era.