Gulf del bosque es el segundo hijo de los reyes de bosque negro, según el reino y sus padre un chico sensato, tranquilo y muy centrado, pero todo eso cambia cuando el chico de 18 años llega a su casa para darle la gran noticia que está embarazado y...
Genové fue el primero de los concubinos en entrar a la oficina provisional del rey, inclinó su cabeza y se presentó.
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— Su majestad, soy Genovés serpent.
Gulf levanta la cabeza y examina a aquél rubiesito.
—Eres familia de Earth Serpent— dice Gulf con voz apacible.
—Si— dice el chico con más confianza.
Gulf se enfoca nuevamente en la carpeta y no evita decir:
— Tu hermano trepó alto a pesar de ser un simple concubino, que cosas—suspira irónicamente —y tú le quieres seguir los pasos ... digo en lo de ser concubino porque de ahí no pasarás... Siéntate— ordena Gulf.
Genovés no supo cómo tomar aquello, pero sentía un escalofrío por todo su cuerpo, y lo peor lo que decían eran verdad, el rey era hermoso y fiero a la vez, de esos rostros que daban la impresión de mejor tenerlo de amigo y no de enemigo.
—Su alteza para mí es un honor conocerlo.
Cuándo Gulf miró nuevamente la cara de aquel chico, sonrió, no se había equivocado, fue el odioso que le arrebató su laptop.
— Ok, al grano, según este archivo eres modelo, hiciste un diplomado en el área de belleza, y eres chef ... Wow esto se puede usar para dar cambio de imagen a los ancianos y darle de comer — dice Gulf mientras apunta en sus notas.
— Disculpe su majestad, pero no entiendo nada— dice el chico perdido.
Gulf sonriente responde.
— Serás parte de un voluntariado para ayudar a los ancianos de Shadow a tener una mejor calidad de vida, muchos de ellos no tienen hijos o nietos que hagan algo lindo por ellos.
Genovés se olvidó por un segundo que estaba hablando con un rey y dice.
—Su majestad, no estoy aquí para hacer eso, fui preparado desde mi nacimiento para servir al rey soberano.
Gulf levanta una ceja.
—Es verdad, pero ya que sus servicios sexuales no serán requeridos nunca en la vida, hay que usar sus cuerpos de una manera más productiva...
Genovés se sintió tan ofendido, pero no podía insultar aquel niño, aunque no se quedaría con esa.
—Su majestad, puedo entenderlo, usted es extranjero y por lo que supe de mi hermano en su reino no hay concubinas y concubinos, pero ser concubino es un honor, no es prostitución.
—Es verdad, el único deshonor en este caso es no hacer nada ... porque eso es lo que hace el cuerpo concubinal en este palacio, al menos las prostitutas trabajan con el sudor de su frente, créame no encuentro nada fácil tener sexo con varios hombres la mayoría desagradable...
Genovés estaba a punto de entrar en una crisis existencial, no le gustaba el rumbo de aquella conversación.
—¿Entonces usted quiere que hagamos obras benéficas?
