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→¡Fairness ϟ Carl Grimes!‹‹ 01- New People On The Farm
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ —¡El excremento de caballos apesta! —me queje cubriéndome la nariz con una de mis manos.
Jimmy río —¿Cómo esperabas que oliera? Es excremento, Grace —dijo.
—No lo sé, pero no me gusta estar en el granero ¿No puedo mejor ayudar a Maggie a preparar la cena? —cuestioné mirando mis botas cubiertas por el barro—o al menos lo que esperaba que fuese solo barro.
El joven asintió riendo, talvez porque pensaba que era demasiado pequeña e inmadura para lidiar con tareas como limpiar el establo de los caballos pero en realidad mi única molestia era el olor y no solo el del establo, sino de la granja en general.
A pesar de que no había muchos caminantes cerca, y los que había eran llevados al granero, el olor a putrefacción siempre estaba presente y mi olfato siempre ha sido agudo.
Mi hermano, Jeff, dijo que con el tiempo me acostumbraría al olor e iba a ser como si este desapareciera dando como ejemplo cuando las personas utilizan un perfume por largos periodos de tiempo y conforme su uso persiste pareciera que el olor desaparece pero en realidad es solo que nos acostumbramos a él. Aunque yo no creía que me pudiera acostumbrar al olor de muertos putrefactos.
—¿Maggie, has visto a Jeff? —cuestioné a la mujer mientras ella preparaba el almuerzo en la cocina.
—Creo que esta cerca del granero con Hershel —fruncí el seño. Mi hermano y yo nos habíamos ofrecido a ayudar y respetar las reglas de la granja a cambio de la hospitalidad del dueño, quien había sido muy amable hasta el momento, incluso me había regalado una libreta de cobertura azul después de que le dijera que el azul era mi color favorito, pero así como todo, no era perfecta la estancia aquí, sobre todo sabiendo que uno de mis mayores miedos estaba detrás de las puertas del granero, a tan solo metros de distancia y un par de paredes.
A veces esta familia parecía estar cegada ante la negación de perder a personas que aman, y eso era algo que incluso yo, una niña de doce años, podía notar.
Jeff y Hershel eran quienes ponían a los caminantes en el granero cuando miraban uno rondar cerca mientras yo miraba por la ventana preguntándome que tanto tiempo insistirían con esto.
Patricia alimentaba a esas cosas a las que ellos llamaban familia, pero yo no quería pensar que una de las criaturas allí adentro era alguien o algo a lo que podía llamar madre.
Hershel pensó que refugiando al cuerpo de mi madre con los otros monstruos me sentiría más segura, pero solo me sentía más insegura al imaginar que tarde o temprano tendría que ver a los ojos a algo que una vez fue alguien que ame, y la sola idea me aterraba.
